Estados Unidos anunció este jueves que recaudó más de 40 millones de dólares en una subasta de crudo iraní que fue requisado en agosto, cuando cuatro buques del régimen de Teherán que se dirigían a Venezuela fueron interceptados.
El gobierno de Donald Trump anunció en agosto la confiscación récord de 1,1 millones de barriles de petróleo que iban a ser vendidos a Venezuela por la Guardia Revolucionaria, una organización iraní que Estados Unidos considera como terrorista.
El fiscal general adjunto, John Demers, informó en una conferencia de prensa telefónica que Estados Unidos vendió y entregó el petróleo a terceros. En concreto, el funcionario explicó que el dinero recaudado va a ser entregados a un fondo para las víctimas del “terrorismo”.
“Estimamos que cerca de 40 millones de dólares van a ser recuperados por la venta del crudo de esos cuatro buques”, indicó el fiscal que lleva el caso, Michael Sherwin, quien señaló además que este fue el más importante decomiso de petróleo iraní.
Pese a tener las reservas probadas de crudo más grandes del mundo, Venezuela sufre una gran escasez de gasolina como consecuencia del colapso de su industria por corrupción y problemas de gestión. Ante este contexto, y frente a la cada vez mayor presión de la comunidad internacional, la dictadura de Nicolás Maduro estrechó sus lazos con el régimen de Irán, que también está sujeto a sanciones internacionales.
En agosto, tras el decomiso del crudo iraní, la República Islámica negó ser propietaria de los buques y afirmó no estar relacionada con la operación.
El gobierno de Trump e Irán están duramente enfrentados desde que Estados Unidos anunció en 2018 su retiro del acuerdo internacional para frenar el programa nuclear de Teherán. Desde entonces Washington instauró sanciones incluyendo un embargo para el crudo iraní.
El lunes pasado, Estados Unidos impuso nuevas sanciones al sector petrolero de Irán, incluidas las ventas a Siria y Venezuela. La administración Trump designó a la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, el Ministerio de Petróleo de Irán y la Compañía Nacional de Cisterna Iraní en una lista de la autoridad antiterrorista, lo que significa que cualquier futuro gobierno deberá tomar medidas legales para revertirlo.
El Departamento del Tesoro emitió las sanciones vinculando a las tres entidades con la Guardia Revolucionaria iraní, que ya ha sido designada como organización terrorista por Estados Unidos y cuyo comandante Qasem Soleimani murió en un ataque estadounidense en el aeropuerto de Bagdad en enero.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, manifestó que las sanciones deberían enviar una advertencia a “los pocos compradores restantes de petróleo crudo iraní”. “Estas designaciones son un paso importante en la campaña de máxima presión para limitar la capacidad del régimen iraní de amenazar a sus vecinos y desestabilizar el Medio Oriente”, indicó en un comunicado.
El Departamento del Tesoro dijo que una red respaldada por la Guardia Revolucionaria iraní envió más de una decena de petroleros en la primavera de 2019, principalmente a Siria, donde Irán es uno de los principales patrocinadores del dictador Bashar al Assad, quien emerge de una brutal guerra civil.
Aparte de las designaciones de terrorismo, el Departamento del Tesoro impuso sanciones a un empresario iraní con sede en Reino Unido, Mahmoud Madanipour, y a empresas relacionadas por transacciones con Venezuela.
El Departamento del Tesoro lo acusó de organizar el envío de decenas de miles de toneladas métricas de gasolina a Venezuela.
Este jueves, por su parte, las autoridades norteamericanas anunciaron sanciones contra ocho empresas de Irán, China y Singapur por su participación en la compraventa de productos petroquímicos de la iraní Trilliance, con cuyos fondos acusó a Teherán de financiar actividades de apoyo a regímenes corruptos en Oriente Medio y Venezuela.
“El régimen de Irán se beneficia de una red global de entidades que facilitan el comercio del sector petroquímico iraní. EE.UU. sigue comprometido en atacar cualquier fuente de ingresos empleada por el régimen iraní para financiar grupos terroristas y oprimir al pueblo iraní”, expresó Steven Mnuchin, secretario del Tesoro en un comunicado.
Entre las empresas sancionadas figuran Jiaxiang Energy, con sede en Singapur; así como Binrin Limited, Elfo Energy, Glory Advanced, Jane Shang, y Sibshur Limited (Sibshur), con sede en China. Todas ellas han sido empleadas por Trilliance, ya castigada por el Tesoro a comienzos de año, para procesar y transferir millones de dólares procedentes de la venta de productos petroquímicos.
Estados Unidos comenzó en agosto un procedimiento ante la ONU para restablecer todas las sanciones internacionales contra Irán que se levantaron con el acuerdo nuclear de 2015 (del que Washington se retiró en 2018), argumentando que Teherán ha incumplido sus obligaciones. Sin embargo, la mayoría del Consejo de Seguridad -incluidas el resto de potencias con derecho a veto- consideran que Washington no tiene potestad para utilizar este mecanismo, pues abandonó el pacto en 2018, con lo que ese órgano de la ONU no ha tomado ninguna medida.
Con información de AFP y EFE
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