Cinco agentes chinos fueron detenidos en Estados Unidos por su papel en una operación de persecución a opositores al régimen chino, anunciaron el miércoles funcionarios estadounidenses.
El secretario de Justicia adjunto, John Demers, dijo que se habían presentado cargos contra ocho personas -cinco en el país y tres que se cree están en China- involucradas en una “operación ilegal de aplicación de la ley china conocida como Fox Hunt”, o cacería de zorros, en Estados Unidos.
Demers dijo que la operación fue descrita por China como una campaña anticorrupción, pero “en muchos casos los perseguidos son opositores del presidente del Partido Comunista, Xi (Jinping): rivales políticos, disidentes y críticos”. Su objetivo era apuntar a ciudadanos chinos que viven en países extranjeros e intimidarlos para que regresen a China para enfrentar cargos.
Según detallaron las autoridades, se trata de Zhu Yong, Hongru Jin, Michael McMahon (arrestados este jueves y a la espera de ser procesados por la jueza Peggy Kuo), Rong Jing y Zheng Congying (detenidos en California), mientras que Zhu Feng, Hu Ji, y Li Minjun permanecen como prófugos de la justicia, posiblemente en suelo chino.
Se enfrentan a cargos de “conspiración para actuar en los Estados Unidos como agentes ilegales de la República Popular China”.
“Como se alega, los acusados ayudaron a los funcionarios de la República Popular China en un plan para coaccionar a las personas seleccionadas a regresar a la República Popular China en contra de su voluntad”, dijo el Fiscal Federal Interino Seth D. DuCharme. “Estados Unidos no tolerará la conducta de la República Popular China que lleve a cabo acciones autorizadas por el estado en territorio estadounidense sin previo aviso y sin coordinación con las autoridades estadounidenses correspondientes. Tampoco toleraremos el acoso y el acecho ilegal de los residentes de EE. UU para promover los objetivos de la República Popular China”.
“La operación es una clara violación del estado de derecho y las normas internacionales”, dijo Demers en una conferencia de prensa.
“Los descarados intentos del gobierno chino de vigilar, amenazar y acosar a nuestros propios ciudadanos y residentes permanentes legales, mientras están en suelo estadounidense, son parte de la diversa campaña de robo e influencia maligna de China en nuestro país y en todo el mundo”, dijo el director del FBI, Christopher Wray.
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