Estados Unidos repudió este martes las elecciones de China, Rusia y Cuba para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El secretario de Estado, Mike Pompeo, se pronunció al respecto a través de sus redes sociales.
“La elección de China, Rusia y Cuba para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU valida la decisión de Estados Unidos de retirarse del Consejo en 2018 y utilizar otros lugares para proteger y promover los derechos humanos universales. En la Asamblea General de este año, hicimos precisamente eso”, señaló el jefe de la diplomacia norteamericana en su cuenta de Twitter.
“El compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos es mucho más que sólo palabras”, agregó.
En esa línea, recordó que Washington identificó y castigó “a los violadores de los derechos humanos en Xinjiang, Myanmar, Irán y otros lugares”. “Pedimos a todas las naciones que aprovechen este momento para volver a comprometerse con la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
El régimen cubano obtuvo este martes el 88% de los votos, con 170 de los 192 sufragios válidos. Rusia y China, en tanto, alcanzaron el 82 y 72% de los votos.
En la presentación de su candidatura, La Habana se comprometió a promover los “derechos culturales” y destacó el “carácter participativo y democrático” de su sistema político. No obstante, el único partido reconocido legalmente en el país es el Partido Comunista. Los opositores, en cambio, son perseguidos, arrestados, encarcelados, y se les impide salir del país.
En los últimos tiempos, aumentaron las denuncias contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel, a quien acusan de haber recrudecido la represión contra disidentes y miembros de la sociedad civil cubana.
En respuesta a la elección de Cuba para su quinto mandato en el Consejo de Derechos Humanos, 85 organizaciones cubanas e internacionales de derechos humanos y libertad de expresión, en conjunto con medios independientes de comunicación, emitieron una declaración para condenar la decisión del órgano de la ONU.
“Nos preocupa profundamente la decisión de otorgarle a Cuba una nueva oportunidad para ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos. Esto no sólo recompensa el pobre historial de Cuba en materia de derechos humanos, sino que también socava la integridad del Consejo para responsabilizar a los gobiernos abusivos por sus acciones en la región y en todo el mundo. Las naciones que tienen el honor de integrar el Consejo deben comprometerse con el derecho internacional de los derechos humanos. Los miembros del Consejo deben asegurarse de que Cuba no eluda la responsabilidad de su propia conducta ni utilice su asiento para debilitar estas normas internacionales”, indicaron las organizaciones firmantes.
Por su parte, el exilio cubano en Miami también condenó la elección de Cuba como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y acusó de complicidad en el “oprobio” a países de la Unión Europea.
“Poner a Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es como poner a Jack el Destripador en un comité para acabar con la violencia de las armas blancas en Londres”, dijo a la agencia EFE John Suárez, director del Centro para una Cuba Libre.
Es “un hecho oprobioso. Una tergiversación del sentido mismo de tener un Consejo de Derechos Humanos”, declaró Orlando Gutiérrez, líder del Directorio Democrático Cubano.
El director de Human Rights Watch (HRW) para Naciones Unidas, Louis Charbonneau, aseguró que “si hubiera habido candidatos adicionales, China, Cuba y Rusia podrían haber perdido”. Apuntó, además, que la incorporación de estos países, que según él no se merecen estar en dicha institución, “no evitará que el consejo arroje luz sobre los abusos y defienda a las víctimas”.
“De hecho, al estar en el Consejo, estos abusadores estarán directamente en el centro de atención”, agregó.
Bolivia, China, Costa de Marfil, Cuba, Francia, Gabón, Malawi, México, Nepal, Pakistán, Rusia, Senegal, Ucrania, Uzbekistán y el Reino Unido son los quince países que, finalmente, entrarán en el órgano por tres años a partir del próximo 1 de enero.
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