El presidente estadounidense, Donald Trump, puede recibir el alta de su convalecencia por COVID-19 este lunes, si sus síntomas siguen mejorando y se mantiene activo, con una saturación de oxígeno en sangre adecuada y sin fiebre, indicó Brian Garibaldi, uno de los miembros del equipo médico del hospital militar en el que se encuentra.
Garibaldi indicó este domingo en rueda de prensa desde el hospital militar de Walter Reed que si Trump mantiene su actividad, movilidad y se mantiene sin problemas respiratorios “podría ser dado de alta mañana”. “Nuestro plan es que esté fuera de la cama todo lo posible para que tenga movilidad y, si sigue sintiéndose bien hoy, nuestro plan es que pueda ser dado de alta mañana y volver a la Casa Blanca, donde continuará su tratamiento”, detalló.
“Está evolucionando muy bien y si continúa así volveremos a la Casa Blanca”, añadió el médico personal del presidente, Sean Conley, quien confirmó que el mandatario fue conectado a oxígeno suplementario el viernes por la mañana al experimentar una caída de los niveles en sangre, una caída que se repitió con menor gravedad el sábado. De hecho, explicó que si bien que el nivel de saturación de oxígeno en la sangre de Trump bajó dos veces desde su diagnóstico, nunca estuvo por debajo del 90%.
El tratamiento
Los médicos explicaron que, además de seguir hoy con el tratamiento del antiviral Remdesivir, Trump ha comenzado a recibir el corticoesteroide dexametasona para evitar nuevos episodios de caída de oxígeno en sangre, que en ningún momento, según Conley, bajó del 90 por ciento. La dexametasona es un esteroide, un tipo de medicamento que ha demostrado eficacia en pacientes de COVID-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.
Además, el presidente recibirá hoy una tercera dosis de Remdesivir dentro de un plan de cinco días y el viernes le fue suministrado un cóctel de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron.
El médico especialista pulmonar aseguró que están vigilando las funciones cardíacas, hepáticas y los riñones de Trump y la evaluación muestra “hallazgos normales o mejorados”.
Trump no ha mostrado dificultades respiratorias desde el sábado y no ha tenido fiebre, por lo que los doctores reiteraron su optimismo sobre su evolución. Conley también añadió que en los escáneres pulmonares que se le han practicado a Trump solo han visto “hallazgos esperados” y no hay “mayores preocupaciones clínicas” a ese respecto.
Más temprano, el mandatario se mostró activo en las redes sociales y gradeció la vigilia protagonizada esta madrugada por decenas de sus seguidores frente al Hospital. “¡Muchas gracias!”, ha escrito Trump en su cuenta de Twitter sobre un vídeo de la concentración divulgado por el asesor de prensa de la Casa Blanca, Dan Scavino.
Ayer, en un video de más de 4 minutos, el mandatario llevó tranquilidad a los norteamericanos. “Llegué aquí, no me sentía bien. Me siento mucho mejor ahora”, dijo. “Estamos trabajando duro para que vuelva (...) Creo que volveré pronto y espero terminar la campaña tal como la inicié”, agregó, con semblante relajado, vistiendo una camisa con el cuello abierto y una chaqueta azul.
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