El expresidente demócrata de Estados Unidos Jimmy Carter celebra hoy, jueves 1 de octubre, su cumpleaños número 96, que lo mantiene, por lejos, como el más longevo de los 44 hombres que ocuparon el cargo estadounidense más importante.
Carter planea celebrar su nuevo aniversario en su casa de Plains, Georgia, con su esposa Rosalynn Carter, con quien se encuentra casado desde hace 74 años, según informó una portavoz del Centro Carter, la organización sin fines de lucro con sede en Atlanta fundada por el expresidente y su esposa en 1982, dos años después de que el demócrata perdiera su reelección ante el republicano Ronald Reagan.
El 39° presidente de los Estados Unidos, que gobernó el país entre 1977 y 1981, se ha alejado en gran medida de los ojos de la opinión pública en medio de la pandemia de Covid-19 y sus propios problemas de salud, que lo tuvieron a maltraer en 2019. Anteriormente, sobrevivió a un duro diagnóstico de cáncer cerebral en 2015. Sin embargo, Carter aún se encuentra vinculado a la política de manera silenciosa desde su casa y, a través de su Centro, en la salud pública y la defensa de los derechos humanos en todo el mundo.
Carter respaldó el pasado martes a su compañero demócrata y reverendo Raphael Warnock en su carrera por obtener un lugar en el Senado de los Estados Unidos como representante de Georgia, en las elecciones a desarrollarse el próximo noviembre. El anuncio lo alineó con otro ex presidente, Barack Obama, y otros representantes del Partido Demócrata que también expresaron su apoyo a Warnock en su carrera interna partidaria contra Matt Lieberman, cuyo padre fue el candidato a vicepresidente del partido en los comicios del 2000.
Pese a que exmandatario se mantuvo neutral en las primarias presidenciales demócratas de 2020, recibió llamadas y visitas de múltiples candidatos que lo convencieron de tomar partido por algún contendiente en la carrera por llegar al Salón Oval de la Casa Blanca. Jimmy y su mujer Rosalynn, de 93 años, grabaron discursos para la Convención Nacional virtual de los demócratas, instando a la elección del candidato Joe Biden, quien era un joven senador de Delaware cuando Carter ganó la presidencia en 1976.
“Joe Biden fue mi primer y más efectivo partidario en el Senado”, dijo Carter en la convención. “Durante décadas, ha sido un amigo leal”, agregó.
Carter también fue foco de atención recientemente tras la muerte de la jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg. El ganador del Premio Nobel de la Paz en 2002 es el único presidente desde 1850 que no ha hecho una sola nominación al Tribunal Supremo, mientras que sí reformó los tribunales inferiores con un número récord de nominaciones de mujeres y juristas no blancos, con Ginsburg como uno de los casos más notables.
En 1980, Carter eligió a Ginsburg, por entonces la abogada de derechos civiles más exitosa del país, para la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia, considerado el segundo tribunal más alto del país. Fue la segunda mujer nominada por Carter para el circuito de DC, lo que la preparó para un ascenso a la Corte Suprema 13 años después.
Quizás lo más importante entre las maniobras electorales de Carter y su organización en 2020 es la designación a Estados Unidos como una democracia “reincidente”. El Centro anunció después de la convención demócrata que dedicaría recursos para garantizar elecciones libres y justas en los Estados Unidos en noviembre.
El Centro ha supervisado más de 110 elecciones en 39 países desde 1989, pero se trata de un acontecimiento sorprendente para la institución centrarse en el país de origen de Carter, la principal superpotencia democrática del mundo desde la Segunda Guerra Mundial. El acontecimiento se da en el marco de las reiteradas dudas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la integridad del sistema de votación del país, disparando regularmente acusaciones sobre el proceso de elección y afirmando que el sistema está “amañado” en su contra.
Recientemente, en el primer debate presidencial del martes por la noche con Biden, Trump sembró dudas sobre los posibles resultados de las elecciones y llamó a sus seguidores a “ir a las urnas y observar con mucho cuidado”.
Al explicar la decisión de monitorear una elección en EE. UU., el Centro Carter comunicó que las democracias “reincidentes” se “caracterizan a menudo por la polarización, la falta de confianza pública, las divisiones étnicas o raciales y la injusticia, y temen que los resultados de las elecciones no se consideren creíbles o que podrían desencadenar violencia”.
Carter no ha abordado recientemente las declaraciones de Trump de manera directa y, según una portavoz, no concederá entrevistas antes de las elecciones. Sin embargo, durante su último ayuntamiento anual en el Centro Carter, afirmó que sería “un desastre tener cuatro años más de Trump”.
Ponerse del lado de Biden contra Trump no es sorprendente para un expresidente demócrata, pero implica el olvido de Carter sobre una de sus propias observaciones recientes acerca de la presidencia. Semanas antes de su 95° cumpleaños el año pasado, el exmandatario aludió a la avanzada edad de varios candidatos en ese momento. Trump, de 74 años, podría convertirse en el presidente de mayor edad que haya tomado posesión para un segundo mandato. Mientras que Biden, de 77 años, sería el presidente en funciones más antiguo de la historia, llegando a 82 cerca del final de un posible primer mandato.
“Espero que haya un límite de edad”, dijo Carter en su ayuntamiento cuando se le preguntó si volvería a postularse. Luego, más serio, expresó: “Si tuviera solo 80 años, si tuviera 15 años menos, no creo que pudiera asumir los deberes que viví cuando era presidente”.
Con información de AP