“Estamos observando la situación muy fuertemente. Tenemos buenas relaciones en esa área, veremos si podemos detenerlo”, dijo Donald Trump sobre el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno Karabaj.
Ambos países se acusan mutuamente de iniciar este domingo los combates en la región en disputa. Armenia ha reconocido 16 militares muertos y un centenar de heridos, mientras que Azerbaiyán solo ha informado de cinco civiles fallecidos en los bombardeos. Además, Azerbaiyán asegura que ha “liberado” siete localidades de la región, bajo control Armenio desde principios de la década de 1990. La zona estaba bajo jurisdicción azerí desde la época soviética a pesar de contar con población armenia.
Estados Unidos se unió el domingo a los llamamientos globales para que Armenia y Azerbaiyán pongan fin a los enfrentamientos mortales que han estallado en la disputa de décadas sobre la región separatista.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que se había puesto en contacto con los dos países “para instar a ambas partes a que cesen las hostilidades de inmediato, a que utilicen los vínculos de comunicación directa existentes entre ellos para evitar una mayor escalada y evitar retóricas y acciones inútiles”.
“Estados Unidos cree que la participación en la escalada de violencia por parte de partes externas sería profundamente inútil y sólo exacerbaría las tensiones regionales. Instamos a las partes a que trabajen con los copresidentes del Grupo de Minsk para volver a las negociaciones lo antes posible. Como Copresidente del Grupo de Minsk de la OSCE, Estados Unidos sigue comprometido a ayudar a las partes a lograr una solución pacífica y sostenible del conflicto”, agregó el comunicado estadounidense.
En la misma línea que EEUU se pronunció la ONU. El secretario general Antonio Guterres llamó a “cesar de inmediato los combates y a regresar cuanto antes a negociaciones significativas”. Además, manifestó su intención de reunirse con el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.
Tensiones regionales
Los dos bandos intercambian desde hoy a la mañana disparos de artillería, desplegaron blindados y Azerbaiyán realizó bombardeos aéreos.
El ministro de Defensa de Azerbaiyán aseguró que había conquistado una media docena de pueblos bajo control armenio, unas informaciones desmentidas por Ereván. Bakú reivindicó igualmente la toma de control de una montaña estratégica.
El presidente de la república autoproclamada de Karabaj, Arayik Harutyunyan, admitió en cambio que “se perdieron posiciones”.
El ministro armenio de Defensa indicó que “unos 200 militares azeríes han muerto”. Estas afirmaciones no pudieron ser verificadas por fuentes independientes.
Un conflicto mayor entre Armenia y Azerbaiyán podría generar la intervención de potencias rivales en la región del Cáucaso, como Rusia y Turquía. Así, los enfrentamientos alrededor de Nagorno Karabaj alimentan las tensiones regionales desde hace 30 años.
El primer ministro armenio denunció el domingo una “injerencia” turca en el conflicto, ya que el presidente Recep Tayyip Erdogan, aliado tradicional de Azerbaiyán, renovó su apoyo a Bakú ante “la agresión” de Armenia. Los separatistas acusaron igualmente a Ankara de haber proporcionado armas y mercenarios.
Ningún bando dio explicaciones detalladas sobre este repunte de la violencia. Cada uno afirmó que había replicado a las provocaciones del otro. Ambos difundieron ademas imágenes de las destrucciones provocadas en el bando enemigo: tanques azeríes en llamas, bombardeos contra artefactos armenios. Y tanto Armenia como Azerbaiyán declararon la ley marcial. Ereván decretó incluso la movilización general. En Bakú, y en otras grandes ciudades, se impuso un toque de queda nocturno.
Un viejo conflicto
Las dos antiguas repúblicas soviéticas están en conflicto desde hace décadas por la región secesionista de Nagorno Karabaj, donde a principios de los años 1990 una guerra causó 30.000 muertos. Desde entonces Bakú quiere recuperar el control. Las negociaciones de paz están en punto muerto desde hace años.
Separatistas y azeríes se enfrentan de forma recurrente, pero también lo hacen directamente Armenia y Azerbaiyán.
Estos dos países ya se enfrentaron en su frontera norte el pasado mes de julio en los combates más graves desde 2016 y que hicieron temer la desestabilización de la región.
Olesya Vartanyan, experta del International Crisis Group, sostuvo a la AFP que esta nueva escalada se explica en especial por la ausencia de una mediación internacional activa. “Desde la epidemia del coronavirus, el conflicto ha sido olvidado, y los diplomáticos ya no van ni a Bakú ni a Ereván, ni siquiera tras los enfrentamientos de julio” pasado, lamentó.
Azerbaiyán cuenta con inmensas reservas de petróleo, lo que le permite cuantiosos gastos militares.
Armenia, mucho más pobre, es un país más cercano a Rusia, que tiene ahí una base militar. Ereván pertenece a una alianza político militar dirigida por Moscú, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
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