Juan Verde: “Si gana Biden se avecina un momento de ilusión para la relación bilateral entre Estados Unidos y Latinoamérica”

El presidente y fundador de Americans Abroad for Biden dialogó con Infobae sobre las próximas elecciones y la vital importancia que tendrá el voto latino. También se refirió a la crisis venezolana: “La comunidad internacional tiene que formar un frente común ante el régimen”

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Juan Verde opinó que una victoria de Joe Biden mejorará las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Latinoamérica

Juan Verde es presidente y fundador de Americans Abroad for Biden, “la organización de americanos a favor de Biden”, que colabora de manera cercana con la campaña del candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Si bien aclara que “no es miembro de la actual campaña”, el reconocido estratega internacional para el sector privado y público es un gran conocedor de la política doméstica tras haber colaborado para los ex presidentes Bill Clinton y Barack Obama, y para la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, entre otros funcionarios.

En diálogo con Infobae, el español, quien además es una de las personalidades más influyentes del mundo en la lucha contra el cambio climático, analizó el proceso electoral en Estados Unidos de cara a las elecciones del próximo 3 de noviembre, la importancia del voto latino, y también se refirió a las principales cuestiones que preocupan por estos días a América Latina como la crisis venezolana.

“Si gana Biden se avecina un momento ilusionante para la relación bilateral entre Estados Unidos y Latinoamérica. Me atrevería a decir que sería el comienzo de una nueva era”, aseveró Verde, quien recordó que el aspirante demócrata a la Casa Blanca fue el vicepresidente norteamericano que más ha viajado a la región.

Juan Verde es presidente y
Juan Verde es presidente y fundador de la organización "Americans Abroad for Biden"

“No hay que contarle lo que es Latinoamérica (...) Durante el mandato de Obama, como vicepresidente, él tuvo como responsabilidad la política exterior con Latinoamérica; conoce a la inmensa mayoría de los jefes de Estado, conoce personalmente a la inmensa mayoría de los países, y sé perfectamente bien, por las conversaciones que he tenido con él, que entiende perfectamente bien la idiosincrasia latinoamericana y el momento histórico en el que estamos”, subrayó.

Consultado sobre la crisis venezolana, el presidente y fundador de “Americans Abroad for Biden” opinó que lo que están viviendo los venezolanos es una “catástrofe humanitaria”. Sostuvo que “la comunidad internacional tiene que unir esfuerzos y formar un frente común ante el régimen venezolano”, y destacó los intentos que ha hecho en los últimos años el Partido Demócrata para iniciar un proyecto de ley para darle asilo político a los venezolanos en Estados Unidos.

-En las elecciones de 2016 el voto latino ha tenido una gran incidencia en la victoria de Donald Trump, quien sorpresivamente se quedó con el estado de la Florida. ¿Para los próximos comicios cuál es la lectura respecto al voto de esa comunidad?

-El voto hispano es absolutamente determinante en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En los últimos cuatro ciclos electorales presidenciales, ha ido en aumento la importancia de este voto. En estas elecciones sabemos que va a ser absolutamente determinante en cuanto a que, para empezar, si el mismo número de hispanos que votaron por Hillary Clinton y que votaron por Obama, votan por Biden, ganamos las elecciones. Con eso ya te puedo decir lo determinante que es. Al final la batalla son ocho, nueve estados, que son los estados indecisos. De esos, cuatro tienen una composición demográfica donde los hispanos juegan un papel muy importante: Pensilvania, Florida, Virginia y Texas. Por primera vez en 50 años Texas se puede considerar esta vez un estado indeciso. Sin Florida es imposible para el presidente Trump salir reelegido. En un estado donde se calcula que hay aproximadamente un 3% de indecisos, el tener un control o una mayoría del voto hispano te puede representar la diferencia entre ganar y perder. El voto hispano ya no es una promesa, es una realidad. El presidente del Partido Demócrata se llama Tom Perez, con un apellido hispano. Hoy, más que nunca, el grupo de congresistas hispanos hoy es mayor que nunca en la historia. Y lo que tenemos por primera vez en la historia es un número, sin parangón alguno, de representantes a nivel estatal, a nivel de senadores, de congresistas, en el Congreso.

-Falta aproximadamente un mes y medio para las elecciones. ¿Cómo vienen las encuestas para el Partido Demócrata?

-Las encuestas a nivel nacional son muy positivas. A día de hoy estamos ocho puntos por encima de Donald Trump, con un margen de error de un 3 a un 5 por ciento. Esa es la buena noticia. La mala es que esa es una foto estática de este momento, y faltan aproximadamente 43 días. Nosotros estamos trabajando como si estuviésemos por detrás y estuviésemos perdiendo porque ya en las últimas elecciones con Hillary Clinton no se cumplieron los pronósticos de las encuestas. Para ser específico, el día antes, desde la campaña de Hillary monitorizamos 19 encuestas nacionales diarias, de las cuales 17 nos daban la victoria, y perdimos. Entonces no podemos, bajo ningún concepto, pensar que está ya está hecho.

Juan Verde aseguró que el voto latino será "absolutamente determinante en las elecciones presidenciales de Estados Unidos"

-En caso de llegar Biden a la Casa Blanca, ¿cómo crees que será su enfoque hacia América Latina, y cuáles son las mayores preocupaciones en la región?

-Si bien no hablo en representación del portavoz de la campaña, sí puedo decir que si gana Biden se avecina un momento ilusionante para la relación bilateral entre Estados Unidos y Latinoamérica. Me atrevería a decir que sería el comienzo de una nueva era. Donald Trump durante cuatro años sólo ha hablado de Latinoamérica, sólo ha habido retórica, pero no ha habido un mayor acercamiento, no ha habido un fortalecimiento de las relaciones con los países principales: con México se ha deteriorado, con Brasil, con Argentina, con Chile y Colombia. Yo creo que lo que viene es una era de grandes oportunidades porque al ex vicepresidente Biden no hay que contarle lo que es Latinoamérica. Es el vicepresidente de Estados Unidos que más ha viajado a Latinoamérica. Durante el mandato de Obama, como vicepresidente, él tuvo como responsabilidad la política exterior con Latinoamérica; conoce a la inmensa mayoría de los jefes de Estado, conoce personalmente a la inmensa mayoría de los países, y sé perfectamente bien, por las conversaciones que he tenido con él, que entiende perfectamente bien la idiosincrasia latinoamericana y el momento histórico en el que estamos. Esta pandemia va a tener un impacto muy fuerte para la región, y en ese sentido yo creo que hace falta un presidente que entienda que tenemos mucho que ganar si colaboramos, si fomentamos la integración económica, si tenemos una relación mucho más fuerte, y mucho que perder si no lo hacemos porque hoy más que nunca Latinoamérica y el futuro, la estabilidad, económica de Latinoamérica, en mi opinión, está absolutamente atada al futuro económico de Estados Unidos. Biden tiene en mente un gran Plan Marshall para Centroamérica, lleva años trabajando en este tema. Hay una correlación directa entre la estabilidad económica, el desarrollo económico de Centroamérica, y la inmigración ilegal en Estados Unidos y, por supuesto, la falta de estabilidad en cuanto al crimen, a las bandas organizadas, el tráfico de drogas en la región. Más allá de eso, de cara a Sudamérica, yo creo que hay una gran oportunidad porque Biden ha dicho que no podemos seguir teniendo desde Estados Unidos una absoluta dependencia en Asia y especialmente del mercado chino. En ciertos sectores estratégicos, como el sector energético, sector de medicamentos, y también las cadenas de suministros… Estados Unidos hoy por hoy el 95% de todos los antibióticos que importa vienen de China; el 62% de los equipos médicos de los hospitales vienen de China. Yo ya no veo a Estados Unidos mendigando mascarillas, mendigando equipos médicos. Sabemos que se va a tener que reubicar gran parte de la cadena de suministro mundial que abastece a Estados Unidos. Y en estos sectores que he mencionado anteriormente, la energía, la fabricación en sectores estratégicos, e incluso para Argentina puede ser muy importante el desarrollo potencial que hay en el litio y otros minerales estratégicos para el futuro de Estados Unidos, donde las compañías norteamericanas y los fondos norteamericanos van a tener todos los incentivos habidos y por haber para restablecer la relación con estos países y reubicar la cadena de suministros y la fabricación de productos estratégicos, el desarrollo, y la explotación de minerales estratégicos en Latinoamérica.

-Este Plan Marshall que mencionas para Centroamérica, ¿en qué consistiría?

-La idea es rescatar el gran plan que tenía Biden durante la administración Obama, de un plan de inversión de más de 10.000 millones de dólares para los países centroamericanos. Fomentar e incentivar la inversión extranjera norteamericana en estos países; crear las condiciones propicias para que no sólo Estados Unidos, sino otros países europeos también atraigan, puedan venir a establecerse a estos países, a generar empleos, actividad económica. Un plan preferencial para la región en cuanto a comercio. Hoy por hoy son numerosos los países que tienen un Tratado de Libre Comercio, pero no todos. En la región hay varios que no lo tienen, entonces sería ampliar… Por lo menos si no es un Tratado de Libre Comercio, que las condiciones sean preferenciales para que se fomente una mayor estabilidad económica en estos países, entendiendo que eso tiene una correlación directa con la estabilidad económica de Estados Unidos. Para mí lo importante de esto es entender que nuestros destinos van de la mano. Eso es lo que ha faltado: ha faltado entender, una vez más, que el futuro de Latinoamérica y el desarrollo económico, la reconstrucción económica de la región, por llamarla de alguna forma, tiene que hacerse de la mano de Estados Unidos y tenemos que trabajar codo a codo, juntos.

Juan Verde también colaboró para
Juan Verde también colaboró para el gobierno de Barack Obama

-¿Esta sería parte de la política migratoria de Biden para frenar la inmigración ilegal?

-Si, efectivamente. Y no es una idea nueva. Es una idea en la que él ya trabajó en su momento, el Congreso de Estados Unidos no la aprobó en los últimos años de su mandato. Estamos ante un momento de coyuntura histórica porque no solo podemos y deberíamos ser capaces de ganar las elecciones el 3 de noviembre, sino que podríamos y deberíamos ser capaces también de tener control en el Senado. Si somos capaces de ganar el Senado y la presidencia, ya tenemos el Congreso, se podrían hacer grandes cosas. Nos permitiría llevar adelante estos grandes proyectos ambiciosos, particularmente el que se refiere a una mayor alianza estratégica con la región latinoamericana.

-¿Sobre qué otras cuestiones se está trabajando en materia de política migratoria?

-Más allá de la reforma migratoria, hay una serie de frentes importantes que afectan a la región, y uno de ellos es que Estados Unidos tiene que volver a restablecer su credibilidad ante la comunidad internacional. Los últimos cuatro años han sido nefastos porque Estados Unidos ha perdido credibilidad, unilateralmente ha salido de grandes organizaciones como la Organización Mundial de la Salud, en mitad de una pandemia nos hemos ido; hemos abandonado el Acuerdo de París, hoy por hoy somos la única economía importante del mundo que no lo ha ratificado. Hemos abandonado nuestro apoyo en Naciones Unidas; hemos establecido un distanciamiento con nuestros aliados estratégicos, como ha sido siempre Europa. En Latinoamérica la relación creo que ha dejado mucho que desear. Entonces gran parte de las medidas que se tienen que tomar creo que es mandar una señal al resto del mundo, que esto es un nuevo orden y lo que ha pasado en los últimos cuatro años fue un paréntesis y Estados Unidos vuelve a la mesa, vuelve a la negociación, vuelve al diálogo, sobre todo entendiendo que hoy, más que nunca, es absolutamente necesario para la región latinoamericana y para el mundo entero colaborar. ¿Cuáles son los retos del siglo XXI a los que nos enfrentamos? Nos enfrentamos a la pandemia, al cambio climático, al terrorismo, a la evasión de capitales. Todos estos problemas tienen un denominador común, y es que solo se pueden arreglar conjuntamente. Es imposible pensar que el cambio climático se puede enfrentar actuando de manera unilateral; es imposible pensar que el terrorismo lo podemos resolver en Estados Unidos solamente. Yo creo que de cara a este nuevo comienzo de este nuevo orden mundial, va a ser muy positivo para la región. Y por último te diría el cambio climático. Tenemos un gran y muy ambicioso proyecto para que Estados Unidos lidere al resto del mundo en cuanto a la lucha contra el cambio climático como una oportunidad bajo la cual desarrollar el plan de reconstrucción de Estados Unidos. Europa ya ha aprobado el plan que tiene que ser bajo una economía verde, nosotros queremos ir incluso más allá, que sea el eje principal del plan de reconstrucción económico para el país, apostado por una inversión de un trillón de dólares. Jamás antes se habrá invertido tanto dinero en tan poco tiempo en un solo sector económico estratégico. Esto va a ser absolutamente disruptivo. Porque eso conlleva a un nuevo modelo económico que apuesta por la eficiencia energética, por la movilidad de los carros eléctricos, por la eficiencia en la edificación, en la construcción. Y sobre todo de cara a la región apuesta a un apoyo al gas natural, y por supuesto a las energías renovables que van a estar muy impulsadas por Estados Unidos en la región.

-Un tema que preocupa a la comunidad latina en Estados Unidos es la situación en Cuba. Durante su Gobierno, Obama impulsó un histórico acercamiento con la isla. ¿Qué política hacia Cuba tendrá un eventual gobierno de Biden?

-Creo que es muy prematuro hablar o decir qué se puede esperar por parte de esa relación bilateral Estados Unidos-Cuba. Pero yo sí diría dos cosas, y particularmente a la comunidad cubano-americana, o incluso a la comunidad venezolana, los cuales han estado oyendo falsas noticias, los fake news por parte del Partido Republicano acusando a Biden de ser un socialista, un comunista. Estas personas vienen de sistemas dictatoriales, donde deberían ser capaces de reconocer lo que es un dictador. Un dictador es una persona como el señor Trump que ataca los derechos civiles, ataca la libertad de prensa, la libertad democrática. Por ejemplo, hoy sabemos que no hay en el Partido Republicano, ha decidido no tener una plataforma con ideas por parte del partido. Sólo están las ideas del presidente. Bajo cualquier prisma, bajo cualquier indicador, esa es la actuación, ese es el comportamiento de un dictador. Versus alguien como Biden que ya fue vicepresidente. Con Obama ni el país se volvió comunista, ni el país se volvió socialista, ni abandonó sus valores democráticos. Todo lo contrario. Lo que está bajo acoso y derribo y asalto continuo hoy son los valores democráticos bajo este régimen republicano. Esa es la reflexión que deberían hacer los cubanos y los venezolanos.

La opinión de Juan Verde sobre la crisis venezolana y la relación entre EEUU y Cuba

-Y respecto a la crisis venezolana, ¿cuál es su opinión?

-No sé cuál es la postura específica de la campaña, pero lo que sí sé, como opinión personal, es que hemos tenido cuatro años bajo Trump donde sólo ha habido retórica de cara a Venezuela. Pero yo invito a cualquier persona objetiva, con una visión crítica, desde un punto de vista constructivo, a que haga un análisis real sobre qué ha hecho Estados Unidos para acabar con el régimen de Maduro en los últimos cuatro años. Yo diría que nada. ¿Por qué nada? Porque el señor Trump sabe perfectamente que no hay votos, que sus votos más fieles son personas que no van a apoyar nunca ni una invasión, ni van a apoyar ningún tipo de medida de mano dura contra Venezuela y contra Maduro. El eslogan de Trump es “America first”, y ha dicho que iba a sacar a las tropas de todos los países, y lo ha estado haciendo. Se ha distanciado de Europa, de la OTAN, de las Naciones Unidas. O sea, ha estado pensando en claves absolutamente nacionalistas e insularistas, por decirlo de alguna forma. Estados Unidos se ha convertido en una isla en cuanto a la comunidad internacional. ¿Qué hace pensar que este señor estaría dispuesto a mandar tropas a Venezuela cuando su base no lo apoyaría jamás? Pero sí ha hablado mucho, pero hacer, ha hecho muy poco. Yo creo que es momento de darle una oportunidad a un nuevo líder que verdaderamente entienda que es inaceptable una dictadura en Venezuela, que es inaceptable que no haya respeto a los derechos humanos, que no se respeten los valores democráticos. Queremos un gran cambio verdadero en Venezuela.

-Ya son más de cinco millones los venezolanos que se han exiliado. Más de 300.000 se calcula que están en Estados Unidos, y desde diversos sectores se ha presionado para que se les otorgue el asilo político. ¿Qué análisis haces al respecto?

-A los hechos me remito. El Partido Demócrata ha sido el único en los últimos cuatro años que no una ni dos, sino en numerosas ocasiones ha intentado iniciar un proyecto de ley para darle asilo político a los venezolanos en Estados Unidos. El último la semana pasada liderado por el senador Menéndez en Nueva Jersey. Muerto por la falta de apoyo republicano. ¿De qué estamos hablando? ¿Quién verdaderamente es el amigo de los venezolanos en Estados Unidos? ¿Cuál es el Partido que está apoyando a los venezolanos en Estados Unidos? El Partido Demócrata es el único que ha tomado cartas en el asunto, es el único que está viendo la catástrofe humanitaria que existe por parte de esos millones y millones de venezolanos que han tenido que salir, muchas veces con lo puesto, caminar durante meses, y que han llegado hasta el cono sur, hasta la frontera con Estados Unidos. Eso es una tragedia. Pero también podemos hablar de los cientos de miles de venezolanos que están hoy en día en una situación absolutamente incierta en Estados Unidos. Ellos son los que verdaderamente necesitan un apoyo por parte del gobierno de Estados Unidos. El Partido Demócrata una y otra vez ha dicho que se les tiene que dar asilo político.

-¿Cuál es su opinión respecto al informe publicado la semana pasado por la ONU sobre las violaciones de derechos humanos en Venezuela?

-El informe es absolutamente acertado. Quizás se quede corto. Es un indicador más del hecho de que Venezuela está hoy en manos de un grupo dictatorial, liderado por alguien como Maduro que no tiene intención alguna de darle la más mínima oportunidad a un sistema democrático. Eso es absolutamente inaceptable en el siglo XXI. La comunidad internacional tiene que unir esfuerzos, tenemos que tener un frente común ante el régimen venezolano.

-Por último, la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, ha venido alertando sobre la creciente presencia de China, Rusia e Irán en América Latina. ¿Qué impacto tendrá esta mayor influencia de esos países de cara al futuro?

-En relación a China, independientemente de quien gane las elecciones el 3 de noviembre, nos vamos a un mundo mucho más polarizado, un mundo de dos grandes potencias: Estados Unidos y China. Esto se va a reflejar en un mundo muy distinto desde el 5G, al comercio exterior, a cadenas de suministro, a la política, a la política exterior, a la colaboración, a las entidades multilaterales. Desafortunadamente no veo una resolución a corto plazo; lo que sí va a haber es un gran cambio de estilo. Hoy por hoy ha habido una confrontación donde no hay un diálogo, donde no hay equipos trabajando en buscar áreas de interés común por parte de China y Estados Unidos. Versus, si gana Biden yo creo que entraríamos en una era donde desde luego se va a respetar el mercado norteamericano, se va a exigir que las reglas sean justas e iguales para todos, se va a intentar acabar con las subvenciones ilegales, y todas las prácticas poco éticas e irregulares por parte de China en el comercio exterior, y va a haber un líder fuerte que va a defender los intereses de Estados Unidos de Latinoamérica. Pero yo creo que el mundo de cara al futuro va a ser muy distinto al que ha sido hasta ahora en ese sentido. Rusia e Irán creo que son una extensión de esa explicación. Creo que vamos a ver una vez más un Estados Unidos que va a actuar de forma firme, contundente, clara, pero lo va a hacer buscando consenso, buscando aliados, buscando áreas de colaboración, y no lo que tenemos ahora, que es simplemente un abandono y un vacío de poder por parte de Estados Unidos.

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