Donald Trump instó a cubrir “sin demora” la vacante de Ruth Bader Ginsburg en el Tribunal Supremo

El presidente de Estados Unidos afirmó que el reemplazo de la magistrada liberal “seguramente será una mujer”

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Donald Trump (REUTERS/Tom Brenner)
Donald Trump (REUTERS/Tom Brenner)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó este sábado a los republicanos a cubrir “sin demora” la vacante dejada en el Tribunal Supremo tras la muerte ayer de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg a los 87 años.

Dirigiéndose al Partido Republicano, Trump tuiteó: “Se nos ha puesto en una posición de poder e importancia para tomar decisiones por la gente que nos eligió con orgullo, de las que la más importante ha sido considerada durante largo tiempo la selección de los jueces del Tribunal Supremo de EEUU. ¡Tenemos esta obligación, sin demora!

Más tarde, en una charla con periodistas en Washington, el mandatario afirmó: “Tendremos un nominado muy pronto”, y agregó: “Lo más probable es que sea una mujer”.

Hay dos nombres de mujeres que suenan entre las posibilidades del mandatario. Una de ellas es Amy Coney Barrett, de 48 años y criada en un barrio popular de Nueva Orleans, estudió en un liceo católico, siguió una brillante carrera estudiantil en una institución de la iglesia Presbiteriana en Tennessee y finalmente se graduó en la universidad Notre Dame, en Indiana. Se desempeño como asistente de Antonin Scalia, un juez conservador de la Corte Suprema fallecido en 2016.

Ruth Bader Ginsburg, en agosto
Ruth Bader Ginsburg, en agosto de 2019. REUTERS/Lindsay DeDario/File Photo

La otra es Joan Larsen, una magistrada de la corte de apelaciones de Cincinatti de 51 años que ganó fama de fuerte conservadora, opuesta a la concesión de mayores derechos a los homosexuales y partidaria de la firmeza en materia de detención penal. También fue asistente del juez Scalia, profesora de derecho de la universidad de Michigan y se desempeñó en la Corte Suprema del estado de Michigan.

La muerte este viernes de Ginsburg ha desatado un pulso entre republicanos y demócratas sobre la búsqueda de un sustituto, un asunto que cambiará radicalmente la dinámica de la campaña para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Anoche, tras conocer su fallecimiento, el presidente no hizo mención a esta pugna y se limitó a alabar la figura de la jueza.

El Tribunal Supremo de EEUU está compuesto por nueve magistrados con puestos vitalicios que tienen el poder de cambiar las leyes del país durante décadas. En concreto, juegan un papel crucial en temas como el aborto, los derechos de los migrantes, la privacidad, la pena de muerte y la tenencia de armas.

Los magistrados son nombrados por el presidente y tienen que ser confirmados por el Senado.

Para la derecha cristiana, el Tribunal Supremo es un asunto central y, por eso, este mismo mes, Trump renovó su promesa de nombrar a jueces que se opongan al aborto y prometan proteger el derecho a portar armas.

La gente despide a Ruth
La gente despide a Ruth Bader Ginsburg (REUTERS/Joshua Roberts)

Poco después del anuncio de la muerte de Ginsburg, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, publicó un comunicado en el que se comprometió a someter a voto al candidato que Trump seleccione para el Tribunal Supremo.

Para confirmar a un nuevo juez, McConnell necesita una mayoría simple, algo que podría conseguir si 53 de los 100 senadores republicanos se mantienen fieles a Trump. No obstante, el proceso de confirmación podría complicarse si hay deserciones entre los senadores republicanos más moderados.

Por su parte, el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, consideró anoche que el presidente de EEUU que salga elegido en las urnas el 3 de noviembre deber ser quien elija a un sustituto para Ginsburg.

Hasta el fallecimiento de la jueza, el alto tribunal contaba con 5 magistrados conservadores y 4 progresistas.

Trump logró en su primer año como presidente que la mayoría republicana en el Senado diera luz verde a su primer nominado para el Supremo, el juez Neil Gorsuch, y después, el 6 de octubre de 2018, consiguió lo mismo para que Brett Kavanaugh, acusado de abusos sexuales, se pusiera la toga en el alto tribunal.

(Con información de EFE)

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