La situación financiera de la campaña del Presidente Donald Trump no atraviesa su mejor momento. Lejos del hito que meses atrás lo convirtió en el candidato que recaudara la mayor cantidad de millones de dólares para una campaña en la historia, hoy el mandatario y su equipo están tomando decisiones difíciles como disminuir la cantidad de anuncios televisivos en estados clave, porque su cuenta de banco está más flaca de lo que esperaban.
Por el contrario, Joe Biden está en su mejor momento financiero. El candidato que comenzó siendo el que menos dinero recaudó durante las primarias, logró en agosto superar en recaudación a su contrincante republicano en 154 millones de dólares. Pero en los 46 días que faltan para la elección general, todo puede cambiar.
Trump pareciera tener un as bajo la manga. Los super donantes republicanos, que hasta ahora no jugaron un papel protagónico en la contienda, pueden salir al rescate.
El Presidente empezó a recaudar dinero para su reelección antes de asumir su cargo en enero de 2017. Desde entonces, alcanzó el número récord de 1.210 millones de dólares, la mayor parte de donantes pequeños. El número es impresionante, y definitivamente muy superior a los 750 millones recaudados por Joe Biden.
El problema es que a un mes y medio de la contienda, el Presidente ha gastado casi la totalidad del dinero que tenía en sus arcas y, a diferencia de Biden que se encuentra en alza en recaudaciones, los ingresos disminuyeron. Esto ha hecho que en lo que va de septiembre, la campaña de Biden haya gastado el doble de dinero en comerciales televisivos en todo el país que lo que pudo gastar la campaña de Trump. De hecho, la campaña republicana canceló la compra de espacio en televisión pautada para las pasadas dos semanas en New Hampshire, Arizona, Ohio, Iowa y Nevada.
Para tratar de frenar esta tendencia, el super PAC Preserve America (Preservar América) piensa destinar 25 millones de dólares para que se inviertan en publicidad televisiva en estados pendulares (aquellos en duda acerca de cómo votarán) durante la próxima semana. Los super PAC (cuyo nombre proviene de las siglas en inglés de Comité de Acción Política), son organizaciones independientes de las campañas que colaboran con ellas para apoyar candidatos o políticas específicas y que, a diferencia de las campañas, no tienen límites para recibir donaciones de individuos, corporaciones, sindicatos o cualquier otra organización. Es decir, pueden recaudar en todos lados, sin ningún tipo de límites.
En el caso del super PAC Preserve America, donde entre los donantes más reconocidos se encuentran Sheldon Adelson (dueño de casinos en Las Vegas) y Bernie Marcus (co-fundador de Home Depot), no sólo van a aportar los 25 millones de dólares la semana que viene, sino que en lo que va de la campaña ya inyectaron 55 millones de dólares.
Un segundo super PAC, America First Action (Primera Acción de América), anunció que invertirán otros 40 millones para comprar comerciales a favor del presidente.
Pero nuevamente, hasta estos mega donantes sumados se ven casi equiparados por algunos de los mega donantes demócratas. El caso más claro es el de Michael Bloomberg, ex precandidato a la Presidencia, quien va a donar 100 millones de dólares a la campaña de Joe Biden solamente para ayudar en la contienda de Florida. La lógica de Bloomberg es que si Biden se queda con Florida, esto le asegura la presidencia.
Esta campaña ya se ha convertido en la más cara de la historia, inclusive con el revés financiero que generó la crisis del COVID 19.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: