Cómo funciona la vuelta a clases presenciales en las escuelas de Miami

Algunas instituciones privadas reabrieron sus puertas esta semana con nuevas reglas de desinfección y limpieza, distancia social y una app con un chequeo de salud que deben completar cada mañana

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Algunos de los niños que
Algunos de los niños que volvieron a clase presencial esta semana en Miami

Miami ya se encuentra en fase 2 de reapertura y eso, entre otras cosas, implica que las escuelas pueden reabrir sus puertas para las clases presenciales. Pero la gran mayoría de las escuelas, que pertenecen al sistema público, aún no regresaran a las aulas. El próximo 22 de septiembre, la junta escolar tendrá una reunión al respecto y se espera, que los padres tengan la opción de mandar a sus niños al colegio a partir de octubre. En el vecino condado de Broward, el superintendente de educación pública acaba de recomendar que las clases presenciales vuelvan el 5 de octubre.

Sin embargo, algunos colegios privados –que no se rigen por la superintendencia de escuelas-, han decidido volver a clases esta semana. Pero como todo en la era del COVID19, las clases presenciales son diferentes a lo que estábamos acostumbrados.

Carolina Ángel es una colombiana que lleva más de una década viviendo en Estados Unidos y que es madre de mellizas de 4 años. Sus hijas empezaron esta semana las clases en un colegio privado de la ciudad de Miami donde las autoridades decidieron que los niños de jardín de infantes y escuela primaria volvieran al sistema tradicional; mientras que los estudiantes de escuela media y secundaria se reincorporarán a las clases presenciales en las próximas semanas, con un sistema híbrido donde la mitad de los alumnos van a clase dos días a la semana y la otra mitad los restantes tres días.

Este colegio en particular, cuyo nombre no mencionamos por cuestiones de privacidad, desarrolló un sistema mediante el cual antes de llevar al niño a clases, por la mañana, los padres deben completar un cuestionario médico en una aplicación en sus teléfonos donde, entre otras cosas, se les pregunta la temperatura del alumno. Si todo está bien, en la aplicación reciben la notificación de que es seguro que los lleven al colegio. Una vez en las instalaciones del centro educativo, los padres no pueden bajarse del automóvil a acompañar a los menores. Desde la ventana de los vehículos, una maestra toma nuevamente la temperatura de los niños y si no tienen fiebre se les permite ingresar. En todo momento, a excepción de cuando comen, los alumnos deben llevar máscaras tapa-bocas. En la mochila, los padres deben poner una máscara extra en caso de que se ensucie la que llevan puesta.

Las clases en este colegio tienen muy pocos alumnos, con un máximo de 14 niños por aula. Por lo tanto no tuvieron que reducir la capacidad debido al COVID, aunque al ofrecer la posibilidad de que quienes quieran sigan con la modalidad a distancia, difícilmente todas las clases lleguen al máximo de 14 estudiantes. Las mesas de cada alumno está separadas para mantener la distancia social, y en los cursos más avanzados se instalaron mamparas plásticas que dividen un banco de otro. Todos los baños fueron reacondicionados para que el agua, el jabón y los inodoros funcionen sin necesidad de que los niños los toquen. Las clases terminan a las 3 y media de la tarde, y se cancelaron todas las actividades extra-curriculares para que durante horas de la tarde se pueda limpiar en profundidad el colegio.

Las escuelas públicas del condado
Las escuelas públicas del condado de Miami podrían volver a clases presenciales en octubre.

“La verdad es que todas las medidas que adoptaron me dieron mucha confianza, entonces me siento tranquila de mandarlas al colegio. En nuestro caso, ellas son muy pequeñas y el sistema virtual no nos estaba funcionando. No se saben conectar solas y les es difícil seguir las indicaciones de la maestra a distancia, entonces un adulto tenía que estar siempre sentado al lado de ellas. Siento que no avanzaban de ese modo”, le contaba a Infobae Carolina Ángel.

Cada colegio privado tiene la libertad de tomar las medidas que le parezcan pertinentes. Infobae dialogó con otra madre cuya hija de 17 años acaba de empezar su último años de escuela secundaria en una escuela privada de niñas en Miami. En esta institución decidieron instalar luces UV dentro de los canales de ventilación, por lo tanto hay una extra filtración del aire. Los procesos de limpieza cambiaron para hacerlos más exhaustivos, las aulas ahora tienen los bancos espaciados para que haya al menos dos metros entre un estudiante y otro, e instalaron carpas para montar salas de clase al aire libre. Todos los picaportes fueron recubiertos en un material anti-bacterial.

En la escuela secundaria el proceso de vuelta a clases fue gradual. Las primeras dos semanas fueron virtuales, las siguientes dos semanas hubo un sistema híbrido entre clases virtuales y presenciales, y a partir del lunes próximo las clases volverán a ser en persona.

“Me siento confiada de que mi hija vaya al colegio por todas las medidas que tomaron y fundamentalmente porque es una escuela chica, donde la situación es manejable. Si ella fuera a una de estas secundarias donde son cientos de niños por años, tendría mucho más miedo”, le contaba a Infobae Mariana Boudet.

La semana que viene abrirán las puertas de la mayor parte de las escuelas privadas de Miami, que pertenecen al sistema parroquial católico de la arquidiócesis de Miami. El gran cambio llegará cuando las clases vuelvan en el sistema público, ya que la gran mayoría de los estudiantes del condado pertenecen a estas escuelas.

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