Un estudio buscará determinar si el Covid-19 puede causar un “síndrome de fatiga crónica” en pacientes recuperados

La iniciativa es llevada a cabo por un prestigioso psicólogo estadounidense, Leonard Jason, quien ya se encontraba investigando síntomas similares en jóvenes que habían contraído mononucleosis

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a enfermedad debilitante, también conocida como encefalomielitis, suele comenzar luego de una condición viral aguda (REUTERS/Flavio Lo Scalzo)
a enfermedad debilitante, también conocida como encefalomielitis, suele comenzar luego de una condición viral aguda (REUTERS/Flavio Lo Scalzo)

A medida que la pandemia del Covid-19 continúa afectando a porcentajes significativos de la población alrededor del mundo, los profesionales de la salud persisten en sus esfuerzos para recolectar la mayor cantidad de información posible con el objetivo mejor entender el alcance de la enfermedad.

Entre ellos se encuentra Leonard Jason, un prestigioso psicólogo estadounidense, que está actualmente llevando a cabo un estudio para determinar la posibilidad de que las personas que hayan contraído la enfermedad desarrollen como secuela el “síndrome de fatiga crónica”.

La enfermedad debilitante, también conocida como encefalomielitis, suele comenzar luego de una condición viral aguda. De hecho, Jason ya se encontraba desarrollando un estudio al respecto entre estudiantes universitarios que habían contraído mononucleosis.

A medida que el impacto de la pandemia se extendió por el país, también aumentó la cantidad de personas que reportaron síntomas similares a los que constituían el objeto de su estudio. Ante esa situación, Jason expandió el alcance de su iniciativa para abarcar a personas que se hayan recuperado de Covid-19.

Jóvenes completan formularios durante la pandemia de Covid-19. Foto: REUTERS/Edgard Garrido
Jóvenes completan formularios durante la pandemia de Covid-19. Foto: REUTERS/Edgard Garrido

Podremos comparar información biológica y de comportamiento sobre las experiencias de los jóvenes antes de la pandemia y durante la pandemia”, indicó al respecto Jason en una conferencia reciente, según reportó el sitio web especializado Stat News.

Un porcentaje relevante de personas que ha pasado la enfermedad reportó dolencias de esa naturaleza luego de que se terminaran los síntomas virales.

De acuerdo a una encuesta realizada por el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el 35 por ciento de las personas que experimentaron la enfermedad no volvieron a su “estado de salud usual” hasta dos o tres semanas después de haber dado positivo. Y otros estudios mostraron que hasta el 70 por ciento de las personas reportaron dolencias persistentes después de experimentar episodios agudos.

Las secuelas a enfermedades de esta naturaleza, no obstante, son poco comunes y exceden al Covid-19. Según informó Stat, científicos que estudiaron otras enfermedades virales que surgieron durante los últimos años -SARS, Ébola, la gripe H1N1, entre ellas- también recopilaron casos de pacientes que habían experimentado dolencias durante períodos extendidos de tiempo. Entre ellas se cuentan dolores musculares persistentes y fatiga.

Un joven usa una mascarilla durante la pandemia de Covid-19. Foto: Reuters
Un joven usa una mascarilla durante la pandemia de Covid-19. Foto: Reuters

“Dolores crónicos posteriores al SARS se caracterizan por fatigas persistentes, mialgia (es decir, dolores musculares), debilidad, depresión y sueños no reparadores”, indicó un estudio publicado en 2011 que siguió a pacientes que se habían recuperado de esa enfermedad.

En el caso del Covid-19 también se han reportado numerosos casos de dolencias cardiovasculares y pulmonares, entre otros. Jason explicó que el estudio se extenderá durante varios años, pero su equipo podría publicar fragmentos de la información recabada por etapas.

En su investigación inicial sobre estudiantes universitarios -previa a expandirla para incorporar el Covid-19- Jason encontró que el 5 por ciento de los sujetos contrajo mononucleosis; y el 8 por ciento de ellos luego presentaron síntomas compatibles con la encefalomielitis seis meses después de superar la primera enfermedad.

“La conclusión es que los individuos podrían presentar características genéticas, psicológicas o de conducta que de alguna manera los predispongan tanto a contraer una enfermedad como a no recuperarse de ella”, expresó.

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