Miles votos por correo son rechazados en cada elección presidencial de Estados Unidos. Este año, ese problema podría ser mucho peor y potencialmente decisivo en muchos estados disputados.
Luego de que el coronavirus creó un repunte en los votos por correo y se reportaron demoras en el servicio postal del país, se prevé que el número de votos rechazados en noviembre sea significativamente más alto en comparación con comicios anteriores.
Si los votos son rechazados a la misma tasa de la que hubo durante las primarias de este año, hasta tres veces más votantes podrían ser rechazados en noviembre en estados clave respecto a lo registrado en las elecciones presidenciales pasadas, de acuerdo con un análisis de The Associated Press sobre los votos rechazados. Esto sería más pronunciado en algunas zonas urbanas donde los votos demócratas están concentrados y las tasas de votos rechazados fueron más altas durante las primarias de este año.
“Es el número lo que no me deja dormir en la noche, la idea de que los votantes harán todo lo que puedan para asegurarse de que su voto llegue a tiempo y el sistema igual les fallará”, dijo Jocelyn Benson, secretaria de Estado en Michigan, un estado históricamente demócrata, que fue clave para la victoria de Donald Trump en 2016, ya que se impuso a Hillary Clinton por menos de un punto de ventaja allí.
El rechazo de votos ocurre incluso bajo las mejores circunstancias. No se toman en cuenta debido a que llegaron muy tarde por correo, los votantes olvidaron firmarlos o las firmas no coinciden con la que se tiene registrada en las oficinas electorales locales.
Esos problemas podrían agravarse este año debido a que millones de personas emitirán su voto por correo por primera vez debido a los cambios que se han implementado en las elecciones por la pandemia de coronavirus. Grandes cantidades de votos sin contabilizar podrían ser utilizados para mostrar dudas en torno a los comicios. Trump ha dicho durante meses, sin ofrecer pruebas, que un voto por correo extendido conducirá a un fraude.
La posibilidad de votar por correo en los comicios del 3 de noviembre comenzó formalmente el viernes pasado, cuando Carolina del Norte lanzó las operaciones, en medio de una campaña cada día más agresiva entre Trump y su rival demócrata, Joe Biden.
La preocupación por la pandemia de COVID-19 puede hacer que en estos comicios decenas de millones de ciudadanos eviten acudir a los centro de votación y prefieran enviar por correo su sufragio. En un país ya muy tenso política y socialmente, las próximas ocho semanas pondrán a prueba la capacidad de la primera potencia mundial de organizar elecciones en medio de una crisis sanitaria que ha transformado completamente la campaña.
El estado de Carolina del Norte comenzó este viernes con el envío de más 600.000 hojas de votación en respuesta a un espectacular aumento de la demanda. Otros estados considerados clave para el desenlace electoral, como Wisconsin, comenzarán a hacer lo mismo en las próximas semanas.
Según una reciente encuesta de USA Today/Suffolk, el 56% de los republicanos dice que votará en persona, contra el 26% del lado demócrata. Como muestra de las tensiones en el país, uno de cada cuatro electores dice que si su candidato pierde, no habrá de reconocer como “honesto” y “exacto” el resultado.
En busca de un segundo mandato de cuatro años, Trump siembra dudas sobre la validez de la elección. Insiste con que el creciente uso del voto por correo puede conducir a un masivo fraude. Incluso sugirió a sus simpatizantes votar dos veces: enviar el voto por correo y votar presencialmente el día de la elección ante la eventualidad de que su sufragio no haya llegado.
Con información de AP y AFP
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