El pequeño archipiélago de Palaos, en el Pacífico, pidió a Estados Unidos que establezca una base permanente en su territorio, que se encuentra dentro de una zona en la que Washington trata de afirmar su presencia, contra el expansionismo de China.
El secretario estadounidense de Defensa, Mark Esper, que estuvo de visita en Palaos la semana pasada, acusó a Beijing de “actividades de desestabilización” en el Pacífico.
El presidente de Palaos, Tommy Remengesau, reveló que le había dicho a Esper que el ejército estadounidense era bienvenido si deseaba desplegar instalaciones en el archipiélago, situado a 1.500 km al este de Filipinas.
“La petición de Palaos al ejército estadounidense es simple, se trata de construir instalaciones para un uso conjunto y venir regularmente a utilizarlas”, declaró el jefe del Estado en una carta enviada a Esper, que su gabinete difundió esta semana.
La misiva indica que el país, de 22.000 habitantes, está abierto a bases terrestres, instalaciones portuarias y terrenos de aviación del ejército de Estados Unidos.
Remengesau también sugirió que los barcos de los guardacostas estadounidenses podrían desplegarse en las aguas del archipiélago para ayudar a vigilar su amplia zona marítima, de una superficie del tamaño de España, un desafío importante para un país tan pequeño.
Palaos es un país independiente, pero el archipiélago no tiene ejército y Estados Unidos es responsable de su defensa en virtud del “Tratado de libre asociación”.
Este texto da acceso a las islas a las fuerzas estadounidenses.
“Deberíamos utilizar los mecanismos del Tratado para establecer una presencia militar estadounidense regular en Palaos”, declaró Remengesau.
Asimismo, el mandatario explicó que estas bases podrían servir para impulsar la economía local, duramente impactada por la interrupción del turismo causada por la pandemia de coronavirus.
Con información de AFP
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