Sarah Huckabee Sanders, ex secretaria de prensa de la Casa Blanca, de estrecha relación con Donald Trump, reveló un singular episodio que vivió frente al dictador norcoreano Kim Jong-un en uno de los encuentros bilaterales que el mandatario estadounidense sostuvo con el líder comunista.
La anécdota fue detallada en su libro “Speaking for Myself” (hablando por mí misma), que fue publicado esta semana. A diferencia de otros libros explosivos de ex funcionarios, Sanders mantiene un buen vínculo con la Presidencia y no tiene intenciones de pelearse con el Partido Republicano, ya que además se especula con una posible candidatura política.
De todos modos, el episodio es notable. Según contó, durante la cumbre que mantuvieron en Singapur en junio de 2018, los mandatarios y sus delegaciones estaban conversando de temas casuales. El fútbol femenino estuvo entre ellos. En ese momento, ella notó que Kim la estaba mirado.
“Hicimos contacto visual directo, Kim asintió y pareció guiñarme un ojo”, aseguró. “Estaba impactada. Rápidamente bajé la mirada y continué tomando notas”.
La funcionaria no podía salir de su incredulidad. “Todo lo que podía pensar es ’¿qué acaba de pasar? De verdad Kim Jong-un me acaba de marcar?’”, escribió.
Ella no se guardó para sí el hecho y, en el viaje de regresó, comentó la situación con su jefe, quien se encontraba acompañado de John Kelly, por entonces jefe de gabinete.
Según recordó, Trump y Kelly se rieron con fuerza de lo que pasó y le hicieron bromas al respecto, con algunas groserías. “¿Kim te guiñó el ojo? ¡¿Estás diciendo que Kim te sedujo?!”, preguntaba el mandatario, extasiado.
“Bueno, Sarah, ya está todo resuelto ¡Vas a irte a Corea del Norte, a sacrificarte por el equipo! ¡Tu esposo y tus hijos te extrañarán, pero serás una heroína para tu país!”, le dijo en chiste Trump, también teniendo en cuenta que la cumbre había fracasado y detuvo las negociaciones entre Washington y Pyongyang.
Sanders le aclaró que no pensaba que Kim tenía esas intenciones y, ante las bromas, pidió: “Señor, por favor, pare”.
La ex secretaria de prensa también recordó otro momento de la reunión bilateral, en el que el presidente estadounidense le ofreció un caramelo al líder norcoreano, un hecho que Kim tomó con suspicacia y aceptó a regañadientes. Trump, notando el malestar del dictador, le “dio un gran soplo en el aire para mostrarle a Kim que se trataba solo de una mentita para el aliento” y no una cápsula de veneno.
En el libro que escribió el ex asesor de Seguridad Nacional John Boltón, también recordó que los líderes hablaron de deportes y “compartieron mentas”.
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