El gobierno del presidente Donald Trump emitió este martes una orden que suspende el desalojo de ciertos inquilinos hasta el final de 2020 para evitar la propagación del nuevo coronavirus, ante la pérdida de empleo de millones de estadounidenses que no pueden afrontar los pagos de alquiler y corren riesgo de quedar en la calle.
La moratoria busca prolongar la medida aprobada por el Congreso en marzo y que había expirado a fines de julio, ya que solo 18 estados y territorios habían mantenido localmente algunas protecciones de vivienda. Las negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso sobre un paquete de estímulo fiscal ante la aguda crisis económica provocada por la pandemia se estancaron a mediados del mes pasado, y los legisladores se fueron de vacaciones sin resolver el tema.
Un reporte reciente del Instituto Aspen, un centro de investigación, señaló que más de 20 millones de arrendatarios viven en hogares que han sufrido pérdida de empleos a causa del COVID-19 y concluyó que un total de 40 millones de personas están en riesgo de ser desalojados en los próximos meses.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en base a una orden ejecutiva de Trump, declararon que ningún arrendador debe desalojar a una “persona cubierta” de ninguna propiedad residencial por no pagar el alquiler: aquellos que lo hagan serán acusados con cargos criminales.
Para estar cubierto por esta medida, los inquilinos deben cumplir cuatro requisitos:
-Tener un ingreso máximo de USD 198.000 anuales para parejas que presentan una declaración fiscal conjunta, o USD 99.000 para los contribuyentes solteros.
-Demostrar que han buscado ayuda del gobierno para realizar sus pagos de alquiler.
-Declarar que no pueden pagar la renta a causa de las dificultades provocadas por el COVID-19.
-Afirmar que es probable que se queden sin hogar si son desalojados.
Los funcionarios dijeron que los tribunales locales aún resolverían las disputas entre inquilinos y propietarios sobre si la moratoria es válida para un caso particular.
Sin embargo, la acción no va todo lo lejos que habían pedido algunos expertos, porque no va acompañada de ayudas financieras para que los inquilinos más golpeados por la crisis económica derivada de la pandemia paguen los meses de alquiler que deben, ni para los propietarios que pueden tener también problemas financieros.
“Esta medida retrasa los desahucios, pero no los previene. El Congreso y la Casa Blanca deben volver a negociar y aprobar una ley con al menos 100.000 millones de dólares en ayuda al alquiler de emergencia”, dijo la presidenta de la coalición nacional por la vivienda para gente con bajos ingresos, Diane Yentel, al diario The Washington Post. “Aunque una moratoria a los desahucios es esencial, es una medida insuficiente que extiende un precipicio financiero para que los inquilinos caigan en él una vez que expire la moratoria y vuelvan a deber el alquiler”, dijo en Twitter.
Brian Morgenstern, subsecretario de prensa de la Casa Blanca, señaló que el anuncio del martes significa que las personas que tienen problemas para pagar el alquiler a causa del coronavirus no tendrían que preocuparse de ser desalojadas y correr el riesgo de propagar la enfermedad o exponerse a ella.
(Con información de AP y EFE)
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