El huracán Laura, que se debilitó rápidamente tras tocar tierra en la costa de EEUU, continúa siendo una grave amenaza para numerosas localidades de Texas y Louisiana, con el pronóstico de inundaciones que podrían causar una enorme devastación.
“Las marejadas ciclónicas letales con grandes y destructivas olas causarán daños catastróficos”, advirtieron los meteorólogos, añadiendo que podrían alcanzar los 4, 5 o 6 metros (entre 15 o 20 pies) en Port Arthur, Texas, y en parte de Louisiana, incluyendo Lake Charles, y se espera penetren unos 65 kilómetros tierra adentro. La cifra de las inundaciones no está demasiado lejos de la recordada devastación del huracán Katrina, donde el nivel de la marejada alcanzó los 9 metros y la tormenta causó la muerte de más de 1.500 personas.
“Marejada ciclónica catastrófica, vientos extremos e inundaciones repentinas están sucediendo en partes de Luisiana”, advirtió el Centro Nacional de Huracanes. “¡CÚBRASE AHORA! Considere a estos vientos extremos inminentes como si se acercara un tornado y muévase inmediatamente a una habitación segura en su refugio. Proteja su vida”, insistió.
Asimismo, se producían fuertes lluvias que según los pronósticos podrían llegar a entre 130 y 250 milímetros, con algunos picos de casi 400 mm en el oeste de Luisiana y el este de Texas.
No solo las zonas costeras están en riesgo. Las marejadas ciclónicas también invaden ríos y esteros, y el recorrido del huracán previsto por los expertos señala que continuará hacia avanzando hacia el norte. En su trayectoria pronosticada, Laura se moverá tierra adentro a través de Louisiana y llegará a Arkansas la próxima noche para desplazarse el viernes sobre el valle central de Mississippi debilitado a depresión tropical.
La marejada ciclónica -”storm surge”- es el más peligroso de los fenómenos vinculados a las tormentas tropicales: entre 1963 y 2012, el 49% de las muertes por huracán registradas en Estados Unidos fueron atribuidas a las marejadas ciclónicas, el 27% a la lluvia, el 8% al viento, 6% al oleaje, 6% fueron en altamar y 3% a causa de los tornados, reveló un estudio del Centro Nacional de Huracanes.
Esta marea alta tiene olas destructivas en la superficie, y ocurre aparte de las mareas normales. Y avanzar arrolladoramente: un metro cúbico de agua del mar pesa poco más de una tonelada.
Los pronosticadores advirtieron que causaría la “completa destrucción” de las casas rodantes, modificaría la costa del Golfo y arrastraría edificios enteros. El Servicio Meteorológico Nacional en Lake Charles advirtió que algunas comunidades serán “inhabitables durante semanas o meses”.
En la parroquia de Cameron, el lugar donde impactó, las autoridades dijeron que al menos 150 personas se negaron a desalojar y tenían previsto enfrentar el huracán en casas elevadas o vehículos de recreo. El resultado podría ser catastrófico ya que los meteorólogos advirtieron que toda la comunidad podría quedar completamente cubierta por el agua del océano.
Llamar al 911 no es una opción durante la marejada ciclónica: los autos no pueden moverse mientras sube el agua, que muchas veces en innavegable con botes. Dentro de una casa, una vez que la puerta cae por el peso del agua, las personas son impulsadas contra los objetos como en los rápidos de un río: no es posible maniobrar contra la fuerza y la velocidad.
Con más de 400 mil viviendas y negocios sin electricidad en los dos estados más afectados, los constantes relámpagos eran la única fuente de luz para algunos.
(Con información de AP y AFP)
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