El oficial de Wisconsin que disparó siete veces en la espalda al afroamericano Jacob Blake fue identificado como un veterano de siete años del Departamento de Policía de Kenosha, informó este miércoles el Departamento de Justicia del estado.
El agente Rusten Sheskey disparó al hombre de 29 años después de que los oficiales usaran sin éxito una pistola paralizante para detenerlo y mientras Blake se inclinaba en su vehículo durante un incidente el domingo por la noche, según el comunicado de prensa de la agencia.
Los policías recuperaron más tarde un cuchillo del suelo del lado del conductor del vehículo, según el comunicado. Al registrar el vehículo no se encontraron otras armas.
No se anunciaron cargos contra Sheskey y el Departamento de Investigación del estado continúa investigando.
Este hecho con Jacob Blake desencadenó tres noches de disturbios en Kenosha, ciudad a medio camino entre Milwaukee y Chicago, y dos manifestantes fueron asesinados por un adolescente armado con un rifle de asalto durante las protestas el martes por la noche.
“Esta mañana las autoridades del condado de Kenosha emitieron una orden de arresto contra el individuo responsable del incidente, acusándolo de homicidio intencional en primer grado”, dijo este miércoles la policía de la localidad de Antioch, en el vecino estado de Illinois, en alusión a los dos asesinatos del martes.
“El sospechoso, un residente de Antioch de 17 años, se encuentra actualmente bajo la custodia del sistema judicial del condado de Lake en espera de una audiencia de extradición para transferir la custodia de Illinois a Wisconsin”, agregó.
Las autoridades ordenaron un toque de queda de 19:00 a 07:00 hasta el domingo en Kenosha esperando traer la calma después de la violencia del martes, que ocurrió cuando vigilantes armados acudieron al lugar de las protestas prometiendo defender la propiedad privada.
Videos muestran a uno de los vigilantes, que se cree que es el joven de 17 años arrestado, disparando a los manifestantes con un rifle de asalto y aparentemente golpeando a dos que intentaron detenerlo.
Luego, el hombre camina libremente por la calle, con el arma en el pecho, mientras los manifestantes se dispersan y los vehículos policiales pasan a su lado.
Por su parte, el presidente Donald Trump anunció este miércoles el envío de refuerzos policiales y efectivos de la Guardia Nacional a Kenosha para “restaurar la LEY y el ORDEN!”.
“No toleraremos saqueos, incendios provocados, violencia y anarquía en las calles estadounidenses”, tuiteó el presidente, en su primera reacción sobre los disparos contra Blake el domingo.
Pero los funcionarios locales dijeron que ya tenían cientos de policías de todo el estado, unos 250 efectivos de la Guardia Nacional y alguaciles federales y del FBI que los ayudaban con la situación.
“Sé que la gente está buscando justicia”, dijo el alguacil del condado de Kenosha, David Beth, en una conferencia de prensa. Pero enfatizó que la gente tenía que obedecer el toque de queda y que no se tolerará una repetición de los disturbios del lunes, cuando hubo quema de vehículos y edificios.
Con información de AFP y AP
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