La producción de petróleo y gas en el Golfo de México se vio mermada el pasado 23 de agosto por la aproximación de dos tormentas, lo que obligó a diversas empresas a retirar a los trabajadores de más de 100 plataformas marítimas.
El Departamento del Interior de Estados Unidos dijo que, según los informes de las compañías al mediodía, 114 plataformas habían sido evacuadas. Eso es el 18% de las plataformas con personal en el golfo, pero representan el 58% de la producción de petróleo del golfo y el 45% de su producción de gas natural.
Las compañías de energía también están moviendo las plataformas de perforación utilizadas para exploración.
El huracán Marco está más cerca de la costa estadounidense en el Golfo de México, pero los meteorólogos están más preocupados por la tormenta tropical Laura, que se espera que alcance fuerza de huracán antes de golpear la costa a mediados de semana.
Un portavoz de Equinor, de Noruega, que los trabajadores fueron sacados de su plataforma Titán y que la producción se detuvo.
En los últimos días, Exxon, Chevron, BP y Shell también comenzaron a evacuar algunas plataformas. Un portavoz de Shell dijo que los trabajadores serán examinados por COVID-19 antes de regresar a las instalaciones en alta mar.
Los operadores en el Golfo de México a menudo evacuan a los trabajadores cuando el pronóstico indica que habrá huracanes o tormentas tropicales. El impacto en la producción suele ser de corta duración.
Patrick DeHaan, analista de GasBuddy, dijo que los inventarios de gasolina son altos, y que es poco probable que las tormentas muevan los precios al público a menos que las refinerías en tierra resulten dañadas.
“La demanda de gasolina se está debilitando estacionalmente, y junto con el efecto del COVID-19, la demanda está alrededor de un 15% por debajo del año pasado”, señaló. “Es probable que haya suficiente margen de maniobra para que incluso si unas pocas refinerías tuvieran que reducir la producción de gasolina, no haya mucho impacto, si es que lo hay, en los precios de la gasolina al por menor en la región o a nivel nacional”.
La costa del Golfo es el hogar de muchas grandes refinerías que están cerca del nivel del mar. En 2017, el huracán Harvey se detuvo sobre Houston, arrojando tanta lluvia que las inundaciones dejaron fuera de combate casi un cuarto de la capacidad de refinación de la nación. Eso produjo escasez de gasolina, compras de pánico y largas filas en las gasolinerías de todo Texas.
El Golfo de México representa poco menos de una quinta parte de la producción de petróleo de Estados Unidos en el mar.
La tormenta tropical Marco se convirtió en huracán el pasado 23 de agosto, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) y se prevé que azote al estado de Louisiana el lunes mientras tormentas gemelas amenazan la costa del Golfo de México.
“Los datos (...) indican que Marco se ha convertido en un huracán con vientos máximos de 75 mph (120 km/h) con ráfagas más altas”, dijo el centro estadounidense con sede en Miami.
Los meteorólogos pronostican que dos huracanes azotarán la costa estadounidense del Golfo en los próximos días, amenazando con lluvias torrenciales, fuertes vientos e inundaciones en toda la región.
Medios estadounidenses dijeron que los huracanes gemelos no tenían precedentes en el Golfo de México desde que comenzaron los registros hace 150 años.
Se espera que la tormenta Laura, que causó inundaciones en Haití y mató a cinco personas según la entidad de protección civil, se convierta en huracán el martes y podría golpear esa misma región estadounidense.
*Con información de AP y AFP
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