La tercera noche de la convención nacional demócrata comenzó con una dinámica diferente. Quizás motivados por las críticas de los últimos días acerca de que la convención no era lo suficientemente dinámica, los organizadores arrancaron la noche ofreciendo unos segundos del plato fuerte de la noche: Kamala Harris.
La candidata a la Vicepresidencia tuvo su gran noche con el discurso de cierre, pero además abrió la jornada invitando al público a tener un plan de votación. La noche seguiría repleta de mujeres, a excepción del discurso del ex presidente Barack Obama.
Como las dos noches anteriores, el toque de Hollywood estuvo aportado por la moderadora. En este caso, la actriz Kerry Washington, quien presentó de inmediato el primer tema: la violencia con las armas. Una sucesión de víctimas de violencia con armas, desde niños en cuyas escuelas hubo tiroteos hasta madres que perdieron a sus hijos, dieron sus testimonios, intercalados con declaraciones de Joe Biden, para terminar con el discurso de Gabrielle Giffords, una ex congresista que sobrevivió un ataque en el que dispararon hacia su cabeza.
Michelle Lujan Grisham, gobernadora de Nuevo México, fue la encargada del primer discurso fuerte de la noche. Esta latina estuvo entre las finalistas para convertirse en compañera de fórmula de Joe Biden. Su discurso estuvo centrado en el cambio climático, enumerando el plan de Joe Biden para tener un siglo verde.
“Tenemos la oportunidad de atacar los problemas medioambientales, encarar una política verde y desarrollar la energía ecológica como lo reclaman nuestros jóvenes. La opción, es clara, la opción es Joe Biden”, decía Grisham, antes de que se proyectara un clip con especialistas y ciudadanos de a pie hablando del plan ecológico de Biden.
El show musical de Billie Eilish, que estrenó la canción “My Future” (”Mi futuro”), comenzó con una declaración de la artista acerca de la amenaza global del cambio climático y una dura crítica a Donald Trump. La joven cantante es un referente del movimiento ambientalista.
Para hablar de inmigración se proyectó un video de una niña de 11 años que le escribió una carta a Donald Trump reclamándole por haber deportado a su madre a México. Le siguieron más testimonios de familias indocumentadas, donde se mezcló el inglés y el español. Inmediatamente se vio un video en el que se escuchaba un discurso proinmigración de Barack Obama en el que se veían familias de diversos orígenes.
Las redes sociales explotaron con este momento, sobre todo por seguidores del presidente Trump, que calificaron el momento de hipócrita al recordar la política inmigratoria de Obama que le valió el apodo de “deportador en jefe”. El segmento cerró con una bachata del cantante latino Prince Royce, quien también llamó a votar en español.
Con un compilado de marchas de mujeres en todo el país, mezclando fragmentos de discursos de mujeres famosas, se comenzó a hablar de los derechos de la mujer. Con esto se le dio paso al primero de los discursos más esperados de la noche, el de Hillary Clinton.
“Desearía que Donald Trump supiera ser un buen presidente porque América necesita un presidente ahora (…) necesitamos líderes, y Joe Biden junto a Kamala Harris lo son”, afirmaba Clinton.
“Este es el equipo para sacar a Estados Unidos del abismo (…). Si Trump es reelecto, las cosas se empeorarán. ¿Qué tenemos para perder? Nuestra salud, nuestros empleos, nuestro lugar en el mundo y hasta el correo”, decía la ex candidata a la presidencia que recordó que ella perdió pese a haber recibido 3 millones de votos más que Donald Trump en 2016.
Incluso mayor importancia que el discurso de Hillary Clinton, tuvo la alocución de la presidente de la cámara de representantes, Nancy Pelosi. Durante dos minutos, hubo un video de presentación de la congresista de mayor rango en el que la mostraban como implacable frente a los actuales administradores de la Casa Blanca.
Hablando en vivo desde California, Pelosi hizo un recuento de lo que ella considera las victorias de la Administración Obama y las contrapuso con las acciones de la Administración Trump. “Nosotras sabemos lo que Trump no sabe. Si las mujeres tenemos éxito, el país tiene éxito”, afirmaba con una sonrisa Pelosi.
La senadora Elizabeth Warren, la anteúltima precandidata a la presidencia en cancelar su campaña en la primaria demócrata, habló desde un aula de escuela primaria, donde destacó de la necesidad de que haya cuidado para niños a precios accesibles en Estados Unidos.
“Nadie lo logra solo. Aquí estamos, dos generaciones de padres trabajadores, y si no tienes un familiar que te ayude, no puedes hacerlo (…) Necesitamos infraestructura para familias. Joe Y Kamala lo harán posible (…) COVID-19 fue la prueba más importante de Trump, y falló enormemente”, decía Warren.
Al único hombre que se escuchó esta noche es a Barack Obama. Antes de su presentación, se mostró el clip en el que como presidente en 2017 le otorgó a Biden la medalla de la libertad (máximo galardón otorgado por los Estados Unidos).
Su discurso de esta noche lo dio en un estudio en Filadelfia en el que se veía el preámbulo de la constitución de fondo. “Yo esperaba, por nuestro país, que Donald Trump tomara cierto interés en la labor de presidente (…) pero nunca lo hizo. Por casi cuatro años no mostró interés en el trabajo, en encontrar puntos comunes, en ayudar a alguien que no sea él mismo o sus amigos. Donald Trump no creció en el trabajo porque no puede y las consecuencias son severas”, afirmaba duramente Obama, quien cerró su alocución alabando a Joe Biden, a quien llamó su hermano.
Por último, la mujer de la noche volvió a escena. Kamala Harris fue oficialmente nominada por el presidente de la convención demócrata, el congresista Bennie Thompson, como candidata a vicepresidente. Su hijastra, su hermana y su sobrina la presentaron.
El clip que antecedió su discurso mostró a decenas de mujeres hablando de cómo se sentían al ver a una hija de inmigrantes en una fórmula presidencial. Desde Delaware habló por más de 10 minutos sobre su historia personal. Destacó la importancia de su madre como figura fuerte y del orgullo de pertenecer a una minoría y ser descendiente de indios.
“Acepto su nominación como vicepresidente de los Estados Unidos de América”, dijo categóricamente. “Lo que estamos haciendo ahora no está funcionando. Somos una nación que está en duelo por la pérdida de vidas, de oportunidades y de certezas. Tenemos que ser honestos, no hay igualdad. Afroamericanos, latinos y nativos están muriendo con más frecuencia”, agregaba.
“No hay una vacuna para el racismo, debemos hacer el trabajo. Por George Floyd, Breonna Taylor, por muchos otros que no llego a nombrar (…) Ninguno de nosotros es libre hasta que todos seamos libres”.
Este jueves será la última noche de la convención nacional demócrata. Joe Biden dará su gran discurso y desde entonces comenzará la recta final de la carrera por la Casa Blanca.
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