“Los monstruos existen”: víctimas del Golden State Killer confrontaron al mayor asesino serial de Estados Unidos

El martes comenzó una serie de audiencias previas a la lectura de la sentencia contra Joseph DeAngelo, quien será condenado a 11 cadenas perpetuas sin libertad condicional por la comisión de 13 homicidios y 50 violaciones. Los testimonios más impactantes

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Joseph James DeAngelo ,conocido como
Joseph James DeAngelo ,conocido como el "Golden State Killer" (asesino del Golden State) evita mirar al podio, donde víctimas que sobrevivieron a sus ataques lo confrontaron. Foto: Santiago Mejia/via REUTERS

Joseph DeAngelo, el mayor asesino serial de los Estados Unidos, será sentenciado este viernes a 11 cadenas perpetuas sin posibilidad de salir en libertad condicional por 13 homicidios y 50 violaciones cometidos durante las décadas de 1970 y 1980.

Pero antes de que el tribunal de Sacramento le lea los cargos al “Golden State Killer” (Asesino del Golden State, en referencia al estado de California), víctimas que sobrevivieron a sus ataques comenzaron a confrontarlo. Cara a cara.

La primera audiencia tuvo lugar el martes. A lo largo de las horas, distintas mujeres relataron las vejaciones que sufrieron por parte de quien entonces era un oficial de policía, y que las escuchaba vestido con un traje de presidiario naranja y una máscara de plástico como medida de protección por la pandemia de coronavirus.

Los abogados defensores no respondieron a los pedidos de declaraciones ni respondieron al resumen del caso presentado por la fiscalía.

Confesó en total haber atacado a 87 víctimas en 53 escenas de crímenes en 11 condados de California, a cambio de no ser condenado a muerte, dijeron los fiscales.

Kris Pedretti lee una declaración
Kris Pedretti lee una declaración en el podio mientras Joseph James DeAngelo se encuentra en la sala del tribunal durante el primer día de declaraciones de impacto de la víctima en el Palacio de Justicia del Condado de Sacramento Gordon D. Schaber el martes 18 de agosto de 2020 en Sacramento, California. (Santiago Mejía / San Francisco Chronicle vía AP, Pool).

“Monstruo”, “malvado” y “sin alma” fueron algunos de los términos usados para describir a DeAngelo, quien había logrado pasar más de 40 años prófugo hasta ser arrestado en abril de 2018. El hombre permaneció impasible durante el transcurso de la primera audiencia, sin responder a ninguna de las mujeres, algunas de las cuales lo interpelaron directamente.

La audiencia del martes comenzó con el testimonio de Phyllis Henneman, víctima de la primera de las 50 violaciones que DeAngelo admitió haber cometido. Henneman, que padece un cáncer y pidió a su hermana que leyera su declaración, indicó que una noche de junio de 1976 se acostó en su cama “sin saber que su vida cambiaría”.

“Merece pasar el resto de su miserable vida en prisión”, expresó Henneman, describiendo que vivió por años con ansiedad y miedo hasta que el hombre fue arrestado. DeAngelo aceptó declararse culpable de los crímenes en junio para evitar ser condenado a muerte.

También enfrentó al hombre Kris Pedretti, que tenía 15 años cuando él la violó en diciembre de 1976. Pedretti describió como la aterrorizó y amenazó con matarla durante el calvario.

“Él no ganó, no soy una chica perdida”, dijo Kris Pedretti en una entrevista antes de prestar declaración. “Quiero que eso quede en claro”.

Joseph James DeAngelo es llevado
Joseph James DeAngelo es llevado a la sala del tribunal para el primer día de declaraciones sobre el impacto de la víctima en el tribunal del condado de Sacramento Gordon D. Schaber el martes 18 de agosto de 2020, en Sacramento, California. (Santiago Mejia/San Francisco Chronicle via AP, Pool)

Pero el ataque la víspera de Navidad de 1976 destruyó a la chica que era entonces, dijo, le hizo perder la fe y las amistades y la llevó a una edad adulta de malas decisiones y matrimonios fracasados. Hasta que lo capturaron en 2018, ella conoció a otras víctimas, fue a terapia y rehizo su vida.

Sus apodos revelan la escalada y la amplitud geográfica de sus crímenes, dijeron los fiscales: el Saqueador de Visalia, presuntamente culpable de un centenar de robos y un asesinato en esa población rural del valle de San Joaquín; el Violador de la Zona del Este: el Acechante Nocturno Original. Y por último, el Asesino de California cuando los investigadores finalmente hallaron el vínculo entre los crímenes en buena parte del estado.

“Hace 44 años que no dejo de pensar en esto. Es mucho tiempo”, dijo Jane Carson-Sandler antes de prestar declaración.

Aun le vuelven imágenes de esa noche de 1976 cuando apareció DeAngelo con una cuchilla de carnicero en momentos que estaba en la cama con su hijo de tres años, después que su esposo se fue a trabajar en una base militar cercana.

Espera humillarlo con referencias a su “pequeño pene”.

“Espero que me escuche, pero sabemos que en la audiencia en la que se declaró culpable, nunca levantó la cabeza”, dijo.

Dolly Kreis sostiene una foto
Dolly Kreis sostiene una foto de su hija Debbie Strauss y se la muestra a Joseph James DeAngelo, conocido como el Golden State Killer. (Santiago Mejia/San Francisco Chronicle via AP, Pool)

Varias víctimas y los fiscales dicen que DeAngelo finge ser un anciano débil en silla de ruedas.

Los fiscales mencionaron “su paso lento, cómo retuerce las manos” y sus respuestas vacilantes a Bowman en junio. Pero dijeron que sus “movimientos ágiles y su conducta en la celda son propios de un individuo sano y físicamente activo”.

Los detectives que investigaron a DeAngelo dijeron que planeó cuidadosamente sus ataques y que a menudo tenía una ruta de escape a través de un sendero o arroyo lejos de la escena del crimen, por lo que era difícil atraparlo. Por razones desconocidas, los crímenes brutales parecieron terminar abruptamente en 1986.

La búsqueda del asesino se enfrió rápidamente y permaneció así durante décadas antes de que los investigadores emplearan una técnica innovadora que utilizaba el ADN recuperado de la escena del crimen para encontrar parientes lejanos del asesino en una base de datos genética pública. Luego construyeron árboles genealógicos para encontrar un posible sospechoso en DeAngelo.

El asesino vivía tranquilamente en un suburbio de Sacramento (California) cuando los investigadores tomaron de un objeto su ADN y lograron de esa forma establecer que él era la persona que hace décadas buscaba la policía.

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