Irán ofreció recompensas a los talibanes para que ataquen tropas estadounidenses

Así lo determinaron miembros de la comunidad de inteligencia del país norteamericano, luego de identificar pagos vinculados a al menos seis ataques que tuvieron lugar en 2019. El Departamento de Defensa indicó que no negaba ni confirmaba la información

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Foto: ministerio de Defensa de Afganistán
Foto: ministerio de Defensa de Afganistán

El régimen iraní ofreció recompensas a los talibanes para que atacaran fuerzas estadounidenses en Afganistán. Así lo concluyeron miembros de la comunidad de inteligencia del país, que identificaron pagos vinculados a los perpetradores de al menos seis ataque a lo largo de 2019.

Según reportó CNN, las recompensas fueron enviadas a la red “Haqqani”, un grupo terrorista liderado por quien es considerado el “número dos” de los talibanes. Entre los ataques sobresale un bombardeo suicida en una base de las fuerzas estadounidenses que tuvo lugar el 11 diciembre, y en el cual dos civiles murieron y más de 70 resultaron heridos, entre ellos cuatro estadounidenses.

El nombre del gobierno que realizó los pagos permanece oficialmente bajo secreto, pero dos fuentes le confirmaron a la cadena de noticias que se trata efectivamente Irán. El Departamento de Defensa (Pentágono) indicó que no negaba ni confirmaba la información. Semanas atrás distintos medios reportaron acerca de una conducta similar por parte del gobierno ruso.

Según indicaron distintos funcionarios, la falta de retaliación respondió a la voluntad de la administración de Donald Trump de preservar las negociaciones de paz con los talibanes. Pocos meses después del último ataque de 2019, ambas partes llegaron a un acuerdo que fue rubricado en Doha, la capital de Catar.

Mulá Abdul Ghani Baradar, el líder de la delegación talibán y Zalmay Khalilzad el enviado estadounidense para las negociaciones de paz, luego de rubricar el acuerdo. Foto:  REUTERS/Ibraheem al Omari
Mulá Abdul Ghani Baradar, el líder de la delegación talibán y Zalmay Khalilzad el enviado estadounidense para las negociaciones de paz, luego de rubricar el acuerdo. Foto: REUTERS/Ibraheem al Omari

Para finales de julio, el líder de la oficina política talibán en Qatar, el mulá Abdulghani Baradar, afirmó que el acuerdo había sido “positivo hasta entonces”, aunque advirtió que el grupo “adoptaría las medidas necesarias” si Washington no retira a sus tropas de Afganistán en el plazo acordado.

En concreto, el acuerdo contemplaba la retirada de 8.600 militares en 135 días desde la fecha de la firma del mismo y la retirada total de las tropas extranjeras en un plazo de 14 meses. A cambio, los talibán se comprometen a impedir que grupos terroristas como Al Qaeda tengan una base segura desde la que atacar a Estados Unidos y sus aliados.

El ataque en la base de Bagram, considerada la instalación más grande de los Estados Unidos en el país, sorprendió a las autoridades por las vulnerabilidades que puso de manifiesto.

Además, consideraron que su éxito ameritó la aprobación del pago por la teocracia islámica. Y si bien remarcaron que los talibanes no necesariamente requieren pagos para llevar a cabo acciones de esa naturaleza, la compensación “probablemente aumenta el incentivo de futuros ataques de alto perfil en contra de los Estados Unidos y fuerzas de la coalición”.

Funcionarios del gobierno indicaron que si bien quedaba de manifiesto que la relación entre Irán y la red Haqqani “representa una amenaza significativa a los intereses de Estados Unidos”, autoridades del Consejo Nacional de Seguridad concluyeron que cualquier respuesta pondría en peligro las negociaciones de paz.

No obstante, indicaron, sí mencionaron los hechos como argumento a favor de llevar a cabo el ataque que terminó con la vida del general de las Fuerzas Revolucionarias iraníes, Qassem Soleimani, en enero.

Consultados al respecto, voceros del Pentágono rechazaron discutir el contenido de los informes de inteligencia, pero indicaron que Irán busca activamente socavar las negociaciones de paz.

En la imagen el secretario de Defensa der EE.UU., Mark Esper. EFE /Greg Nash
En la imagen el secretario de Defensa der EE.UU., Mark Esper. EFE /Greg Nash

“La administración (de Donald Trump ha demandado en repetidas ocasiones, tanto en público como privado, que Irán termine con su comportamiento maligno y desestabilizador a lo largo de Medio Oriente. Mientras Estados Unidos, sus aliados en la OTAN y socios de la coalición trabajan para ponerle fin a 19 años de derramamiento de sangre, la influencia de Irán busca socavar el proceso y continuar una situación de violencia e inestabilidad”, expresó el Mayor Rob Lodewick, vocero del Pentágono.

Pese a la injerencia de Irán, los acuerdos de paz continuaron. El próximo paso en este sentido protagonizado por los talibanes y el gobierno afgano, que no han comenzado negociaciones propias. No obstante, las autoridades afganas comenzaron a moverse en esta dirección el pasado viernes, al anunciar que comenzarían a liberar 400 prisioneros talibanes. La suerte de estos hombres era uno de los principales escollos para el inicio de las negociaciones, muchas veces aplazadas, entre los insurgentes y el gobierno afgano.

Kabul ya había puesto en libertad a cerca de 5.000 talibanes, pero hasta ahora las autoridades afganas se negaban a liberar a los 400 últimos cautivos reclamados por los insurgentes.

Si bien se desconocen los detalles de las liberaciones y la fecha del inicio de las conversaciones, el portavoz talibán en Catar, Suhail Saheen, aseguró a Efe que una vez que “los prisioneros restantes sean liberados, entonces estaremos listos para comenzar las conversaciones intraafganas en una semana”.

El enviado especial de EEUU para la Reconciliación de Afganistán, Zalmay Khalilzad, aplaudió la medida que, dijo, dará comienzo “inmediato” a las negociaciones.

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