Robert Trump, el hermano menor del presidente de los Estados Unidos, fue ingresado en un hospital de Nueva York y se encuentra “muy enfermo” aunque se desconocen las causas, informaron este viernes medios locales. De 77 años, estuvo en junio diez días en la unidad de cuidados intensivos del centro Monte Sinaí en Manhattan “por una condición seria” de la que no se ofrecieron detalles.
El presidente Donald Trump visitó este viernes a su hermano, al margen de la agenda política que mantiene hoy en Nueva York y en la vecina Nueva Jersey. El mandatario republicano tiene programado ofrecerá también un discurso en un evento del principal sindicato policial del estado y prevé pasar el fin de semana en su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey.
Aunque mucho menos famoso que su hermano mayor, Robert Trump ha sido durante mucho tiempo parte integral del imperio inmobiliario familiar y es ferozmente leal al presidente, según destaca la prensa neoyorquina. Se espera que hoy el mandatario ofrezca algunos detalles sobre la condición de su hermano, quien tras ser dado de alta del Monte Sinaí en junio inició una acción legal para intentar detener la publicación del libro de su sobrina Mary Trump sobre el ahora presidente de Estados Unidos, titulado Too Much and Never Enough: How My Family Created the World’s Most Dangerous Man (“Demasiado, pero nunca suficiente: Cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo”.
Mary Trump, una psicóloga clínica de 55 años e hija del hermano mayor de Donald Trump (el difunto Freddie Trump), opina que su tío, al que describe como un “narcisista”, “ya está haciendo trampas” de cara a los comicios del 3 de noviembre menoscabando el voto por correo, de importancia vital por la pandemia, y poniendo en duda los resultados. La sobrina del mandatario aseguró a la agencia EFE, además, que cree que el país se encuentra “al borde de un precipicio”.
Mary Trump acusa a su abuelo, Fred Trump, de haber arruinado la vida de sus hijos, incluido el presidente. “Creo que no le importaba realmente cómo funcionaba la familia, excepto en el sentido de que estaban ahí para satisfacer sus propias necesidades y ayudarle a alcanzar sus propios objetivos. Probablemente, lo peor que hizo —porque mi abuelo era un sociópata, y lo digo en el sentido técnico, no coloquialmente— fue usar a sus hijos como extensiones de sí mismo, particularmente a los niños, porque era un misógino, así que no estaba interesado en las niñas”, contó la escritora.
“Probablemente el efecto más profundo que tuvo mi abuelo en Donald fue el hecho de que vio por lo que pasó mi padre, porque mi padre tenía siete años y medio más que él. Donald (...) básicamente creció viendo a mi abuelo abusar, humillar y desmontar a mi padre por el hecho de que mi padre resultó ser una persona amable, generosa y sensible que tenía otros intereses fuera del negocio inmobiliario. (...) (Donald) se volvió incapaz de aceptar errores o pedir perdón por algo porque cuando mi padre hacía esas cosas, mi abuelo básicamente le pegaba una paliza, hablando en sentido figurado“, agregó.
Con información de EFE y AFP
MÁS SOBRE ESTE TEMA: