Si bien los últimos días han sido relativamente buenos para el estado de Florida en términos de nuevos casos confirmados de coronavirus –con un promedio diario que no supera los 5 mil contagiados, la mitad de lo que se veía dos semanas atrás-, hay un índice que preocupa y es el contagio en los jóvenes. Desde el comienzo de la pandemia, el estado del sur siempre reportó que quienes más se estaban contagiado de COVID 19 eran aquellos entre 24 y 35 años (componiendo en promedio un 36% de todos los contagios oficialmente contados), generando poca preocupación por lo que puede pasar con los más pequeños.
Un dato revelado este martes cambia las cosas. Si bien los niños contagiados de coronavirus siguen siendo una minoría con respecto a lo que ocurre con los adultos, en los últimos 30 días en Florida el contagio en menores de 17 años aumentó un 137 por ciento. En línea con el aumento que se observó en todo el país donde, tal como Infobae reportaba el lunes, en el último mes los contagios de niños y adolescentes crecieron un 40 por ciento, Florida también confirmó este aumento aunque en cifras mucho más elevadas. Entre el 9 de julio y el 9 de agosto, los casos en menores de hasta 17 años aumentaron de 16.797 a 39.735, de acuerdo a los datos otorgados por el Departamento de Salud del estado.
Entre los menores contagiados, también hubo un aumento considerable en el número de hospitalizaciones. Un 105 por ciento más acabó siendo ingresado en un hospital. Aunque poniendo los números en perspectiva, siguen siendo proporcionalmente muy pocos los niños que llegan a la hospitalización. Hasta el 9 de julio sólo 213 niños habían sido hospitalizados en el estado a consecuencia del COVID-19. Un mes después se contabilizaron 436 ingresos al hospital. Recién desde el 30 de junio los hospitales de Florida están obligados a reportar todas las admisiones relacionadas al nuevo coronavirus. En promedio en todo el estado hay cerca de 7 mil personas hospitalizadas por este virus.
La cifra que nadie quiere que aumente es la de las muertes. Desafortunadamente también allí se vio un crecimiento. El último mes se pasó de 4 menores de 17 años fallecidos por COVID a 7. En todo el estado a la fecha de hoy 8.553 residentes murieron en esta pandemia. En las últimas 24 horas se contabilizó el mayor número de muertes en un día, con 276 fallecimientos confirmados. Por fortuna, ninguno de ellos era menor de edad.
El aumento en los contagios entre niños puede deberse a un mayor número de pruebas realizadas a menores. En los primeros meses de la pandemia era muy difícil conseguir un centro en el que le realizaran el examen a niños, y con el correr de las semanas esa regla se fue flexibilizando. Pero esta teoría no explica el aumento en las hospitalizaciones. Además, a pocas de que vuelvan las clases tratar de entender cómo afecta este virus a quienes son más jóvenes es vital.
El gobernador Ron DeSantis es uno de los principales impulsores en el país de la vuelta a clases presenciales. De todas formas, la decisión final la tienen los distritos escolares. Miami-Dade, el más grande del estado con 356.086 estudiantes, ya anunció que dadas las condiciones en este condado no habrá clases presenciales al menos hasta el mes de octubre. DeSantis no se pronunció al respecto. Distinto es el caso de Tampa, en el condado de Hillsborough, donde las autoridades escolares elaboraron un plan que contempla sólo clases virtuales durante las primeras 4 semanas del año lectivo que fue rechazado por el comisionado de educación del estado, Richard Corcoran. DeSantis y Corcoran visitaron Tampa y ante la prensa enfatizaron la importancia de las clases en persona, describiendo los beneficios que tiene para el niño relacionarse con sus pares.
“Hay cosas que no se pueden seguir debatiendo. Estamos en una buena dirección en esta área y esa es la realidad”, decía DeSantis en alusión a que el número de contagios allí es mucho menor que en el sur de la Florida, aunque todavía tienen un 13 por ciento de contagios en Tampa. El condado de Hillsborough tiene hasta el 14 de agosto para entregar un nuevo plan. Si deciden no modificar su decisión corren el riesgo de ver disminuidos los fondos estatales para educación.
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