Donald Trump anunció este jueves la reimposición de aranceles del 10% a algunos productos de aluminio canadiense, al asegurar que el vecino del norte “se estaba aprovechando” de Estados Unidos, en un nuevo recrudecimiento de las tensiones comerciales. Horas después, Canadá calificó de “inaceptable” la decisión del mandatario estadounidense y anunció planes de tomar rápidamente “contramedidas” de la misma envergadura.
“Canadá se estaba aprovechando de nosotros, como siempre. La industria del aluminio de Estados Unidos estaba siendo diezmada”, afirmó el presidente norteamericano en un acto en una fábrica de lavadoras de Whirpool en Ohio.
Chrystia Freeland, vice primera ministra de Canadá, por su parte, sostuvo en un comunicado que la decisión del Ejecutivo norteamericano “es injustificada e inaceptable”: “En respuesta a los aranceles estadounidenses, Canadá tiene la intención de imponer rápidamente contramedidas de igual valor”.
Trump justificó su decisión al señalar que Canadá había quebrado el compromiso adquirido “de no inundar” el mercado estadounidense con aluminio canadiense.
El anuncio se produce apenas un mes después de que entrara en vigor el nuevo tratado comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, conocido como T-MEC, y que sustituyó tras meses de duras negociaciones al TLCAN, en vigor desde 1994.
Trump impuso aranceles al aluminio canadiense en 2018 pero los retiró el pasado año durante las conversaciones del tratado comercial trilateral.
En su discurso en Ohio, el mandatario repitió su agenda proteccionista de la campaña de 2016 y defendió “el patriotismo frente a las élites globalistas”. “Durante décadas, hemos visto cómo los políticos dejaron que naciones extranjeras robasen nuestros trabajos, saqueasen nuestras factorías, y arrasasen las joyas de la corona de la economía de EE.UU.”, recalcó.
Por ello, reiteró su “promesa de traer de vuelta empleos y fábricas a Estados Unidos usando todas las herramientas disponibles: incluidos aranceles (...) y nuevos tratados comerciales basados en el principio de la justicia y la reciprocidad”.
Los aranceles, que entrarán en vigencia el 16 de agosto, son una respuesta a lo que Washington califica como una “disparada” en las importaciones de aluminio desde Canadá el año pasado, que “amenaza con perjudicar a la producción doméstica” de ese elemento. Según el texto de la proclamación presidencial, las importaciones de aluminio canadiense entre junio de 2019 y mayo de 2020 aumentaron 87% con relación a los 12 meses anteriores.
“Decidí que las medidas acordadas con Canadá no son suficientemente eficaces para remediar la amenaza que las importaciones de aluminio desde Canadá suponen para nuestra seguridad nacional”, escribió el mandatario.
A inicios de julio, el primer ministro canadiense Justin Trudeau evocó rumores según los cuales Trump podría reimponer derechos de aduana, y señaló que Estados Unidos no tiene suficiente capacidad de producción de aluminio y necesita el producto canadiense para sus industrias automotriz y de alta tecnología.
La Cámara Estadounidense de Comercio criticó esta decisión que considera “aumentará los costos para los fabricantes” locales. También señalo que “la mayor parte de los productores estadounidenses de aluminio” se oponen a la disposición, que generará medidas recíprocas contra las exportaciones de Estados Unidos.
Trump buscará la reelección en los comicios presidenciales de noviembre en los que se enfrentará al precandidato demócrata Joe Biden, en unas elecciones marcadas por la situación sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, que ha dejado más de 155.000 fallecidos y millones de estadounidenses desempleados.
Con información de EFE y AFP
MÁS SOBRE ESTE TEMA: