El nombre de Daisy Coleman fue conocido mundialmente gracias al documental de Netflix “Audrie & Daisy”. En este se narró cómo la joven estudiante pasó de se una sobreviviente de abuso sexual, a una defensora por las víctimas de este crimen.
Sin embargo, este martes la madre de la joven de 23 años, Melinda Moeller Coleman, confirmó que su hija se suicidó el pasado martes 4 de agosto.
“Mi hija Catherine Daisy Coleman se suicidó esta noche. Si vieron mensajes y publicaciones locas fue porque llamé a la policía para ver cómo estaba”, comenzó en un mensaje que escribió en su cuenta de Facebook, acompañada de una fotografía de su hija.
La mujer también explicó que a pesar de todo lo que hizo para mejorar, Daisy nunca se pudo recuperar del ataque que experimentó en su adolescencia. También declaró que si los hombres que la violentaron hubieran sido responsabilizados por su crimen, ella seguiría con vida.
“Ella era mi mejor amiga y mi hija increíble. Creo que tuvo que hacer que pareciera que podría vivir sin ella. No puedo. ¡Ojalá pudiera haberle quitado el dolor! Ella nunca se recuperó de lo que esos chicos le hicieron y simplemente no es justo. Mi bebita se fue”, finalizó.
Melinda continuó publicando artículos y videos de su hija en los que hablaba acerca del ataque y el escrutinio bajo el que vivió después de haber alzado la voz en su ciudad natal.
“Mi niña, mi Belle no pudo soportar más. Ella dijo que me amaba y solo esperaba que me hiciera sentir orgullosa. Me hiciste sentir orgullosa todos los días de tu vida, Belle. ¡Todos los días! ¡Te quiero mucho!”, expresó Melinda en otra publicación.
Coleman tenía 14 años cuando Matthew Barnett presuntamente la agredió sexualmente en una fiesta en una casa en Maryville, Missouri, el 8 enero de 2012. Después del ataque, fue abandonada afuera de su domicilio, aún intoxicada. Estuvo horas en temperaturas bajo cero y vestida solo con una camiseta.
Barnett, quien tenía 17 años fue acusado de agresión sexual grave, pero él afirmó que la relación sexual fue consensuada. El cargo fue retirado dos semanas después, ya que uno de los fiscales citó una “falta de evidencia”. Por su parte, Daisy señaló que esto sucedió debido a que su familia tenía conexiones políticas poderosas.
El caso se cerró, pero en octubre de 2013 se reabrió con más gente apoyando a Daisy. En enero del siguiente año, Barnett se declaró culpable de poner en peligro a un menor, esto por cómo abandonó a Coleman y fue sentenciado a un período de prueba de dos años.
El caso capturó la atención nacional después de que la familia Coleman sufrió reacciones negativas en el pueblo en donde vivía, así como el intenso bullying del que fue víctima tanto en línea, como en su escuela. Coleman trató de suicidarse en varias ocasiones antes de convertirse en una activista.
En 2016 narró su historia en el documental de Netflix, en el que también se contó la historia de Audrie Pott, una adolescente que también fue víctima de abuso, de manera muy similar a Daisy. Pott se suicidó 10 días después de su ataque.
En 2017 co fundó la organización SafeBAE, una organización que crea conciencia sobre el consentimiento y la agresión sexual en las secundarias y preparatorias. Shael Norris, una de sus colegas, escribió a NBC News que Daisy estaba en terapia por estrés post-traumático. No obstante, nadie pensaba que la joven se suicidaría. A pesar de esto, Norris recalcó que el trabajo que hizo su amiga fue honesto.
“Queremos tener en cuenta a todos los jóvenes sobrevivientes que la admiraban. Por favor, sepan que, por encima de todo, ella hizo este trabajo por ustedes. Le encantaba hablar con los jóvenes sobre cambiar la cultura y cuidarse unos a otros. Mucho de su curación vino de cada uno de ustedes”, explicó Norris.
MÁS SOBRE ESTE TEMA