Nuevas imágenes del asesinato de George Floyd, el hombre afroamericano que murió asfixiado luego de que un policía se arrodillara sobre su cuello por más de ocho minutos, se hicieron públicas este lunes.
Se trata de las grabaciones de las cámaras de dos de los cuatro oficiales que estuvieron involucrados en el hecho, que tuvo lugar en la ciudad de Minneapolis el pasado 25 de mayo y comenzaron luego de que el dueño de una tienda acusara a Floyd de usar un billete falso para comprar cigarrillos.
Las imágenes más extensas, obtenidas por el medio británico Daily Mail, corresponden a la cámara del ahora ex policía Alex Kueng. La secuencia, de 18 minutos de duración, abarca desde el momento que los oficiales confrontan al hombre en su auto hasta su muerte bajo la rodilla de Derek Chauvin, luego de que dijera en reiteradas ocasiones que no podía respirar.
La interacción comienza cuando Thomas Lane golpea con una linterna la ventana del auto de Floyd y le apunta con su arma cuando este abre la puerta. Su ex, Shawanda Hill, se encuentra en uno de los asientos de atrás y un amigo, Maurice Hall, en el del acompañante.
Floyd, de 46 años, se muestra angustiado desde el primer momento, disculpándose profusamente y asegurando que obedecería las órdenes de los oficiales. Les explica también que está en ese estado emocional porque le han disparado en el pasado y porque su madre falleció hace poco tiempo.
Ya fuera del auto, los oficiales esposan y llevan a la patrulla a Floyd, que llora desconsolado y asegura que no es una amenaza. “No soy ese tipo de hombre”, expresa en distintas ocasiones. En el interín, uno de los policías pregunta a sus acompañantes: “¿Por qué se comporta raro y no nos muestra sus manos?”
“Porque le han disparado en el pasado”, responde Hill, quien luego de que el oficial Lane le pregunta si Floyd está drogado sugiere con un gesto que su ex tiene problemas de salud mental. “Con la policía”, agrega.
Los dos policías luego llevan a Floyd a la patrulla. Y es allí donde la situación escala. Los primeros intentan hacer que el hombre ingrese al vehículo, pero este les dice que tiene claustrofobia. Luego se cae al suelo, siempre entre lágrimas. “¡Deja de caerte!”, grita uno de los oficiales, que intenta en reiteradas ocasiones lograr que Floyd se siente.
Floyd continúa diciendo que es claustrofóbico y que le da pánico entrar al auto. “Voy a morir aquí. Acabo de tener COVID-19″, dice. Lane ofrece bajar la ventanilla, pero eso no parece tranquilizar a Floyd, que asegura que está aterrado. Poco después aparecen los otros dos policías involucrados en el hecho, Tou Thao y Derek Chauvin.
Los oficiales hacen que Floyd entre al auto y cierran una de las puertas. Sin embargo, el hombre sale por la puerta trasera opuesta. Pocos segundos después las imágenes lo enfocan en el suelo y con tres de los oficiales encima suyo, uno de ellos, Chauvin pone su rodilla sobre su cuello.
Es entonces cuando comienza la secuencia que catalizó marchas masivas contra el racismo en el país y alrededor del mundo. Floyd repite de manera constante que no puede respirar. También llama a su madre y pide que le digan a su hija que la ama. Uno de los oficiales desestimó sus ruegos, asegurando que “se necesita mucho oxígeno para hablar”.
Poco después, Floyd deja de hablar y de moverse. Entonces comienzan a escucharse las voces de transeúntes que presenciaban la escena y advierten que el hombre ha perdido la conciencia. Las imágenes concluyen poco después de que Kueng le tome el pulso a Floyd.
Todos los oficiales fueron despedidos de la fuerza y acusados formalmente por el asesinato de Floyd. Chauvin está acusado de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio involuntario. Lane, Kueng y Tou Thao están acusados de ayudar e instigar tanto a un asesinato en segundo grado como a un homicidio. Lane sostenía las piernas de Floyd en ese momento, Kueng estaba sobre el torso de Floyd, y Thao observaba a los transeúntes cercanos. Todos atraviesan el juicio en prisión preventiva.
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