El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes que prohibirá a la red social TikTok en Estados Unidos, luego que las autoridades del país se mostraran preocupadas de que esa plataforma fuera utilizada por la inteligencia de China.
El gobierno de Trump considera que la popular aplicación de videos cortos -se estima que cuenta con 1.000 millones de usuarios- puede ser usada como una herramienta de espionaje por Beijing, algo que Bytedance, la empresa propietaria de la aplicación, niega.
En declaraciones a los periodistas en el avión presidencial Air Force One, Trump dijo: “En lo que respecta a TikTok, lo vamos a prohibir en Estados Unidos.”
El anuncio tiene lugar la misma semana en que Trump recibió una actualización sobre los riesgos para la seguridad nacional que representa la red social. La presentación estuvo a cargo del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS, en inglés), un panel presidido por el Tesoro que se ocupa de las empresas y adquisiciones que afectan este asunto.
“TikTok está bajo revisión del CFIUS y haremos una recomendación al presidente esta semana”, dijo al respecto el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin. “Tenemos muchas alternativas”, agregó. Trump, por su parte, había dicho que su administración estaba “mirando” a la red social y “pensando en tomar una decisión”.
La gerente general de TikTok en Estados Unidos, Vanessa Pappas, advirtió este sábado que la red china no tiene planes “de irse a ningún lado”, en respuesta al anuncio del mandatario. Pappas afirmó en su mensaje que están orgullosos de los 1.500 trabajadores que tienen en este país y que crearán otras 10.000 plazas de empleo durante los próximos tres años.
“No planeamos ir a ningún sitio. TikTok es el hogar de creadores y artistas para que expresen sus ideas y se conecten con gente de diferentes orígenes. Estamos orgullos de todos los que llaman a TikTok su hogar”, afirmó la gerente general.
Las preocupaciones al respecto trascienden la polarización política en Estados Unidos. El jueves, dos senadores -uno Demócrata y otro Republicano- pidieron por su parte al departamento de Justicia (DOJ) que llevara a cabo una investigación similar a la del CFIUS, en la que también incluyeron a la plataforma de videollamadas Zoom.
“Creemos que es imperativo que el DOJ investigue y determine si las relaciones comerciales, las prácticas de manejo de datos y las conexiones operativas con China de Zoom y TikTok representan un riesgo para los estadounidenses”, escribieron Richard Blumenthal (Demócrata - Connecticut) y Josh Hawley (Republicano - Misuri).
Los legisladores dijeron a su vez que las compañías buscan relativizar la magnitud de sus lazos con China. “Con base en numerosos informes, estamos extremadamente preocupados de que Zoom y TikTok hayan revelado información privada sobre los estadounidenses a la (República Popular de China) y hayan participado en la censura en nombre del gobierno chino”, dijeron en la carta al Fiscal General Adjunto John Demers.
En paralelo, otro proyecto de ley busca hacer ilegal que los empleados federales usen la aplicación en dispositivos del gobierno.
El periodista de Fox Business, Charles Gasparino reportó este viernes que, en el caso que Bytedance efectivamente venda las operaciones de Tik Tok en Estados Unidos, Microsoft estaría interesado en adquirirlas.
Tik Tok, por su parte, ha buscado distanciarse del hecho de ser propiedad de una compañía china. Con respecto a la seguridad de los datos de los usuarios, ha asegurado que los almacena en los Estados Unidos, y que estos poseen un respaldo en Singapur.
En una publicación en un blog, el presidente ejecutivo de Tik Tok, Kevin Mayer, expresó: “No somos políticos, no aceptamos publicidad política y no tenemos una agenda; nuestro único objetivo es seguir siendo una plataforma vibrante y dinámica para que todos la disfruten”.
Estados Unidos no es el primer país en actuar sobre sus preocupaciones de esta naturaleza. A finales de junio, y luego de registrar una serie de enfrentamientos con China en una frontera difusamente delimitada, India prohibió la aplicación - a la vez que otras 59 aplicaciones chinas- alegando que están involucradas en actividades “perjudiciales para la soberanía e integridad de la India, la defensa de la India, la seguridad del estado y el orden público”.
La mayoría de las aplicaciones fueron señaladas por las agencias de inteligencia indias ante la preocupación de que estaban recopilando datos de los usuarios y posiblemente también enviándolos fuera de las fronteras del país.
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