Tahlequah es una orca asesina que en 2018 llamó la atención del mundo entero, pues cargó con el cadáver de su recién nacido por más de dos semanas. Pero ahora la esperanza volvió para la ballena, pues se encuentra embarazada una vez más.
La futura madre es parte de las ballenas residentes del sur que viven en el Puget Sound en la región del noroeste del Pacífico de los Estados Unidos, un grupo que en 2005 estuvieron en peligro de extinción. Estas viven en tres grupos diferentes: J, K y L.
El diario The Seattle Times reportó que los embarazos fueron descubiertos John Durban, científico principal de Southall Environmental Associates y Holly Fearnbach, directora de investigación de mamíferos marinos para la organización sin fines de lucro SR3.
A través de imágenes tomadas por drones se dieron cuenta del embarazo de Tahlequah, o J35, como es conocida en la comunidad científica, y de algunas más en las otras dos manadas.
El periódico publicó una foto del cetáceo en septiembre del año pasado, y la comparó con una imagen de la ballena tomada este mes. En esta última se percibe que la parte de en medio del animal está mucho más alargado que hace 10 meses. Pero aún faltan algunos meses para que la criatura nazca, pues el periodo de gestación de una orca es de 18 meses.
Por lo pronto, los humanos están haciendo lo posible por no molestar a estos animales, para darles la paz y silencio que necesitan para poder cazar y encontrar alimento. Las ballenas utilizan el sonido para cazar y el ruido de los botes es una de las principales amenazas para su supervivencia; además de la poca calidad de salmón y la contaminación.
La población de la manada es de 72 cetáceos, por lo que cada recién nacido cuenta para su grupo, pero las posibilidades de embarazos exitosos no son buenas. Cerca de dos tercios de los embarazos se pierden debido al estrés por hambre, de acuerdo al investigador Sam Wasser, del Centro de Biología de la Conservación de la Universidad de Washington.
Aunque los embarazos no son inusuales, la noticia del de Tahlequah tiene un significado importante. El 24 de julio de 2018 comenzó esta ballena se convirtió en madre, pero después de 30 minutos, su cría falleció.
Fue entonces que ella comenzó a cargar el cadáver del recién nacido. Este proceso de duelo, que los científicos aún no comprenden, es común para las ballenas; pero ninguna otra lo ha hecho por tanto tiempo ya que J35 hizo esto por 17 días seguidos.
Aunado a esto, la bebé era una hembra, lo que hubiera sido una gran adición para este grupo de ballenas.
Tahlequah tiene un hijo, J47, pero la preocupación de los científicos es que han notado que todos los miembros del grupo se ven cada vez más delgados. Tanto Durban como Fearnbach se han dado cuenta que hay cada vez más botes en esta zona.
Por lo pronto los científicos están preocupados de que la historia se repita, y que la próxima cría de la famosa ballena no sobreviva.
“Estamos preocupados si ella tiene un bebé, ¿será capaz de cuidarse a sí misma, al recién nacido y a J47 también? Se ha hablado mucho, no estoy seguro de que haya cambiado mucho para las ballenas”, expresó Durban a la publicación.
MÁS SOBRE ESTE TEMA