El estado de Florida es el segundo con mayor contagio del coronavirus SARS-CoV-2 de Estados Unidos después de California, al superar este sábado con más de 414.000 casos desde el pasado marzo a Nueva York, que acumula más de 411.000, según cifras de las autoridades estatales y federales.
Los casos confirmados del patógeno en Florida aumentaron este sábado en 12.199 y las muertes de residentes del estado en 124 en las últimas 24 horas, lo que hace un total de 414.511 personas contagiadas y 5.894 fallecidas desde el pasado 1 de marzo.
Las cifras divulgadas este sábado por el Departamento de Salud del Florida mantienen la misma tendencia de la última semana, que superan los 10.000 casos diarios y las 120 muertes.
Las hospitalizaciones por la COVID-19 suman hasta la fecha 23.730 y se han realizado pruebas más de 3,3 millones de personas en un estado con 21 millones de habitantes. El 12,41 % de las pruebas han dado positivo.
El principal foco de la COVID-19 sigue estando en el sureste del estado, en Miami-Dade, Broward y Palm Beach, donde se mantienen en algunas ciudades las mayores restricciones, con toques de quedas, multas a quienes no usen mascarillas y permisos para operar restaurantes solo en mesas al aire libre.
De los más de 414.000 casos confirmados en Florida hasta la fecha, casi 180.000 se concentran en esos tres condados.
Miami Dade además ya sobrepasó los 100.000 casos con 101.854 casos y 1.379 muertes, Broward 48.187 y 580, y Palm Beach, 29.707 y 752 fallecimientos. Además, condados como Hillsborough (centro de Florida) presenta 29.707 casos y 118 muertes, y Duval (norte), donde se iba a celebrar el discurso de nominación del presidente Donald Trump durante la Convención Nacional Republicana (RNC), registra 19.288 casos y 138 fallecimientos
Trump anunció esta semana la cancelación de la RNC tras la reticencia de varios sectores debido a la explosión de la pandemia en Florida desde hace más de un mes.
En Florida, la primera fase de reactivación comenzó para la mayoría del estado a partir del pasado 4 de mayo y permitió la apertura de negocios no esenciales como restaurantes, tiendas minoristas, museos, gimnasios y bibliotecas, pero con una capacidad reducida y una mayor higiene y medidas de distanciamiento.
La fase dos agregó a principios de junio bares y eventos grandes como los cines y boleras a la mitad de su capacidad en 64 de los 67 condados de Florida, pero a mediados de ese mes los casos de la COVID-19 se dispararon en el estado, que está al borde de una crisis en sus hospitales.
Estados Unidos alcanzó este viernes la cifra de 4.106.225 casos confirmados de COVID-19 y la de 145.324 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del sábado) es de 73.795 contagios más que el jueves y de 1.157 nuevas muertes.
El balance provisional de fallecidos -145.324- ha superado ya con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia. El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 200.000 muertos y que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre podría rozar los 220.000.
Con información de EFE
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