Estados Unidos registró el martes más de 1.000 nuevas muertes relacionadas con el coronavirus, barrera que se supera por primera vez desde el 29 de mayo, según datos de COVID-19 Tracking Project. La cifra coincide con lo informado por Worldometers, que reportó 1.075 nuevos fallecimientos en la jornada.
De marzo a esta parte, las muertes causadas por el nuevo coronavirus se habían relentizados tras un periodo de confinamientos, aunque los mismos variaron significativamente de estado en estado. Desde hace varias semanas, sin embargo, están comenzando a repuntar los números de nuevas infecciones y las hospitalizaciones.
La semana pasada, mientras en Texas y Florida las unidades de Cuidados Intesivos alcanzaban su tope, las muertes oscilaron durante la mayoría de los días en torno a las 900 muertes.
Estados Unidos informó el martes 63.000 nuevos casos y 59.000 hospitalizaciones, y es el país más afectado del mundo por la pandemia del coronavirus.
De Nueva York a California
California reportó este martes un total de 400.769 enfermos de covid-19 desde que comenzó la pandemia y se acercó a la marca del estado con más casos, Nueva York, que no obstante sigue teniendo el mayor número de fallecimientos.
El departamento de Salud de Nueva York (este), que tiene una población de 20 millones, la mitad de la de California, cuenta 408.181 casos, unos 2.000 por cada 100.000 habitantes.
California, al otro extremo del país, en el suroeste, reportó el lunes 9.231 positivos, con un récord de 7.091 hospitalizados, de los cuales 2.006 están en terapia intensiva. Reportó además hasta ahora 7.755 fallecidos, lejos de los 25.058 muertos en Nueva York.
“Somos el mayor estado del país”, dijo Mark Ghaly, secretario de Salud de California, de 40 millones de habitantes.
“Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de controlar la tasa de propagación”, siguió. “Miramos a nuestra estrategia inicial de tratar de estar preparados para un número de días con un alto número de casos y asegurarnos de que tenemos esta capacidad de aumento en nuestro sistema hospitalario”.
California volvió a cerrar parcialmente su golpeada economía ante el alarmante alza de casos de covid-19, que se concentran principalmente en el condado de Los Ángeles y afectan mayoritariamente a latinos. Salones de restaurantes, bares, cines, museos, salas de cata de vino y zoológicos tuvieron que dejar de operar de nuevo, apenas semanas después de reabrir sus puertas. Y el uso de mascarilla es obligatorio en lugares públicos.
“Nuestra reapertura fue tratada como una luz verde para un regreso a la vida normal”, lamentó Ghaly, destacando que el impacto de las nuevas medidas debe verse en un mes aproximadamente.
“Hemos aprendido que ese período de dos a tres semanas puede no ser lo suficientemente largo, puede que nos lleve hasta tres, cuatro semanas incluso para sentir el impacto completo de algunos de esos cambios”.
El martes, en una rueda de prensa para informar sobre el avance de la epidemia en el país, Donald Trump indicó que la situación “se va a poner peor antes de mejorar” y sugirió al público usar mascarillas. “Le estamos pidiendo a todos los que no puedan mantener la distancia social que usen una. Les guste o no, tienen un efecto. Y necesitamos todo (el apoyo) que podamos conseguir”, expresó.
En un momento, consultado sobre la razón por la cual no usaba él mismo la mascarilla, sacó una de su bolsillo y aseguró que lo hace cuando es necesario: “No tengo problema para usarla. Si estuviera en un grupo lo haría. Si estuviera en un ascensor, por ejemplo. No tengo problema con las mascarillas. Todo lo que pueda ser una potencial ayuda es algo bueno”, dijo.
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