Tras el asesinato de Daniel Anderl, hijo de la jueza de Nueva Jersey, Esther Salas, a los peritos forenses les llamó la atención una coincidencia con el crimen a principio de mes del abogado defensor de derechos civiles, Marc Angelucci: el agresor estaba vestido con un informe de FedEx. A partir de esa pista, las autoridades comenzaron a investigar el posible vínculo entre ambos asesinatos. Este miércoles, el FBI confirmó que Roy Den Hollander también fue el responsable de la muerte de Angelucci.
“Mientras el FBI continúa la investigación del ataque en la casa de la Jueza del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Esther Salas, estamos trabajando con la Oficina del Sheriff de San Bernardino CA y tenemos pruebas que vinculan el asesinato de Marc Angelucci con el sujeto del FBI en Newark, Roy Den Hollander”, señaló la oficina del Buró Federal de Newark.
El 11 de julio pasado, Angelucci, de 52 años y vicepresidente de la National Coalition for Men (NCFM), fue hallado con heridas de bala en Cedar Pines Park, al sur de California. El Departamento del Sheriff del Condado de San Bernardino lo declaró muerto en el lugar.
El NCFM indicó que el abogado fue asesinado de un disparo frente a su casa.
El presidente de NCFM, Harry Crouch, manifestó a la cadena local KCAL, que Den Hollander había estado una vez en el directorio de la organización, pero fue removido después de amenazarlo.
“Quiero ser muy claro, no es miembro de NCFM. ¿Por qué no lo es? Porque lo eché hace cinco o seis años, porque era un loco”, subrayó Crouch.
El domingo pasado, en horas de la tarde, una persona armada vestida como repartidor de FedEx acudió a la vivienda de la jueza Esther Salas, ubicada en North Brunswick, Nueva Jersey, y comenzó a disparar, hiriendo a su esposo, el abogado Mark Anderl, y matando a su hijo, Daniel Anderl. Salas, por su parte, se encontraba en el sótano y resultó ilesa.
El lunes Den Hollander fue hallado muerto en el condado Sullivan, Nueva York, con una herida de bala, que las autoridades confirmaron que fue “autoinfligida”.
Den Hollander tenía una demanda de igualdad de género, interpuesta en 2015, que Salas estaba escuchando y la cual involucraba a una joven que quería inscribirse al servicio militar. También mencionó a la jueza en publicaciones en internet, ridiculizándola como una trepadora que se aprovechaba de su ascendencia hispana para salir adelante.
Junto al cuerpo de Den Hollander se encontró un paquete dirigido a Salas, dijeron los funcionarios.
En un largo escrito que Den Hollander publicó en línea, también manifestó que se hizo pasar por un repartidor de FedEx para hablar con una joven, la misma táctica que aparentemente utilizó el agresor en la puerta de la casa de la jueza.
Se definía a sí como “anti-feminista”, y también era un racista explícito. Sus posturas conceptuales las dejaba en claro incluso en sus presentaciones judiciales.
La combinación de mujer exitosa, independiente y latina fueron demasiado para este letrado y la incluyó en la supuesta lista de blancos agredidos que investiga el FBI.
En enero pasado, la vida profesional (y de odio) de Hollander dio un vuelco. Fue cuando le anunciaron que tenía cáncer terminal. No viviría demasiado tiempo. Les avisó a sus colegas más cercanos que dejaría la actividad y los casos que seguía. Fue en ese instante en que habría comenzado a diseñar un plan para terminar con la vida de sus enemigos. Los investigadores exploran esa hipótesis como la más firme.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: