Anthony Fauci confirmó el miércoles que no está dispuesto a renunciar, a pesar de lo que parecen ser intentos deliberados de funcionarios de la Casa Blanca por dañar la imagen pública del máximo epidemiólogo del país.
De acuerdo con una entrevista que le concedió al sitio The Atlantic, en la actualidad si el presidente Donald Trump quisiera deshacerse de Fauci por sus desacuerdos en torno a la gestión de la pandemia del nuevo coronavirus, será la Casa Blanca quien deba despedirlo. El no lo hará por voluntad propia.
Consultado sobre los últimos movimientos de la administración estadounidense para desacreditarlo, Fauci respondió que le parecen “bizarros”. “En última instancia, actuar así daña al Presidente”, afirmó.
Además, describió los ataques de la Casa Blanca en su contra como “tonterías” y “completamente equivocados”, especialmente en un contexto donde los casos y las muertes de COVID-19 están volviendo a aumentar en todo el país, y las directivas sanitarias por parte de las distintas administraciones y funcionarios públicos son contradictorias.
Durante los últimos días, distintos funcionarios de la Casa Blanca han trabajado activamente para desacreditar a Fauci. Un caso de esto último son los documentos que han circulado en los últimos días a los medios de comunicación, en los que el experto pareciera contradecirse en sus declaraciones en torno al brote y en los que se lo muestra equivocado.
También han dado numerosas declaraciones a medios -en su mayoría off the record- en los que exteriorizan su falta de confianza hacia el funcionario. Otros, como el subsecretario de Prensa Dan Scavino Jr., lo han hecho de manera pública.
“No puedo entender en mis sueños más salvajes por qué querrían hacer eso”, respondió Fauci a The Atlantic, en referencia al documento filtrado, que habría sido elaborado por la Casa Blanca. Y aclaró: “Apoyo todo lo que dije. Contextualmente, cuando lo dije, era absolutamente cierto ... (El documento de la Casa Blanca) está totalmente equivocado. No tiene sentido. Está completamente mal. Todo está mal. Todo esto es incorrecto”.
Además, el especialista afirmó que “las personas razonables en la Casa Blanca se dan cuenta de que fue un gran error”. “No creo que fuera su intención”, agregó.
Sobre su actual vínculo con el presidente Trump, Fauci dijo que había cambiado un poco, en relación a la época en la que ofrecían conferencias de prensa conjuntas diariamente, que los obligaba a mantener conversaciones personales. Según reportaron medios locales, hasta esta semana el funcionario no ha tenido reuniones con Trump desde principios de junio.
Sin embargo, dijo que aún mantiene contactos permanentes tanto con Deborah Birx, la coordinadora de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca; con RObert Redfield, el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés); y Steve Hahn, el comisionado del Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), entre otros.
E indicó que se reúne regularmente con el vicepresidente Mike Pence, a cargo del grupo de trabajo gubernamental contra la pandemia. “Mis aportes para el presidente pasan por el vicepresidente. Pero claramente, el vicepresidente, literalmente todos los días, está escuchando lo que tenemos que decir, no hay duda al respecto”, aclaró.
The Atlantic le pidió a Fauci un análisis sincero sobre el manejo de la pandemia en Estados Unidos, valiéndose en su reputación de ser “infatigablemente honesto”. “Si miras los números, es evidente que tenemos que mejorar. Deberíamos revisar esto y decir ‘dejémonos de tonterías’”, admitió el epidemiólogo.
También se refirió a las reaperturas ejecutadas por algunos estados, calificándolas de prematuras, e insistió con la idea de “estar todos en el mismo equipo”. “Si lo hacemos durante algunas semanas seguidas, te garantizo que esos números bajarán”, dijo refiréndose a las medidas de distancia social, el uso de máscaras faciales y los protocolos para evitar nuevos contagios.
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