Daniel Lewis Lee, el primer convicto ejecutado en una cárcel federal en 17 años, proclamó en sus últimas palabras su inocencia, según un periódico local que estuvo en la ejecución.
“No lo hice”, dijo Lee justo antes de ser ejecutado, de acuerdo al diario The Indianapolis Star. “He cometido muchos errores en mi vida, pero no soy un asesino... Están matando a un hombre inocente”.
Estados Unidos llevó a cabo este martes la primera ejecución federal desde 2003 después de que la Corte Suprema autorizara el procedimiento, informó el Departamento de Justicia.
“Daniel Lewis Lee fue ejecutado utilizando la inyección letal”, informó la prisión de la localidad de Terre Haute, en Indiana, donde estaba el condenado.
Lee, que era un supremacista blanco, fue condenado a la pena capital por el asesinato en 1999 de William Mueller, un traficante de armas, su esposa, Nancy, y su hija de ocho años, Sarah Powell. Después de robar y disparar a las víctimas con una pistola eléctrica, Lee cubrió sus cabezas con bolsas de plástico, selló las bolsas con cinta adhesiva y arrojó a la familia en un pantano de Illinois. Fue sentenciado a muerte el 4 de mayo de 1999 por un jurado en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Arkansas.
En Estados Unidos, la mayoría de los delitos se juzgan a nivel estatal, pero la justicia federal puede ocuparse de los crímenes más graves (ataques terroristas, crímenes racistas) o cometidos en bases militares.
La ejecución de Lee, quien fue declarado muerto a las 8:07 de la mañana, terminó después de una serie de voleas legales que terminaron cuando la Corte Suprema de Estados Unidos intervino el martes temprano en un fallo de 5-4 y permitió seguir adelante, revocando una suspensión decretada antes por una juez de primera instancia.
La decisión de seguir adelante con la ejecución generó un fuerte escrutinio de grupos de derechos civiles y los propios familiares de las víctimas de Lee, que presentaron una demanda para tratar de detenerla, citando el temor por el coronavirus.
Argumentaban que Lee merecía una sentencia de cadena perpetua, no ser ejecutado. Subrayaron que el coacusado de Lee y el presunto cabecilla del grupo, Chevie Kehoe, recibió prisión de por vida.
Los críticos argumentaron que el gobierno estaba creando una urgencia innecesaria, para obtener ganancias políticas, antes de las elecciones de noviembre.
Para esta semana hay programadas otras dos ejecuciones: Wesley Ira Purkey el miércoles y Dustin Lee Honken, el viernes. Una cuarta persona, Keith Dwayne Nelson, será ejecutada en agosto.
El gobierno del presidente, Donald Trump, anunció en julio de 2019 que la administración federal iba a volver a usar la pena capital, poniendo fin a la moratoria que estaba en vigor desde 2003.
El apoyo a la pena de muerte se ha erosionado entre los estadounidenses, según las encuestas, pero sigue siendo fuerte entre los votantes republicanos, 77% de los cuales están a favor de ese castigo para los asesinos.
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