Miami está en un punto crítico. Muchos lo consideran el nuevo epicentro del coronavirus en el mundo debido a que dentro del estado de Florida –donde se han reportado cifras record de contagios en las últimas semanas con un total de más de 282 mil contagiados a la fecha–, el condado de Miami-Dade es el que lleva la delantera en número de personas infectadas y la ciudad de Miami es la más afectada.
“Lógicamente, el contagio del virus tiene que ver con la densidad poblacional y siendo Miami la ciudad más grande y de mayor densidad en el estado era esperable que fuésemos los más afectados”, explica en entrevista exclusiva a Infobae el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suarez. “Pero además del contagio orgánico entre residentes también hay que considerar que somos una ciudad cosmopolita y que el aeropuerto de nuestro condado recibe 50 millones de visitantes al año”, agrega.
Ayer generaba titulares la declaración de una especialista en enfermedades infecciosas del servicio de salud de la Universidad de Miami, la doctora Lilian Abbo, que comparaba a esta región hoy con lo que fue Wuhan a comienzos de la pandemia.
El alcalde es cauteloso al hablar al respecto. “Esa es una declaración hecha por una profesional médica que habría que ver en qué contexto fue dicho”, dice Suarez. “Puede ser algo basado en datos o una hipérbole para remarcar un punto. Lo cierto es que no hacen falta comparaciones para entender que nuestros números no son buenos. Hemos estado viendo cifras récord de contagios durante las últimas semanas. Estamos trabajando arduamente con los epidemiólogos, con expertos en el área y con todos los hospitales para tratar de frenar el alto índice de contagios”.
Dentro de las malas noticias lo destacable es que, a diferencia de lo que ocurrió en otras zonas de los Estados Unidos durante sus respectivos picos de contagios, en Miami –y en Florida en general- el índice de mortalidad se mantiene relativamente bajo, por debajo del 3 por ciento. “Pero tenemos que estar preparados en caso de que este índice se modifique. Es lo que todos queremos evitar y, por suerte, hemos aprendido de errores pasados y nuestros hospitales tienen ahora más armas para combatir el virus”, explica el alcalde. “Pero con tantos contagios, con tanta gente en nuestras terapias intensivas, muchos de ellos conectados a respiradores automáticos, debemos ser realistas y pensar que lamentablemente un porcentaje de estas personas va a fallecer a consecuencia del COVID 19”.
Miami tuvo 10 semanas de cierre desde mediados de marzo hasta fines de mayo. El confinamiento logró bajar la curva de contagios de manera importante. Pero una vez que comenzó la reapertura las playas se colmaron de gente, se empezaron a ver imágenes de fiestas en las redes sociales y mucha gente volvió a socializar como si el virus no existiera.
“Nosotros también vemos lo que pasa. Las reglas existen. Los comerciantes, en su gran mayoría, están colaborando. Se trabaja con distancia social, a una capacidad del 50 por ciento. Se le exige a todas las personas que utilicen máscaras en todo momento”, destaca Suarez. “Quienes no cumplan deben pagar multas o se enfrentan a clausuras. Nuestros funcionarios están controlando que las reglas se cumplan porque estas decisiones se tomaron en base a lo que los expertos médicos nos han dicho que era necesario. Y la prueba está que desde que hicimos obligatorio el uso de máscaras se ha visto una leve disminución en el porcentaje de positivos relativos al número de pruebas que se realizan”.
No obstante, “la realidad es que nunca vamos a poder controlar a todos y cada uno de los residentes”. Por eso, el alcalde hizo un pedido a la “responsabilidad personal”. “Si la recomendación es que no se realicen reuniones de muchas personas, por más que mantengamos cerrados bares y discotecas, si las personas hacen fiestas en sus casas, el virus se va a seguir esparciendo. Como aquí no hemos visto las imágenes de terror que se vieron en sitios como Nueva York, con hospitales desbordados y cadáveres en las calles, algunos creyeron que el virus ya no existe. Pero el virus está aquí, afectándonos más que nunca”, advierte.
Las terapias intensivas de Miami están trabajando al 92 por ciento de su capacidad. Las autoridades están tomando cartas en el asunto. “A diario trabajamos con nuestros hospitales y por ahora existe la posibilidad de aumentar la capacidad en un 50 por ciento. Lo que más nos preocupa es la disponibilidad de profesionales, más que el número de camas. Estamos tratando de conseguir ayuda para los hospitales”.
El otro problema grande de Miami tiene que ver con que la mayor parte de los contagios se están dando entre familiares dentro de un mismo hogar. Según los últimos datos del Departamento de Salud, el 36 por ciento de los contagios se da de este modo.
“Para el momento en el que una persona se entera que es positivo, ya ha contagiado al resto de su familia”, confirma Suarez. “Muchos no tienen espacio en sus hogares para aislarse, por eso estamos viendo la posibilidad de utilizar hoteles para proveer de lugar a quien necesite aislarse y no pueda hacerlo en su propia casa”.
Las próximas semanas serán clave para Miami, pueden ser las que comiencen el camino a la recuperación o las que decreten el colapso del sistema sanitario. “Todos trabajamos incansablemente para lograr que la situación mejore. Hasta que no haya una vacuna, nuestra mejor arma es la comunicación. Explicarle a la gente lo que está ocurriendo, pedirles que colaboren respetando las reglas y apoyando a nuestros hospitales”. explica el funacionario.
La economía es la otra gran preocupación. A comienzos de marzo había pleno empleo, hoy los índices de desocupados son comparables a los de la década del 30 tras la gran depresión. “Estamos balanceando una crisis sanitaria con una crisis económica”, afirma el alcalde. “Sabemos que si cerramos todo, el contagio baja. Pero también sabemos que el impacto para nuestra economía sería brutal y muchos de nuestros comercios no sobrevivirían. Hoy no podemos descartar ninguna opción, pero volver a cerrar sería una opción nuclear y a lo que nadie quiere llegar”.
Hoy, Suarez aparecerá ante la prensa en Miami para hablar de la preocupante situación junto al gobernador Ron DeSantis y a otras autoridades locales.
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