El alcalde del condado Miami-Dade, Carlos Giménez, mantuvo este lunes una reunión pública con un grupo de médicos, epidemiólogos y bio-estadistas para informar acerca de los alarmantes números de contagio en el estado de Florida, y en particular en la región sureña donde se encuentra su jurisdicción.
Florida comenzó la semana con un balance de 12.624 nuevos casos, que se suman al récord histórico de 15.300 alcanzado el domingo. Tal como viene ocurriendo desde el comienzo de la pandemia, la zona más afectada en el estado es precisamente Miami-Dade, donde en las últimas 24 horas se sumaron 3.269 casos para llegar a un total de 67.713.
La sensación de preocupación ya sobrevolaba la región. Pero esta se exacerbó este lunes como consecuencia del crudo panorama descrito por las autoridades médicas. “Miami es ahora el epicentro del virus (…) Lo que vimos hace cinco meses en Wuhan (epicentro y lugar de origen de la pandemia tanto en China como a nivel global) lo estamos viendo hoy aquí”, aseguró en la conferencia de prensa virtual la Doctora Lilian M. Abbo, especialista en enfermedades infecciosas del Sistema de Salud Universidad de Miami y una de las expertas que ha estado asesorando a Gimenez.
Una de las cifras más dramáticas la proveen las terapias intensivas, que están operando entre el 91 y 92 por ciento de su capacidad. No obstante, un aspecto positivo dentro de este marco es que, según Carlos Migoya, el Presidente del Sistema de Salud Pública Jackson Memorial, los hospitales de Miami-Dade tienen la habilidad de duplicar su infraestructura de este tipo.
En consecuencia, la principal preocupación no radica en un colapso de la infraestructura en Miami, sino en una falta de profesionales de la salud para atender a los pacientes. Para contribuir a evitar que ello suceda, las autoridades estatales de la administración del gobernador, Ron DeSantis, ya han anunciado que enviarán cien enfermeros, y que la cifra puede crecer.
Para las autoridades políticas, la clave ahora es que la gente cumpla con las nuevas reglas. Las normas han sido implementadas. A todo aquel que se encuentre en Miami-Dade se le pide que utilice tapabocas y que mantenga distancia social. Sin embargo, ello no implica que todo el mundo lo esté haciendo. “La razón somos nosotros (del aumento en el número de casos). Acá no hay un hombre de la bolsa, la razón somos nosotros. Tenemos que cambiar nuestro comportamiento. La razón número uno es nuestro comportamiento”, aseguraba Giménez.
Un mensaje similar envió el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suarez, quien desde su propia rueda de prensa virtual recordó que el porcentaje de positivos tuvo un leve descenso pese al incremento en el número de casos y que, según se cree, ese descenso está directamente relacionado con el momento en el que se impuso una orden de utilizar máscaras de manera obligatoria, tres semanas atrás.
Los datos de las últimas semanas indican que la gran mayoría de los contagiados se expone al virus en su propio hogar. Un 36 por ciento de los positivos consultados respondieron que estuvieron en contacto con el virus a través de un familiar. Es por eso que además del pedido de distancia social y uso de máscaras en público, se le está pidiendo a los residentes que traten de aislarse inclusive de sus familiares si saben que estuvieron expuestos al virus o si tienen algún tipo de síntomas. Para colaborar con este pedido se está evaluando poner a disposición habitaciones de hoteles para quienes no tengan un lugar donde aislarse.
Más sobre este tema: