El plan del presidente Donald J. Trump de tener un estadio lleno coreando su nombre durante la Convención Nacional Republicana en la que se oficializará su candidatura a la reelección y a Mike Pence como su compañero de fórmula parece volver a esfumarse. Con los alarmantes números de contagios de COVID-19 en la Florida, está en duda que se pueda realizar un evento masivo a finales de agosto.
Tradicionalmente, las convenciones son las grandes fiestas del partido que sirven de escenario tanto para los candidatos como para figuras nacientes. Desde que se desatara la pandemia, la contienda por la Casa Blanca se ha visto afectada a todo nivel y una de las grandes dudas es cómo serán las famosas convenciones. Desde las filas demócratas aún no confirman si el evento será enteramente virtual o si finalmente tendrán una reunión reducida en el Wisconsin Center de Milwaukee entre el 17 y el 20 de agosto (originalmente iba a ser en julio). Por el lado republicano, el Presidente ha insistido en que quiere una convención multitudinaria. Inicialmente estaba pautado que se realizara en Charlotte, Carolina del Norte, pero como el gobernador de ese estado no pudo asegurar que el evento se realizaría en su máxima capacidad, la campaña del Presidente decidió mover la convención a terrenos más amigables como Florida, donde el Gobernador Ron DeSantis es un aliado incondicional.
Pero el 24 de agosto se acerca y nadie está seguro a esta altura que el estadio Vystar Veterans Memorial Arena de Jacksonville vaya a poder albergar a los 7.500 de políticos y seguidores del Presidente invitados al evento. Con 223.783 casos confirmados en Florida y a un nivel de contagio que asciende de a 10 mil nuevos infectados confirmados al día, ni siquiera DeSantis se atrevió a asegurar que en 6 semanas Florida va a estar lista para tener una convención tradicional. Si la convención fuera hoy, las restricciones en el estado impiden que haya mucha gente conglomerada bajo techo e impone límites en los estadios. Consultado por la prensa, DeSantis dijo que a esta altura es imposible predecir cómo estaremos hacia finales de agosto.
Tampoco el Presidente se mostró del todo convencido de que tendrá su soñada convención. A diferencia de sus afirmaciones pasadas en las que hablaba de una convención plena, en declaraciones hechas esta semana Donald Trump afirmó que será “muy flexible con la organización del evento”. Estas palabras quitan presión a DeSantis.
La convención es una gran reunión para todo el partido, una de las pocas ocasiones en las que todos se ven las caras. Eso tampoco pasará en este 2020. Dos senadores republicanos han confirmado que no asistirán al evento por miedo al COVID 19. Se trata de Lamar Alexander y Chuck Grassley, ambos octogenarios y por ende personas de riesgo. Otros tres senadores republicanos ya han confirmado su ausencia en la convención, pero no está relacionado al coronavirus. La Senadora Susan Collins, de Maine, nunca asiste a las convenciones en los años en los que ella misma está en campaña por la reelección. La Senadora Lisa Murkowski, de Alaska, se enfrentó al presidente el mes pasado por la manera en la que este trató los disturbios raciales en el país. Quien tampoco será de la partida es el Senador Mitt Romney, por Utah, un conocido enemigo del presidente Trump.
Por último, el alcalde de Jacksonville, Lenny Curry, ha puesto paños fríos sobre el asunto declarando ante la prensa local que “aún faltan muchas semanas” para la convención y que todo puede cambiar. Según dijo, siempre han actuado responsablemente con respecto al virus y a finales de agosto lo harán también.
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