EEUU sancionó a tres funcionarios del Partido Comunista chino por la violación de derechos humanos de las minorías musulmanas

La medida, que se une a otras que el gobierno de Donald Trump ha aplicado al régimen d Xi Jinping, incluye a Chen Quanguo, señalado como el arquitecto de los planes contra las minorías étnicas

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24/06/2020 El secrtario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, durante una rueda de prensa.
POLITICA INTERNACIONAL
Ron Przysucha/US Department of S / DPA
24/06/2020 El secrtario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, durante una rueda de prensa. POLITICA INTERNACIONAL Ron Przysucha/US Department of S / DPA

Estados Unidos anunció este jueves que rechazará la solicitud de visado a tres altos funcionarios chinos y sus familias por los “horribles y sistemáticos abusos” contra los uigures y otros musulmanes en China.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que entre los funcionarios a los que se les negará la entra al país figura Chen Quanguo, el secretario del Partido Comunista para la región de Xinjiang, a quien se considera el arquitecto de las políticas de línea dura de Beijing contra estas minorías étnicas y religiosas.

Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados mientras el Partido Comunista Chino comete abusos de derechos humanos contra los uigures, los kazakos étnicos y los miembros de otros grupos minoritarios en Xinjiang, incluyendo trabajos forzados, detenciones masivas arbitrarias y control forzado de la población, e intentos de borrar su cultura y su fe musulmana”, dijo el Secretario de Estado Mike Pompeo en una declaración.

Además, dijo que se están imponiendo restricciones adicionales a los visados de otros funcionarios del Partido Comunista Chino que se cree que son responsables o cómplices de la injusta detención o el abuso de los uigures, los kazakos étnicos y los miembros de otros grupos minoritarios.

Trabajadores caminan junto a la valla perimetral de lo que se conoce oficialmente como centro de formación profesional en Dabancheng, en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang (Reuters/archivo)
Trabajadores caminan junto a la valla perimetral de lo que se conoce oficialmente como centro de formación profesional en Dabancheng, en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang (Reuters/archivo)

En los últimos años, el régimen chino ha detenido a un millón o más de minorías étnicas, que están recluidas en campos de internamiento y prisiones donde se les somete a una disciplina ideológica, se les obliga a denunciar su religión y su idioma y se les maltrata físicamente. China sospecha desde hace tiempo que los uigures, en su mayoría musulmanes, albergan tendencias separatistas debido a su cultura, idioma y religión distintos.

El gobierno comunista, oficialmente ateo, negó en un principio la existencia de los campos de internamiento en Xinjiang, pero ahora dice que son instalaciones de formación profesional destinadas a contrarrestar el radicalismo musulmán y las tendencias separatistas.

China afirma que Xinjiang ha sido su territorio durante mucho tiempo y asegura que está trayendo prosperidad y desarrollo a la vasta región rica en recursos. Muchos de los grupos étnicos nativos del Xinjiang dicen que se les están negando opciones económicas en favor de los migrantes de otras partes de China y que su fe musulmana y su cultura e idioma únicos están siendo gradualmente erradicados.

En diciembre pasado, las autoridades de Xinjiang anunciaron que los campamentos se habían cerrado y que todos los detenidos se habían “graduado”, afirmación que es difícil de corroborar de forma independiente dada la estricta vigilancia y las restricciones a la presentación de informes en la región. Algunos uigures y kazakos han dicho a la AP que sus familiares han sido liberados, pero muchos otros dicen que sus seres queridos siguen detenidos, fueron sentenciados a prisión o transferidos a trabajos forzados en fábricas.

(Con información de AFP y AP)

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