Un grupo de manifestantes derribó este sábado una estatua de Cristóbal Colón en la ciudad de Baltimore, en la costa este de Estados Unidos, en un nuevo episodio de la ola de ataques contra monumentos o estatuas de personajes históricos vinculados a la esclavitud y el colonialismo.
Los manifestantes derribaron la estatua de Colón situada en el barrio de Litte Italy, con la ayuda de cuerdas, según las imágenes que se viralizaron en las redes sociales. Posteriromente, los pedazos de la estatua fueron arrojados al agua del río Patapsco, desde la zona de Inner Harbor.
Desde el 25 de mayo, cuando comenzaron las protestas por la muerte del afroestadounidense George Floyd, asfixiado por un policía blanco en Mineápolis, los manifestantes derribaron numerosas estatuas de personajes vinculados a la historia colonial o a las discriminaciones.
En otros países, particularmente en el Reino Unido, también se produjeron actos similares.
Varias estatuas de Cristóbal Colón fueron derribadas o dañadas, particularmente en Boston, Miami, Richmond y Camden.
Por su parte, la municipalidad de San Francisco retiró una estatua del explorador genovés de la sede del parlamento local, y el alcalde de Newark (Nueva Jersey) retiró otra estatua del parque porque representa un “símbolo de opresión y de supremacismo blanco”, según afirmó el alcalde Ras Baraka.
El 4 de julio, día de la independencia en Estados Unidos, el presidente Donald Trump mencionó en un discurso a Colón. “Lucharemos juntos por el sueño estadounidense y defenderemos y protegeremos y preservaremos el modo de vida estadounidense que comenzó en 1492 cuando Cristóbal Colón descubrió América”, dijo Trump, que atacó a los manifestantes que denuncian las discriminaciones raciales.
“Estamos venciendo a la izquierda radical, a los marxistas, los anarquistas y los agitadores y saqueadores”, afirmó Trump en una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca. “Nunca permitiremos a una muchedumbre encolerizada derribar nuestras estatuas, borrar nuestra historia y adoctrinar a nuestros niños”, agregó.
La semana pasada, Trump firmó una orden para proteger los monumentos, memoriales y estatuas después de que fueran blanco de ataques en medio de las protestas raciales en el país. “Acabo de tener el privilegio de firmar una Orden Ejecutiva muy fuerte que protege los Monumentos, Memoriales y Estatuas y combate la Violencia Criminal reciente. ¡Largas penas de prisión por estos actos ilegales contra nuestro Gran País!”, anunció en su cuenta de Twitter.
El decreto indica que el Gobierno federal se asegurará de que cualquier persona que ataque monumentos sea procesado y enfrente penas de hasta 10 años de cárcel. La orden también establece que fuerzas de seguridad federales intervendrán para proteger los monumentos cuando las autoridades locales no lo hagan.
El principal objetivo de los manifestantes han sido los símbolos confederados -defensores de la esclavitud durante la Guerra de Secesión- que abundan sobre todo en los estados sureños, pero también han sido atacadas estatuas de los conquistadores españoles o de los “padres fundadores” de Estados Unidos.
Incluso, el pasado 22 de junio, policías federales evitaron que manifestantes cargaran contra la estatua del expresidente Andrew Jackson (1829-1837), situada a escasos metros de la Casa Blanca, en el Parque Lafayette, que ha sido epicentro de las protestas raciales en Washington por su ubicación, justo enfrente de la residencia del presidente.
(Con información de AFP y EFE)
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