Las autoridades de Miami-Dade anunciaron este martes nuevas restricciones sanitarias con el objetivo de aplacar la expansión del coronavirus en el territorio, que en las últimas semanas ha visto al estado de Florida como uno de sus nuevos epicentros.
En concreto, las medidas alcanzan directamente aspectos de la vida nocturna del condado. Se trata de un aspecto significativo de su economía, considerando que el turismo es su principal industria.
Famosa por las fiestas hasta altas horas de la madrugada, por el momento no hay ni bares ni discotecas abiertas en el condado más poblado de la Florida. Pero, además, a partir del martes tampoco se podrá consumir alcohol en restaurantes entre la medianoche y las seis de la mañana.
En las últimas 24 horas, el estado de Florida agregó alrededor de 6.000 nuevos casos a la lista de contagiados de coronavirus y sobrepasó los 3.500 fallecidos, luego de que se registraran 58 nuevos decesos en un día.
Para Miami-Dade, el condado que engloba las famosas ciudades de Miami y Miami Beach, entre otras, las cifras de contagiados asciende a 36.820, 1.598 de los cuales fueron reportados en la última jornada.
Al verse como de los focos de contagio masivo de la enfermedad -rol compartido con California, Texas y Arizona- el gobernador de Florida, Ron DeSantis, decidió la semana pasada prohibir la venta de alcohol en bares como modo de contención de la propagación del virus.
Miami-Dade no se vio afectada por la medida, considerando que la fase de reapertura que contempla esta actividad ya se encontraba suspendida. No obstante, los restaurantes sí deberán adaptar su servicio a la nueva disposición.
En las últimas dos semanas cinco restaurantes fueron clausurados temporalmente en Miami por estar trabajando como bares sin cumplir las reglas de distancia social. Según los epidemiólogos, el comportamiento de las personas en algunos restaurantes -además de las fiestas realizadas en casas particulares- fue el disparador de buena parte de los nuevos contagios.
Las autoridades creen que, al controlar la venta de alcohol, reducirán significativamente las fiestas que llevan a la conglomeración de personas, algo no permitida en tiempos de COVID-19.
En paralelo, las autoridades también impusieron nuevas reglas para los clubes de striptease. Los locales reabrieron hace dos semanas en Miami bajo normas que indican que bailarines y clientes deben utilizar máscaras tapabocas. A diferencia de otros rubros, como los teatros o los dueños de bares, estos clubes nocturnos de bailarines exóticos estaban operando.
Desde hoy, los locales podrán seguir adelante con los espectáculos de desnudo, siempre y cuando no vendan alcohol después de la medianoche y los bailarines no toquen a los clientes. Los famosos lap dances (baile erótico sobre la falda del cliente) quedaron prohibidos hasta nuevo aviso en Miami Dade, tras la firma de un nuevo decreto de emergencia por parte del alcalde Carlos Gimenez.
Estos dos nuevas reglas se suman al endurecimiento de sanciones contra los comerciantes que no cumplan con lo establecido por los lineamientos de seguridad del CDC (Centro para el Control de Enfermedades, por sus siglas en inglés).
La ciudad de Miami anunció que quien infrinja las nueva reglas se enfrentará a una clausura de diez días ante la primera ofensa, 15 ante la segunda y 30 ante la tercera. Para los ciudadanos corren multas de entre 50 y 500 dólares a los que no utilicen máscaras al salir de sus hogares. El condado no ha tipificado de manera específica como la ciudad cuáles serán las multas o penalidades, pero el alcalde Gimenez ha dicho que no habrá tolerancia con quienes decidan hacer oídos sordos ante esta nueva normalidad.
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