La “estrategia burbuja” para proteger a Donald Trump del coronavirus

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El Presidente de los Estados
El Presidente de los Estados Unidos Donald Trump pronuncia un discurso en Wisconsin, el 25 de junio de 2020 (Reuters)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de 74 años de edad, ha incrementado radicalmente las medidas de protección para evitar contagiarse del coronavirus, a pesar de que rechaza precauciones básicas como el uso de mascarilla o el control de temperatura por una cuestión de imagen, según fuentes próximas a la cadena CNN.

La Casa Blanca envía a cada lugar que visitará Trump equipos sanitarios y de seguridad, cada baño que pueda ser usado por el presidente es fregado y desinfectado a conciencia y se lleva un estricto control y registro de cualquier persona que pueda tener contacto directo con el mandatario.

Estas personas y el personal presidencial son sometidos a pruebas del coronavirus que han servido para detectar casos entre voluntarios y trabajadores de la campaña para la reelección de Trump, pero también entre miembros del Servicio Secreto, encargado de la seguridad presidencial. Esto ocurre cuando el país ha alcanzado cotas de contagio sin precedentes, con 45.000 positivos en un solo día y once estados que han frenado las medidas de reapertura.

Estas medidas de precaución incluyen incluso la modificación de la agenda oficial. Así, la reunión de la comisión gubernamental sobre el coronavirus se ha trasladado de la Casa Blanca al Departamento de Sanidad sin muchas explicaciones. De hecho, el propio Trump no ha asistido a la cita.

Además ha cancelado un desplazamiento previsto para este fin de semana para jugar al golf en Nueva Jersey. “El presidente no va a viajar a Bedminster, Nueva Jersey”, informaba el viernes la Casa Blanca.

El presidente en persona ha afirmado directamente ante sus colaboradores que no puede enfermarse y su enfado fue mayúsculo cuando se enteró que uno de los militares encargados de su comida y bebida se había contagiado, informa la CNN.

Trump nunca lleva mascarilla en
Trump nunca lleva mascarilla en público pero en los últimos días intensificó las prevenciones y los controles de sus círculo intimo para evitar contagios

Trump preguntó cómo era posible que una persona con un contacto tan cercano con él pudo contraer la nueva enfermedad y durante días se mostró desconfiado con gente que no conocía bien, una actitud que se suma a su reconocida fobia a los gérmenes, una obsesión manifestada antes incluso de la pandemia.

Esta actitud contrasta con las intervenciones públicas de Trump, en las que afirma que el virus está "desvaneciéndose" y "yéndose", aunque su comunicación pública se concentra más en la defensa de las estatuas y monumentos objetivo de críticas que en la pandemia.

Estados Unidos superó el sábado los 2,5 millones de casos de coronavirus, según el balance independiente que realiza la Universidad Johns Hopkins, en momentos en que el país atraviesa un aumento exponencial de contagios en varios estados.

A las 21:30, hora GMT, se registraban 2.500.419 casos confirmados de COVID-19, de acuerdo con la universidad con sede en Baltimore. Los muertos, en tanto, superaron las 125.000.

Los 2,5 millones de casos registrados en el país representan un 25,3% del total de los contagiados a nivel global.

Florida volvió a marcar un récord, con 9.585 nuevos casos en un día de la enfermedad, que desde el 1 de marzo ha afectado a 132.545 personas y causado la muerte de 3.390 en ese estado. Desde el 1 de marzo ha habido 14.136 hospitalizaciones por la pandemia en el estado, que cerró la semana con 33.000 contagios nuevos.

Mientras que Arizona superó este sábado los 70.000 positivos, al sumar 3.591 personas contagiadas de coronavirus. Ese estado contabilizó además 44 muertes a causa de la pandemia, lo cual eleva el total de fallecidos a 1.579, según datos del Departamento de Salud estatal.

Otro de los estados golpeados por la pandemia es Texas, donde el gobernador, Greg Abbott, ordenó el cierre de los bares y reducir al 50 % de su capacidad la ocupación de los restaurantes. Este viernes la cifra de personas hospitalizadas a causa del virus superó los 5.000 casos en ese estado.

Ante el repunte de la enfermedad, Esmeralda Moya, alcaldesa de la ciudad de Galena Park -que hace parte del llamado Gran Houston, la quinta área metropolitana más poblada de Estados Unidos- ordenó un toque de queda “hasta nuevo aviso”, que entrará en vigor este sábado a las 22:00 hora local (03:00 GMT del domingo) hasta las 05:00 del domingo (10:00 GMT).

Con información de Europa Press, AFP y EFE

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