Han pasado 10 meses desde que Elijah McClain murió bajo custodia policíaca, pero apenas este jueves se anunció que la familia podrá obtener respuestas. Esto debido a que el gobernador de Colorado, Jared Polis abrió una investigación independiente sobre su muerte.
El nombre del joven de 23 años circuló en internet y dio luz a otro caso de un hombre afroamericano que no estaba armado y que murió a manos de policías. Más de 2 millones de personas firmaron una petición de Change.org en la que pedían que los oficiales en el caso fueran destituidos y que se hiciera una investigación que esclarezca las circunstancias.
Polis tuiteó este jueves que escuchó a la gente de Colorado y que ha “expresado su preocupación por la investigación inicial del caso de Elijah McClain”. Por lo que dio la instrucción de examinar los pasos que se pueden tomar.
“La confianza pública en nuestro proceso de aplicación de la ley es increíblemente importante ahora más que nunca. Un proceso justo y objetivo sin prejuicios reales o percibidos para investigar los asesinatos involucrados por oficiales es crítico [...] Es por eso que designé a un fiscal especial para investigar este caso”, agregó en un comunicado.
Fue el 24 de agosto de 2019 que tres oficiales blancos enfrentaron a McClain después de haber recibido una llamada del 911 en la que describieron a un hombre “sospechoso”, pues estaba usando una máscara de ski y movía sus brazos.
De acuerdo con las cámaras de los policías, el hombre de 23 años estaba caminando en la acera cuando Nathan Woodyard, Jason Rosenblatt y Randy Roedema se le acercaron. No obstante, el joven siguió su camino. Fue en ese momento que los policías lo trataron de detener.
“Ustedes comenzaron a arrestarme y yo estaba deteniendo mi música para escuchar”, alegó McClain.
Los policías lo llevaron al suelo y le aplicaron un control de carótida, lo que significa que un oficial colocó su brazo alrededor del cuello, restringiendo el flujo de sangre al cerebro desde las arterias carótidas.
En el video se puede observar que el joven se desmayó y vomitó cuando estaba en el suelo.
También se escucha que él le pidió los oficiales que reconsiderara sus acciones y que lo dejaran ir a casa en paz. “Sólo trataba de ir a casa. Soy diferente, solo soy diferente, eso es todo lo que hacía. Lo siento”, explicó.
Los paramédicos del Departamento de Bomberos de Aurora fueron llamados a la escena, ya que esa es la política del departamento después de la aplicación de un control de carótida. Estos le dieron una dosis de la droga ketamina, un sedante que a menudo se usa para inducir una estado de trance.
“Aunque estaba totalmente inmovilizado en el suelo, los paramédicos de Aurora le inyectaron una dosis de ketamina. Ciertamente no era apropiado porque no estaba actuando de manera descontrolada”, explicó la abogada de la familia McClain, Mari Newman.
El joven fue puesto en una ambulancia, pero sufrió un paro cardiaco. Y, aunque la policía dijo que McClain recuperó la conciencia y estaba siendo tratado en un hospital local, murió el 30 de agosto.
Woodyard, Rosenblatt y Roedema fueron colocados en licencia administrativa después del incidente. Pero tres meses después, el fiscal de distrito local Dave Young anunció que los oficiales y paramédicos, no enfrentaría cargos criminales. A partir del anuncio de la investigación, los oficiales permanecen en la fuerza.
La familia del joven ahora tiene sentimientos encontrados porque el caso esté tomando fuerza. Aunque fue difícil para ellos ver la poca atención que este caso tuvo, ahora es muy difícil revivir todo.
“Estaban muy angustiados y decepcionados por la poca atención que recibió su asesinato en el momento en que sucedió, así que creo que están contentos de ver que la gente ahora está prestando atención. Creo que también es muy difícil [...] de repente ser el centro de atención y tener que hablar sobre lo peor que les ha pasado”, contó Newman a ABC News.
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