Al menos 36 personas fueron arrestadas en Atlanta en el marco de las renovadas protestas como consecuencia de la muerte del joven afroamericano Rayshard Brooks por disparos de la Policía, según reportó el departamento policial de la ciudad.
La escena del crimen ha sido escenario de fuertes protestas que culminaron con el incendio provocado del restaurante antes de la intervención de la Policía, que dispersó a los concentrados con gases lacrimógenos.
Los manifestantes prendieron fuego el sábado al restaurante Wendy’s donde fue baleado Brooks la noche anterior y cortaron el tráfico en una autopista cercana.
El fuego quedó extinguido para casi a la medianoche, aunque imágenes de cadenas locales de televisión mostraban que estaba de nuevo en llamas en torno a las 4 de la madrugada del domingo (8 GMT). Sobre el cierre de la jornada, la policía confirmó al menos 36 detenidos.
La balacera se produjo en un momento de gran tensión por la brutalidad policial y demandas de reformas en todo Estados Unidos tras la muerte de Floyd en Minneapolis el 25 de mayo. Las consecuencias de la muerte de Brooks fueron inmediatas. El primer agente, Devin Brosnan, se encuentra bajo despido temporal administrativo. El segundo, Garrett Rolfe, presunto autor de los disparos, ha sido despedido, y la jefa de Policía de Atlanta, Erika Shields, ha dejado el cargo.
La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, dijo que Shields, una mujer blanca nombrada jefa en diciembre de 2016, será remplazada de forma interina por su número dos, Rodney Bryant, un hombre negro.
No obstante, la secuencia completa de acontecimientos continúa bajo investigación. El incidente comenzó en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la ciudad, esta pasada noche cuando, según el informe de la Policía, los agentes se acercaron a Brooks, de 27 años, que se había quedado dormido en su coche, y bloqueaba el paso de los clientes. La Policía realizó una prueba a alcoholemia a Brooks, que dio positivo, e intentaron ponerle bajo custodia.
De nuevo según el informe policial de los acontecimientos recogido por el 'Atlanta Journal', en ese momento se produjo un forcejeo durante el que Brooks intentó arrebatar de manos de uno de los agentes una pistola de descargas eléctricas antes de darse a la fuga, momento en que los agentes abren fuego y matan al joven.
La propia Policía de Atlanta ha indicado que todavía sigue recopilando imágenes de cámaras de seguridad y las recogidas por los testigos del incidente para tener una panorámica completa de lo sucedido.
L. Chris Stewart, abogado de la familia de Brooks, dijo que el agente que disparó debería ser procesado por “un uso injustificado de la fuerza letal, que equivale a asesinato”. “No puedes tener las dos cosas en las fuerzas de seguridad”, dijo Stewart. “No puedes decir que un Taser es un arma no letal (...) pero cuando un afroestadounidense la toma y corre con ella, ahora es alguna clase de arma letal, mortal, que te requiere disparar a alguien”.
(Con información de Europa Press, AP y AFP)
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