Las autoridades de Miami, Florida, se preparan este viernes para una neuva manifestación bajo el lema “Black Lives Matter”, el movimiento que ha pasado a englobar en Estados Unidos los reclamos contra la violencia policial y las desigualdades raciales.
La Policía local alertó a la ciudadanía sobre posibles incidentes en esta protesta, una nueva réplica de aquellas que han tenido lugar tras la muerte de George Floyd, dos días después de que se produjeran disturbios en el centro de Miami.
El miércoles por la noche, al final de una movilización pacífica, un grupo vandalizó las estatuas de los conquistadores Cristobal Colón y Juan Ponce de León. Por el hecho fueron arrestadas siete personas.
“Una vez iniciados los arrestos, varios manifestantes asaltaron a nuestros agentes y dañaron un vehículo de la Policía, Pudimos arrestar a un total de siete manifestantes violentos y ninguno de los pacíficos fue arrestado”, señaló el jefe de la Policía de Miami, Jorge Colina, en un comunicado.
“En la ciudad de Miami apoyamos las protestas pacíficas pero habrá cero tolerancia para aquellos que se escondan tras los manifestantes pacíficos para incitar revuelas, destrozar propiedad o dañar a miembros de la policía o al público”, añadió Colina.
Aunque todavía se desconoce la magnitud de esta protesta, se espera que haya cierres de carreteras y pasos peatonales y suspensión de operaciones comerciales. “Sugerimos que las empresas no esenciales cierren a más tardar a las 2 pm de esta tarde. Le agradecemos su cooperación, ya que continuamos con nuestro compromiso de facilitar protestas pacíficas y proteger la vida y la propiedad en nuestra ciudad”, dijo la Policía en un comunicado a la prensa.
Se reducen los puntos de protesta en EEUU
Las marchas contra la violencia policial racista se han ido reduciendo con un menor número de asistentes que, eso sí, siguen saliendo a las calles de ciudades como Seattle, Los Ángeles y Nueva York con pancartas y consignas.
En Seattle cientos de personas se concentraron el jueves frente al legislativo estatal con carteles de “Black Lives Matter”, mientras algunos activistas repartían comida entre los asistentes.
El barrio que rodea el parlamento estatal se ha convertido en los últimos días en el foco de la protesta: los activistas obligaron el lunes a retirarse a la policía después un fin de semana de masivas manifestaciones en todo el país y que, en Seattle, desembocaron en disturbios.
Desde el lunes, los manifestantes han ocupado el área y la han bautizado como “zona autónoma de Capitol Hill”, un lugar donde la policía está prohibida, la comida es gratis y por la noche se proyectan documentales, reporta el diario The Washington Post.
En Washington D.C. y en Los Ángeles se han reducido el número de asistentes a las protestas en honor a George Floyd, quien murió después de agonizar durante nueve minutos postrado en el suelo y mientras un agente blanco presionaba su rodilla contra su cuello.
En la capital de EEUU hubo este jueves una pequeña concentración cerca de la Casa Blanca a la que acudieron un centenar de personas.
En Los Ángeles, cada día, se celebran dos manifestaciones: una al mediodía en Sherman Oaks, un suburbio acomodado al noroeste de la ciudad; y otra por la tarde en el Centro de la ciudad.
Ninguna organización está liderando las protestas, que en ocasiones se están desarrollando de manera esporádica.
Por otro lado, los manifestantes en Nueva York bloquearon el jueves durante unos minutos el túnel Holland que conecta la isla de Manhattan con el estado de Nueva Jersey. Y, sobre las cuatro de la tarde, cientos de personas se dieron cita en Washington Square Park, en el centro de Manhattan, donde los activistas protagonizaron momentos de silencio con el puño alzado, y otros instantes en los que gritaban al unísono “We will win”.
Las protestas han abierto un debate a nivel nacional sobre las tácticas de la policía y se han extendido a más de 650 ciudades en los 50 estados del país.
Con información de EFE
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