El senador republicano por el estado de Ohio, Steve Huffman, se ha convertido en el foco de una ola de críticas esta semana después de preguntarse si el desproporcionado impacto que el COVID-19 tuvo en la comunidad afroamericana no puede deberse a que “no se lavan tan bien las manos como otros grupos”.
En efecto, el desafortunado comentario llegó durante una audiencia convocada para discutir si se declararía al racismo como una crisis de salud pública, apenas semanas después de que el país se viera convulsionado por la muerte de George Floyd a manos de la policía y la consiguiente ola de masivas protestas anti racistas.
De acuerdo con The Washington Post, Huffman, que es un médico de emergencias, quería saber por qué las comunidades afroamericanas están siendo golpeadas con más fuerza por el virus. Para ello planteó esa consulta a Angela Dawson, directora ejecutiva de la Comisión de Salud de las Minorías de Ohio.
“Entiendo que los afroamericanos tienen una mayor incidencia de afecciones crónicas y eso los hace más susceptibles a la muerte por COVID. Pero, ¿por qué no los hace más susceptibles simplemente a contraer COVID?”, preguntó.
“¿Podría ser que los afroamericanos o la población de color no se laven las manos tan bien como otros grupos? ¿O no usen máscaras faciales? ¿O no mantengan la distancia social estipulada? ¿Podría ser esa la explicación detrás de la mayor incidencia?", dijo Huffman.
Dawson, que es afroamericana, rápidamente cuestionó la sugerencia del senador. “Esa no es la opinión de los principales expertos médicos en este país”, respondió, y luego agregó: “¿Todas las poblaciones deben lavarse las manos? Absolutamente, señor, pero no es allí donde encontrará la variación y la justificación de por qué estas poblaciones son más vulnerables”.
Casi de forma inmediata, las declaraciones de Huffman provocaron una ola de reacciones en las redes sociales y una catarata de respuestas de otros legisladores locales, incluida la de la representante estatal demócrata Stephanie Howse, presidente del Caucus Negro de Ohio.
El miércoles, Howse, quien también estaba presente en la audiencia, dijo al Dayton Daily News que la elección de palabras y la pregunta de Huffman “resaltan qué es el racismo desde una perspectiva sistemática”.
“Es un legislador, pero más allá de eso, profesionalmente, es médico”, dijo. “Cuando hablamos de las disparidades que existen en materia de salud porque a los negros no se les cree cuando están heridos, o no se les da el tratamiento que necesitan nos referimos a esto. ¿Crees que alguien que reconoce los “colores” va a dar el amor y la atención que la gente necesita cuando llega a atenderse?”.
En una entrevista telefónica con The Washington Post, Huffman se defendió de las acusaciones en su contra, insistiendo en que su lenguaje no tenía la intención de ser despectivo. El legislador agregó que creía que el término “personas de color” y “población de color” eran similares.
“Personas de color habrían sido una mejor expresión, pero me parecían intercambiables”, dijo, antes de enfatizar repetidamente que la pregunta había sido retórica. “Estaba tratando de centrarme en por qué el COVID-19 afecta a las personas de color a un ritmo más alto, ya que realmente no sabemos las razones”, dijo.
Un análisis de The Washington Post del pasado mes de abril basado en los primeros datos de jurisdicciones de todo el país encontró que los condados de mayoría negra tienen tres veces la tasa de infecciones por coronavirus y casi seis veces la tasa de muertes en comparación con los condados compuestos principalmente por residentes blancos.
A principios de este mes se supo que los afroamericanos -que ya se veían afectados negativamente por las disparidades en materia sanitaria- no fueron priorizados en las respuestas de las autoridades al virus. A pesar de los pedidos realizados por los líderes negros, los primeros sitios de tests de coronavirus aparecieron en áreas mayoritariamente blancas y ricas, y las campañas educativas sobre prevención de coronavirus y distanciamiento social dirigidas a las comunidades afroamericanas fueron escasas.
El martes, cuando Dawson pidió que el racismo fuera declarado una crisis de salud pública en Ohio, explicó que la pandemia había puesto de relieve las inequidades sociales subyacentes en el estado.
Según las cifras más recientes, Ohio tiene más de 39.500 casos reportados de coronavirus y al menos 2.400 muertos.
“La pandemia de Covid-19 y la brutal muerte de George Floyd desafortunadamente proporcionaron un punto crucial en el tiempo no solo para centrarnos en nuestra seguridad y salud física, sino también en nuestra salud emocional, mental y espiritual”, dijo Dawson a los miembros del Comité del Senado de Salud de Ohio.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: