Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), han informado este domingo de que están vigilando “estrechamente” la ola de manifestaciones antirracistas en el país por posibles contagios de coronavirus.
“Los CDC y nuestros socios federales están vigilando estrechamente las manifestaciones que se están produciendo en todo Estados Unidos. Las protestas y las concentraciones grandes de gente dificultan que se mantengan nuestras recomendaciones sobre distanciamiento social y pueden poner a otras personas en peligro”, ha apuntado una portavoz de los CDC, Kristen Nordlund, en un comunicado.
Nordlund ha reconocido que “aún es pronto para saber el efecto que tendrán estos hechos, si es que tienen alguno, en la respuesta federal a la COVID-19. Cada situación local es distinta”. “Las autoridades estatales y locales tomarán las decisiones para proteger la salud pública en función de las circunstancias concretas”, ha indicado.
El pasado jueves, el director de los CDC, Robert Redfield, recomendó a los participantes en manifestaciones que se hicieran la prueba del coronavirus. “Desgraciadamente creo que existe potencialmente la posibilidad de que se convierta en un evento semilla, especialmente en zonas urbanas en las que ha habido un contagio importante”, advirtió.
Asimismo, advirtió de que la tos que provocan los agentes químicos utilizados como medio antidisturbios podría causar la difusión del virus. “Toser puede diseminar los virus respiratorios, incluido el COVID-19”, remachó.
Las protestas comenzaron tras difundirse un vídeo en el que se puede ver como un policía blanco presiona con su rodilla el cuello de Floyd contra el suelo durante casi nueve minutos en Mineápolis. El responsable de la muerte de Floyd y tres agentes más están imputados el primero por asesinato y los otros dos por colaboración y complicidad.
Nueva York reabre
En tanto, Nueva York inicia este lunes su reapertura económica tras más de dos meses y medio de cierre casi total por la pandemia del coronavirus, con una primera fase en la que se espera que hasta 400.000 trabajadores regresen a sus puestos en medio de importantes medidas de precaución para evitar un rebrote.
El gobernador Andrew Cuomo confirmó este domingo que la ciudad cumple con todos los indicadores sanitarios requeridos y que, como estaba previsto, pasará a las fase 1 este 8 de junio. “Vamos a abrir Nueva York mañana, punto”, dijo Cuomo en una conferencia de prensa.
Los sectores de la industria, la construcción, la agricultura y la pesca pueden volver a operar en esta primera etapa, en la que también están autorizados a reabrir mayoristas no esenciales y minoristas con servicio de entrega en tienda. Es decir, se podrá ir a establecimientos a recoger pedidos, pero no pasearse entre las estanterías o entrar a probarse prendas, por ejemplo.
Las autoridades calculan que esta semana reabrirán unos 16.000 comercios -desde tiendas de ropa a negocios de electrónica- y unas 3.700 empresas manufactureras, junto a más de 32.000 obras de construcción.
(Con información de Europa Press y EFE)
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