El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este domingo la retirada de Washington de la Guardia Nacional, alegando que la situación está bajo control tras las protestas contra el racismo y la brutalidad policial, mientras otras ciudades avanzan en el levantamiento de los toques de queda ordenados hace una semana para evitar nuevos disturbios.
“Acabo de dar la orden para que nuestra Guardia Nacional comience el proceso de retirada de Washington DC, ahora que todo está bajo perfecto control”, tuiteó Trump, luego de una masiva movilización en la capital estadounidense que concluyó sin mayores incidentes de violencia.
No obstante, el mandatario advirtió que continúan a disposición en caso de que haya nuevos disturbios y recrudezca el clima de tensión. “Regresarán a casa, pero pueden regresar rápidamente, si es necesario”, agregó. Además, con respecto a la marcha del sábado, dijo que hubo “mucho menos manifestantes de lo previsto”.
Por su parte, grandes ciudades como Nueva York, Atlanta y San Antonio levantaron los toques de queda que estaban en vigor para evitar nuevos disturbios y saqueos nocturnos.
“Vamos a levantar el toque de queda, con efecto inmediato”, informó a través de Twitter el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quien destacó que en la víspera se había visto “lo mejor de nuestra ciudad”. De Blasio se refería así a un día en el que miles de personas salieron a las calles en todos los distritos de la Gran Manzana para continuar con las movilizaciones iniciadas tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis (Minesota).
Aunque algunos manifestantes volvieron a desafiar el toque de queda, en esta ocasión la policía permitió que las marchas continuasen sin intervenir, después de haberlo hecho con mucha contundencia otros días. Según medios locales, la jornada se saldó con unos 80 arrestos, tras los 40 de la víspera, y muy lejos de los más de 700 que llegó a haber el lunes.
En la ciudad de Atlanta, la alcaldesa Keisha Lance Bottoms levantó la medida el mismo sábado, luego de una semana de protestas pacíficas. Desde el inicio de las manifestaciones la policía local ha detenido a más de 500 personas, pero no se reportó ningún arresto el viernes y sábado.
En Dallas y San Antonio (Texas) las autoridades locales tomaron la misma decisión.
En todo momento el presidente Trump ha prometido mano dura y este mismo domingo volvió a reiterar en Twitter su objetivo de establecer “la ley y el orden”, al mismo tiempo que arremetió contra los activistas que piden retirar los fondos a la policía.
Durante los momentos más álgidos de protestas, el Pentágono ordenó desplegar en los alrededores de Washington a 1.600 militares en activo por si fuera necesario enviarlos a la zona de las protestas, tras desplazarlos desde Carolina del Norte y Nueva York. Entre los desplegados estaban miembros de la división número 82 del cuerpo de infantería, una de las más prestigiosas de EEUU y conocida por haber desempeñado un papel central en la batalla del desembarco de Normandía, durante la Segunda Guerra Mundial. Finalmente, el jefe del Pentágono, Mark Esper ordenó el repliegue de todas las tropas y el miércoles, en una rueda de prensa, rechazó el empleo de soldados en activo para contener la ola de protestas, en una abierta señal de desacuerdo con Trump.
(Con información de EFE y AFP)
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