El principal responsable científico en la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, ha considerado este martes que el país norteamericano debería tener “cien millones de dosis” de una candidata a vacuna contra el coronavirus para noviembre o diciembre de 2020.
“Luego, para el comienzo de 2021, esperamos tener un par de cientos de millones de dosis”, ha agregado Fauci durante un evento de ‘JAMA’, la revista de la Asociación Médica Americana, según ha informado la cadena de televisión CNN.
Fauci ha explicado que la primera candidata a vacuna contra el coronavirus, investigada por la compañía Moderna, pasará a la última fase de los ensayos con personas voluntarias, la fase tres, a mediados de este verano. “Los preparativos nacionales e internacionales ya están en marcha”, ha asegurado.
La fase tres implica ensayos en 30.000 personas. Mientras, la segunda, que comenzó hace unos días, ha precisado Fauci, contempla pruebas en cientos de personas. La vacuna en cuestión se probará en personas que se encuentren en el rango de edad de entre los 18 y los 55 años, además de en ancianos y en aquellos que tienen enfermedades subyacentes.
Por otra parte, la carrera global para crear una vacuna contra el COVID-19 se reduce ciertas preguntas cruciales: ¿hasta qué punto las inyecciones deben estimular el sistema inmune del organismo? Y ¿podría ser dañino un estímulo en el sentido equivocado?
Mientras las empresas reclutan a cientos de miles de personas para ampliar los estudios de vacunación en los próximos meses, en la trastienda los científicos siguen ensayando con hurones, monos y otros animales en busca de pistas para responder a esas preguntas. En una era anterior a la pandemia, hubieran terminado esa fase antes de pasar a los seres humanos.
“Lo que estamos haciendo en el fondo es un gran experimento”, dijo Ralph Baric, experto en coronavirus en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, cuyo laboratorio está ensayando posibles vacunas con animales.
La aceleración actual es necesaria para tratar de contener un virus que ha provocado una pandemia, con más de 360.000 muertos en el mundo y economías colapsadas, pero “no cabe duda que la estrategia actual es más arriesgada que cualquiera que se haya aplicado antes”, según Baric.
Los ensayos con animales permiten determinar cómo reacciona el organismo a las vacunas en formas que no se podría con personas, dijo Kate Broderick, jefa de investigaciones de Inovio Pharmaceuticals.
Con los animales, “podemos hacer autopsias y observar específicamente el tejido pulmonar y hacer observaciones profundas de la reacción de sus pulmones”, dijo Broderick.
La investigadora aguarda los resultados realizados en ratones, hurones y monos a los que se ha contagiado el coronavirus después de recibir la vacuna de Inovio. Puesto que ninguna especie reacciona de manera idéntica al ser humano, el uso de un trío de animales amplía el espectro de seguridad.
Hay buenas noticias en el ámbito de la seguridad, a medida que se filtran los primeros datos de las diversas investigaciones con animales. Hasta ahora no hay indicios de un efecto colateral preocupante llamado “facilitación de la infección por anticuerpos”, lo cual es un dato positivo, según el doctor Anthony Fauci.
Estados Unidos es el país del mundo más afectado por la pandemia, tanto en número de casos como en número de muertes. Así, hasta ahora, ha confirmado más de 1,8 millones de casos, mientras que las muertes superan las 106.000. A nivel global, la pandemia de la COVID-19 deja ya más de 6,3 millones de contagiados y 378.000 fallecidos.
Con información de Europa Press y AP
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