Tal y como está ocurriendo en casi todo el país, la ciudad de Miami transcurre su noche más violenta en años.
Lo que comenzó en horas de la tarde como un grupo de protestas pacíficas en diversos puntos del centro de Miami y Coral Gables, se transformó en un enfrentamiento de un grupo violento y policías.
Alrededor de las 3 de la tarde, un grupo de manifestantes llegó al centro de la ciudad de Miami para sumarse a las protestas en todo el país pidiendo justicia por el asesinato de George Floyd en Minnesota. Los manifestantes habían anunciado que la protesta duraría hasta las 6 de la tarde (en Estados Unidos se da aviso a las autoridades para las manifestaciones masivas). Durante tres horas hubo entre 800 y 1000 personas manifestándose de manera masiva. Pero pasado ese horario, un grupo menor de protestantes comenzó a arrojar bombas molotov contra la estación de policía en el centro de la ciudad.
En un principio, el Jefe de Policía, Jorge Colina, anunció que no pondrían en práctica un protocolo anti-manifestaciones. La orden del alcalde de Miami era que se le diera el espacio a la población civil de manifestarse, siempre y cuando fuera de manera pacífica. Al cambiar el tono de las manifestaciones, la policía salió a las calles y arrojó gas lacrimógeno contra los protestantes. El resultado hasta el momento son dos patrulleros policiales incendiados y un automóvil de un ciudadano civil también destruido por las llamas.
El alcalde ordenó un toque de queda a partir de las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana que se repetirá mañana a partir de las 8 de la noche. Quien no cumpla con este toque de queda será arrestado. Por el momento no hay reportes ni de heridos ni de arrestos.
Comparado con otras ciudades del país, la situación ha sido mucho menor, pero eso no implica que no haya sido una de las noches más violentas en muchos años en Miami.
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