Infobae en el histórico lanzamiento de la nave de SpaceX: una fiesta americana en tiempos de crisis

Cuatro mil personas, en su mayoría floridanos, pudimos disfrutar del lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral

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Infobae en el lanzamiento de la nave de SpaceX

El coronavirus golpeó muy fuerte a Estados Unidos. Al día de hoy hay más de 1 millón 800 mil infectados y 105 mil personas han fallecido. A la tragedia humana se suma un fuerte sacudón económico con 40 millones de nuevos desempleados. En este contexto, las buenas noticias se abrazan con más fuerza. Y, sin dudas, el lanzamiento del SpaceX desde el centro de Florida se ha vivido como un motivo de celebración.

La NASA permite observar el lanzamiento de cohetes prácticamente todos los meses desde su centro de operaciones Kennedy Space Center en Cabo Cañaveral, Florida. Para los floridanos es un paseo frecuente –sobre todo cuando estos lanzamientos se dan en fin de semana-, pero en el caso de hoy estaba el componente histórico especial de que era la primera vez en casi una década en la que astronautas estadounidenses salían desde suelo nacional.

Miles de personas vieron el lanzamiento en vivo
Miles de personas vieron el lanzamiento en vivo

Cuando a mediados de semana se canceló el lanzamiento del SpaceX por mal tiempo y se reprogramó para el sábado fuimos miles los que entramos de inmediato a internet para comprar entradas. Por la reapertura de operaciones esta semana, el sábado era la primera jornada en la que el centro estaría abierto en casi tres meses. En menos de una hora el Kennedy Space Center vendió las 4 mil entradas disponibles que tenían para hoy. Usualmente cuando hay un lanzamiento reciben hasta 12 mil personas en su centro de operaciones –que a la vez es un parque temático para niños y adultos-, pero debido a las nuevas reglas de distanciamiento social se decidió recortar la cantidad de entradas.

Al llegar a Cabo Cañaveral en horas de la mañana ya se observaba una cantidad inusual de personas en las inmediaciones. A los cuatro mil que teníamos entradas se sumaban los periodistas, los invitados especiales (como toda la comitiva presidencial) y varios centenares más que decidieron estacionar sus automóviles en los alrededores del centro de NASA para ver desde allí el lanzamiento.

Lanzamiento SpaceX NASA

El tiempo nos hizo dudar. Por momentos llovía, por momentos estaba despejado. Siempre con mucho calor. Una hora antes del despegue anunciaron que si el lanzamiento fuera en ese momento, no podrían hacerlo porque había actividad eléctrica en el cielo. Por fortuna, para las 15.22 horas, las condiciones ayudaron para que se logre el momento histórico.

Dentro del parque, la gran mayoría de las personas respetaba el pedido de uso de máscaras y hasta el distanciamiento social. Pero a medida que se acercaba la hora del despegue fue inevitable que la gente comenzara a conglomerarse en los dos campos dispuestos para observar el lanzamiento. La verdad es que el despegue se ve desde lejos y más que el efecto visual (que en televisión es más impresionante), es el intenso ruido y el ánimo del resto de la gente lo que hace la experiencia inolvidable.

A través de pantallas gigantes se ven los minutos finales de preparación de los astronautas. El momento cumbre llega con el famoso conteo del último minuto. Cerca de dos mil personas (ya que hay dos campos separados) de pie, contando al unísono, oyendo el intenso estruendo que genera el potente cohete para que en el segundo sesenta se observe el estallido en el cielo. Aplausos, gritos de celebración y hasta algunas lágrimas de alegría, que se coronaron con un fuerte canto de “USA, USA” (Estados Unidos, Estados Unidos).

Una fiesta muy americana, casi como en las películas, pero con la que es imposible no conmoverse. Por un rato, todos los que estábamos allí nos olvidamos del coronavirus (inclusive con nuestras máscaras puestas) y nuestra atención estuvo en el cielo y esos dos hombres abandonando la tierra. La NASA lo hizo una vez más.

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