Joe Biden, el candidato Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, tiene un comité formado por cuatro veteranos políticos –dos ex legisladores, un ex alcalde de Los Angeles y su principal asesora de campaña- que están entrevistando a potenciales candidatas a la vicepresidencia. Buscan a la persona que mejor complemente la fórmula y también la que menos “esqueletos” guarde en el placar. Este proceso, es el habitual en la campaña presidencial estadounidense y en general pasa desapercibido. Es un trámite de rutina. Pero no en este caso. El nominado para enfrentar a Donald Trump tiene 77 años y es casi seguro que no se presentará a una eventual reelección, por lo que su vice quedaría en la mejor posición para ser la candidata del partido en 2024. Y, por supuesto, también por su edad, el vice podría quedar en cualquier momento a cargo de la presidencia. Un proceso que está siendo seguido por los estadounidenses como una serie de cuarentena que los distrae por unos minutos de la enorme tragedia de 100.000 muertos de la pandemia.
Las encuestan marcan que la mujer que más votos puede sumar a Biden es su ex contrincante en las primarias, la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren. Es conocida por sus ideas progresistas y de acuerdo al sondeo realizado por la empresa Morning Consult para el sitio Político, un 26% de los votantes registrados apoyaría a Biden sólo si ella está en la fórmula. El máximo aporte de Warren estaría entre los más jóvenes, negros e hispanos. La ex profesora de Harvard de 70 años es una especialista en Derecho que se hizo famosa por sus denuncias de los excesos de las grandes compañías que cotizan en Wall Street tras la recesión de 2009. Durante las primarias se caracterizó por presentar decenas de proyectos de ley que competían particularmente con el candidato socialdemócrata Bernie Sanders. Sus dos talones de Aquiles son la edad y ser blanca cuando los demócratas quieren mostrar una diversidad racial.
Muy cerca aparecen otras dos senadoras y también ex participantes de las primarias demócratas. Kamala Harris, de 55 años, padre jamaicano y madre india, fue la primera mujer fiscal general de California. A la Cámara Alta del congreso llegó en 2017 y pronto se hizo famosa a nivel nacional por sus críticas y preguntas irónicas a Trump. Es conocida a nivel nacional y un 22% de los votantes aseguran que apoyarían a Biden si ella fuera su vice. Sumaría votos de los menores de 45 años y de las minorías de los suburbios. Su desventaja es que muchos negros no la ven como “una auténtica hermana” así como sus posiciones confusas durante las primarias. Por su parte, la senadora Amy Klobuchar de Minnesota, le aportaría un 19% de votos del electorado mayor de 50 años. El consejo editorial de The New York Times la respaldó en las primarias demócratas (junto a Warren) y destacó su labor legislativa, su capacidad de llegar a acuerdos políticos y de unir al partido. Una moderada pragmática que seguramente se llevaría muy bien con Biden pero que no aporta mayor diversidad.
Lo que sí le pueden dar estas tres mujeres al candidato demócrata es un ímpetu especial para responder las chicanas que tira constantemente Donald Trump. El multimillonario bautizó a Biden como “sleepy Joe” (Joe, el dormido) y es brutal cada vez que lo menciona –nunca por su nombre- en sus habituales tuits. Trump, que tiene 73 años, se mofó varias veces de la avanzada edad de su rival y la supuesta incapacidad para reaccionar rápido ante las preguntas de los periodistas. “No sabe siquiera que está vivo”, dijo Trump en una entrevista el domingo pasado en su amada Fox News. Y esa es la estrategia del Republicano: lanzar dardos envenenados que alimenten las teorías conspirativas contra Biden. “Va a tirarle con todo lo que tenga a mano. Y todavía no vimos volar lo peor. Va a lanzar basura de todo tipo. Y si se ve perdido, será de la más olorosa”, explicó en la rival CNN el analista Moe Vela. Biden dijo que no era momento para hacer chistes ante los muertos por la pandemia, pero comenzó a denominar a Trump como “President Tweety”, por la obvia obsesión que tiene con la red social Twitter y su imagen del pajarito.
Aunque se necesitará bastante más que una rapidez de respuesta a lo que plantee Trump. El multimillonario es un animal de campaña con una retórica casi infantil que apela al electorado blanco trabajador que perdió sus privilegios en los últimos años a manos de las minorías. Muchos apuestan que la candidata a vice, que se anunciaría antes de julio, será “una verdadera sorpresa”. Y allí la lista de especulaciones es muy extensa. La encabeza Stacey Abrams, negra, 46 años, de la que se habla para ocupar ese puesto desde antes incluso de que hubiera un candidato. En 2018, perdió por muy poco la gobernación de Georgia, y eso la convirtió en una estrella emergente del partido. La eligieron para dar la réplica al discurso del Estado de la Unión de Trump el año pasado. Abrams concita el apoyo del ala izquierda del partido, los jóvenes, negros e hispanos progresistas, lo que fortalece la candidatura, pero genera rechazo entre los más moderados. También tiene una muy limitada experiencia política y de gestión, que se reduce a haber sido líder de la minoría en la Cámara legislativa de Georgia. Es una exitosa escritora de novelas de suspenso romántico.
Otra “sorpresa” podría ser Catherine Cortez-Masto, la senadora de Nevada, descendiente de mexicanos por parte de padre y de italianos por línea materna. Se la considera “un guiño” para el cada vez más influyente voto hispano. Fue fiscal general de Nevada durante dos mandatos y en 2016 se convirtió en la primera mujer y primera latina de su estado en llegar al Senado de Washington. Nació en Las Vegas hace 56 años y se caracteriza por defender la ley que protege a los “dreamers”, los jóvenes migrantes que llegaron de forma irregular a Estados Unidos siendo menores. Es poco conocida a nivel nacional y no es muy reconocida tampoco por los hispanos.
Val Demings (Valdez Venita Demings), antes de convertirse en 2017 Representante por Florida fue oficial de la policía de Orlando durante 27 años. Llegó a ser una popular primera mujer jefa de la policía de esa ciudad. En el Congreso representa a un distrito clave de un Estado clave en las elecciones de noviembre. Tienen 63 años, es afroamericana y puede ser un muy buen aporte a la fórmula para tener mejores posibilidades de ganar el crucial estado de Florida. Apoyó a Biden desde un principio y el equipo de campaña admitió que ya la había entrevistado como posible candidata a compañera de fórmula.
Tammy Duckworth, se hizo famosa cuando en abril de 2018 entró al Capitolio en silla de ruedas y con su bebé recién nacido en brazos. Es una teniente coronel retirada del ejército estadounidense, una piloto de combate que perdió las dos piernas en Irak. Fue la primera senadora en dar a luz mientras servía en la Cámara alta y su hija de 10 días, el primer bebé en ser amamantada en la sala de plenos. Nacida en Bangkok hace 52 años, de madre tailandesa de ascendencia china, aporta una gran una historia de superación. Después de quedar minusválida, se presentó como candidata y logró arrebatarle el escaño por Illinois a un republicano que llevaba varios años en el Senado. También se sabe que recibió a los representantes del comité de Biden y que integra la lista corta de posibles candidatas a la vicepresidencia.
Y también aparece el nombre de Michelle Lujan Grisham, que hace dos años se convirtió en la primera mujer hispana gobernadora de un Estado, en este caso el de New México. Antes había estado seis años en la Cámara de Representantes nacional y presidió el denominado “caucus hispano”, la bancada de congresistas de origen latinoamericano. Hasta ahora fue muy elogiada por su manejo de la crisis del coronavirus en su estado. Tiene 60 años y podría proporcionar una conexión capaz de movilizar a los hispanos de los estados del sur, donde Trump triunfó hace cuatro años.
Por último, está Susan Rice, la ex consejera de Seguridad Nacional y embajadora ante las Naciones Unidas del gobierno de Barack Obama. Es la expresión de la élite política de Washington. Sus padres fueron funcionarios y legisladores. Rice, afroamericana de 55 años, nunca se ha presentado a un cargo electo, pero tiene una gran experiencia de gestión y los que la conocen aseguran que está “más que capacitada” para ejercer el cargo en caso que deba asumir la Presidencia. Algo olieron los republicanos con respecto a Rice que en la última semana la involucraron en la supuesta investigación de la Administración Obama contra el ex consejero de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn, “por motivaciones políticas”.
Quien sea su candidata a vice, probablemente, definirá la victoria o la derrota de Biden. Los manuales de política electoral dicen que el acompañante de una fórmula puede ser un “complemento”, como lo fue Al Gore en 1992 con Bill Clinton, o un “equilibrante” que enderece la balanza como George Bush padre para Ronald Reagan en 1981. La estratega de campaña Rachel Bitecofer cree que la respuesta en el caso del demócrata es una “equilibrante” que apele al sector más progresista del partido y los independientes que de otra manera ni se preocuparían de ir a votar. Y para Bitecofer, la mejor candidata sería una mujer negra o hispana del “sunbelt”, desde California, pasando por Georgia y Texas, hasta Florida. Antes de que termine junio, si es que la pandemia no se lleva también la vida democrática, lo sabremos.
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